En Canto y música coral: de Piazzolla a Bartók

María de Buenos Aires y El castillo de Barbazul, son dos obras que, dentro del género operístico fueron las únicas que escribieron los compositores Astor Piazzolla y Béla Bartók. Esta es su historia.

Collage de los compositores Astor Piazzolla (I) y Bela Bartól (D).

En esta edición de Canto y Música Coral se transmitirán dos obras que, dentro del género operístico, fueron las únicas que escribieron Astor Piazzolla y Béla Bartók: María de Buenos Aires y El castillo de Barbazul, respectivamente.

María de Buenos Aires es un espectáculo teatral estrenado en la Sala Planeta de Buenos Aires, el 8 de mayo de 1968, es la ópera-tango, con música de Astor Piazzolla y libreto de Horacio Ferrer, dividida en dos partes y 16 escenas la ópera-tango, está compuesta de poemas cantables y música instrumental orquestados de acuerdo con una ilación dramática que recrea elípticamente a un Buenos Aires alegórico, esencial, a través de una mujer-símbolo que convive con el barrio, lo canyengue, el submundo, lo fatal.

En la obra hacen presencia la Milonga de la Anunciación, Tangus Dei, Miserere canyengue, figuras religiosas que ofrecen una ganancia metafórica, que con desvíos van trazando profana y porteñamente la atmósfera urbana de la soledad, la pérdida y la muerte y la resurrección, no después de la muerte, sino de la vida que no pudo ser.

El argumento de la composición inicia con María, que tiene de nacimiento una marca maldita, (dicha con resonancias borgianas) nació un día en que Dios estaba borracho en un arrabal porteño. Decidida a ir al centro, allí conoce al tango y se convierte en prostituta. Los ladrones y las madamas la llevan a una oscura muerte. Luego del deceso, su sombra es condenada a deambular por Buenos Aires. María, virgen de nuevo, en presencia de Las amasadoras de tallarines y de Los tres albañiles magos, a modo de resurrección pare una niña, que resulta ser ella misma.

Por su parte, El castillo de Barbazul, es la única ópera que compuso el húngaro Béla Bartók. Tiene un solo acto y libreto de Béla Balázs, poeta y amigo del compositor. Se estrenó en la Ópera Real de Budapest el 24 de mayo de 1918 con Olga Haselbeck (Judit), Oszkár Kálmán (Barbazul), con dirección de Egisto Tango y con puesta en escena de Dezső Zádor.

En esta ópera solo hay dos personajes que cantan en escena: Barbazul (Kékszakállú) y su nueva esposa Judit; los dos acaban de fugarse y Judit llega al castillo de Barbazul por primera vez. El argumento inicia precisamente con Judith, impulsada por un ardiente amor, ha seguido a Barbazul a su castillo. Pide y obtiene de su amado las llaves de siete puertas misteriosas, y las abre una por una. Detrás de la primera hay una cámara de tortura: son los tormentos del propio Barbazul los que están encerrados allí. Detrás de la segunda puerta hay un depósito de armas, las del hombre en la lucha cotidiana por la vida. A continuación, se pone al descubierto un tesoro, pero todas las joyas están manchadas de sangre: el hombre no puede lograr nada en este mundo sin hacer daño. Esta obra es considerada una de las piezas más representativas de toda la obra del compositor.

Podrá escuchar el domingo a las 9:00 p.m. en Canto y música coral  la ópera-tango María de Buenos Aires interpretada por Rita Contino, NobukoTakahashi, Romayne Beard, Rachel Esso, José Luis Barreto, Héctor Guedes, Hernán Salinas y el Conjunto instrumental integrado por Alejandro Ramírez, Bárbara Forster, Chang Chung Mei y María Vischnia (violines), Emerson De Biaggi y Marcelo Jaffe (violas), Paulo Bellinati (guitarra), Antonio Carlos Carrasqueira (flauta), Carlos Tarssha y Elizabeth Del Grande (percusión), Mathias De Oliveira Pinto y Zygmut Kubala (violoncellos) y Rodolf Stroeter (contrabajo), junto a la ópera El castillo de Barbazul, interpretada por Mihály Székely como el Duque Barbazul, Olga Szönyi, (Judith, esposa del Duque) y la Orquesta Sinfónica de Londres dirigida por Antal Dorati en nuestra señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.

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