El boxeador polaco Tadeusz Pietrzykowski era un virtuoso esquivando golpes. Sin embargo, todo parecía ir en su contra durante su primer combate en el campo de la muerte alemán nazi de Auschwitz. Delgado hasta el extremo, el prisionero número 77 debía enfrentarse a un detenido alemán mucho más pesado, un "kapo" encargado de supervisar a los otros prisioneros."Recibí advertencias y la gente me hacía unos gestos de locura: 'Te va a matar, te va a comer'", recordaba en sus declaraciones oficiales al museo de Auschwitz, después de la guerra. "No había ni un segundo para reflexionar... Había que ganarse el pan. Tenía hambre, mis amigos tenían hambre", afirmaba Pietrzykowski, apodado "Teddy", el campeón de Varsovia de antes de la guerra.Pero su valentía acabó pagando. Con un logrado golpe con la izquierda en pleno rostro, Pietrzykowski hizo sangrar al kapo, Walter Düning. El perdedor eligió no vengarse y recompensó al boxeador con pan y carne. Tras ello, "Teddy" protagonizó decenas de combates en Auschwitz, y los ganó todos salvo uno o dos, gracias a lo cual consiguió privilegios y pudo asegurarse su propia supervivencia.Poco conocido, la historia de "Teddy" inspiró la reciente película "El campeón de Auschwitz".Deportes en Auschwitz "Es una historia increíble. Muy poca gente sabe que hubo boxeo en Auschwitz, que hubo eventos deportivos", declaró a la AFP Piotr Witkowski, que interpretó el papel de Walter Düning. Pietrzykowski "era peligroso para los alemanes porque encarnaba la esperanza a ojos de los detenidos, mostraba que era posible ganar contra el sistema, contra los malvados nazis", dijo.Tadeusz Pietrzykowski llegó a Auschwitz en junio de 1940 como preso político. Había sido detenido durante su intento de unirse al ejército polaco que estaba formando en Francia. Formaba parte del primer traslado masivo de presos al campo. En 1941, le ofrecieron la posibilidad de luchar contra Düning. Los alemanes estaban hartos de enfrentarse entre ellos y buscaban a otros adversarios."Había aclamaciones por parte de los polacos y de los prisioneros alemanes. Era un evento interesante, algo nuevo en Auschwitz. Ese combate dio lugar a otros entre detenidos de distintas nacionalidades", subrayó Renata Koszyk, comisaria de una nueva exposición sobre el deporte en Auschwitz, abierta en el campo hasta marzo de 2022. "Sin embargo, el deporte no era un fenómeno extendido. La mayoría de los detenidos estaban tan agotados por el trabajo diario que no conseguían hacer ningún esfuerzo adicional, a veces ni siquiera el que suponía caminar para ir a ver" el combate, explicó. Entre los espectadores, había oficiales nazis de las SS que se divertían apostando."Elegir el bien"A cambio de sus combates, "Teddy" se benefició de varias ventajas: un trabajo más ligero y más comida, que solía compartir con otros detenidos, según testimonios de la época. El margen de maniobra del que gozaba como boxeador estrella en el campo le permitió conseguir medicamentos para otros prisioneros, transmitir diversas informaciones y llevar a cabo misiones para la resistencia.Cuando Pietrzykowski estaba enfermo de tifus en el hospital del campo, corrió el rumor de que las SS preveían enviar a los pacientes a las cámaras de gas. Para salvarle la vida al boxeador, sus amigos lo sacaron a escondidas del hospital y lo escondieron durante un tiempo. Recién editado, el libro "Mistrz" ("Campeón"), realizado por su hija, presenta los recuerdos de guerra de Pietrzykowski, como su intento de asesinar al comandante de Auschwitz, además de las escenas de la brutalidad nazi.Un millón de judíos murieron en Auschwitz-Birkenau, además de decenas de miles de otros detenidos, como polacos católicos, romanís y prisioneros de guerra soviéticos, entre 1940 y 1945. Tadeusz Pietrzykowski sobrevivió a Auschwitz y a otros campos de concentración. Después de la guerra, intentó volver al ring, pero no pudo a causa de su enfermedad. Se convirtió en profesor de educación física y continuó cultivando su pasión por la pintura. Falleció en 1991.
El comienzo del conflicto se suele situar en el 1 de septiembre de 1939, con la invasión alemana de Polonia, el primer paso bélico de la Alemania nazi en su pretensión de fundar un Tercer Reich alemán sobre Europa, y la consiguiente declaración de guerra a Alemania el 3 de septiembre por parte de Reino Unido, Francia y países afines de la Mancomunidad de Naciones. Desde finales de 1939 hasta inicios de 1941, merced a una serie de fulgurantes campañas militares y la firma de tratados, Alemania conquistó o sometió gran parte de la Europa continental. En virtud de los acuerdos firmados entre los nazis y los soviéticos, la nominalmente neutral Unión Soviética ocupó o se anexionó territorios de las seis naciones vecinas con las que compartía frontera en el oeste. El Reino Unido y la Commonwealth se mantuvieron como la única gran fuerza capaz de combatir contra las potencias del eje en el Norte de África y en una extensa guerra naval. En junio de 1941 las potencias europeas del eje comenzaron la invasión de la Unión Soviética, iniciando así la más extensa operación de guerra terrestre de la Historia, en la que desde ese momento se empleó la mayor parte del poder militar del Eje. En diciembre de 1941 el Imperio del Japón, que había estado en guerra con China desde 1937 y pretendía expandir sus dominios en el Sudeste Asiático, atacó a los Estados Unidos y a las posesiones europeas, francesas, británicas y neerlandeses en Asia y el océano Pacífico, conquistando rápidamente gran parte de la región.El avance de las fuerzas del Eje fue detenido por los aliados en 1942 tras la derrota de Japón en varias batallas navales y de las tropas europeas del Eje en el Norte de África y en la decisiva batalla de Stalingrado. En 1943, como consecuencia de los diversos reveses de los alemanes en Europa del Este, la invasión aliada de la Italia Fascista y las victorias de los Estados Unidos en el Pacífico, el Eje perdió la iniciativa y tuvo que emprender la retirada estratégica en todos los frentes. En 1944 los aliados occidentales invadieron Francia, al mismo tiempo que la Unión Soviética recuperaba las pérdidas territoriales y ambas potencias invadían Alemania.Participación de América LatinaA pesar de tratarse de un país neutral, en los primeros años de la guerra, un grupo de aviadores argentinos se alistaron como voluntarios en la Royal Air Force británica, dando lugar al 164.º Escuadrón de la RAF de voluntarios argentinos, el cual combatió en el norte de Francia y Bélgica. Se presentaron 776 argentinos como voluntarios en las fuerzas aéreas de Gran Bretaña, Canadá, Sudáfrica. En total, se estima que de 4000 a 5000 argentinos combatieron durante la Segunda Guerra Mundial como voluntarios de los aliados.En diciembre de 1941 tras el ataque a Pearl Harbor, Cuba fue el único país independiente antillano que le declaró la guerra al eje. En el país fueron arrestados varios agentes alemanes y se convirtió en el principal proveedor de azúcar a los aliados. Alemania hundió cinco buques mercantes cubanos, con un saldo de 82 muertos. Por su parte los cazasubmarinos cubanos hundieron al submarino alemán U-176. El siguiente país de América latina en declararle la guerra a las potencias del ejes es Honduras, curiosamente ese mismo día uno de sus barcos fue capturado en Shanghái por la armada imperial Japonesa y rebautizado como el Ekkai Maru. Por consecuencias de estos, Honduras rompe relaciones con Japón y expulsa al cónsul de Alemania de su país. Sus primeras acciones iniciaron en 1942 con el patrullaje aéreo, y contribuyo a la guerra enviando materias primas.También como consecuencia del ataque a Pearl Harbor, Venezuela rompe relaciones con las potencias del eje en diciembre de 1941. A raíz de ello, el 16 de febrero de 1942, los tanqueros venezolanos Monagas y Tía Juana son torpedeados y hundidos por submarinos del Tercer Reich en aguas del golfo de Venezuela, tras lo cual, el gobierno del presidente Isaías Medina Angarita, aunque sin declarar la guerra, pasa a cooperar con el esfuerzo aliado de manera más estrecha, autorizando incluso el uso temporal de bases militares venezolanas por el Ejército y la Armada de los Estados Unidos, así como garantizando el suministro de combustible a dichas fuerzas.En mayo de ese mismo año, Alemania hundió dos navíos petroleros mexicanos (el Potrero del Llano y el Faja de Oro); con este hecho se da inicio a la única participación de México en la Guerra Mundial. Ante la descortesía del eje de no contestar a la nota de protesta enviada por la cancillería mexicana, el Congreso mexicano le declaró la guerra el 22 de mayo de 1942, siendo el tercer y último país norteamericano en entrar en la guerra. Desde fines de junio a principios de septiembre los submarinos alemanes hundirían 4 barcos más: Túxpam, Oaxaca, Las Choapas y Amatlán. De esta forma, la aviación mexicana conformada por el escuadrón 201 participó en la guerra del Pacífico.El SS Contessa, barco de origen Hondureño que envió suministros de gasolina y municiones durante la operación antorcha. Si bien varios países sudamericanos le declararon la guerra a las potencias del eje, solo Brasil envió una fuerza expedicionaria a combatir. Entre julio y agosto de 1942, submarinos alemanes hundieron 18 barcos brasileños, y aunque el Gobierno de Brasil se mostraba reacio a entrar en el conflicto, la indignación pública empujó a Brasil a declarar la guerra a Alemania en noviembre de 1942, y a enviar casi 30 000 hombres al frente de Italia.Colombia declaró la guerra en 1943, porque un submarino alemán hundió uno de sus barcos, la goleta Resolute, que unos días antes había transportado soldados británicos a la isla de San Andrés. A raíz de esto, el Gobierno colombiano decidió hacer patrullajes para evitar más hundimientos. El 29 de marzo de 1944 el ARC Cabimas transportaba gasóleo en la ruta Cartagena-Panamá escoltado por el ARC Caldas, que detectó la presencia del submarino alemán U-154, hundiéndolo en el acto.El resto de los países sudamericanos como Perú, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Venezuela, Chile y Argentina, solo rompieron relaciones diplomáticas con los países del eje entre 1942 y 1944. La mayor parte de los cuales declararon, finalmente, la guerra al eje recién en febrero de 1945. Salvo Argentina, que le declaró la guerra a Alemania y a Japón el 27 de marzo de 1945, y Chile, que hizo lo propio con Japón el 12 de abril de ese año, siendo el último país en emitir una declaración de guerra.Los países centroamericanos lo hicieron bien al lado de México, o bien al lado de Brasil; excepto Costa Rica, que declaró la guerra a Japón el 8 de diciembre de 1941, al mismo tiempo que los Estados Unidos.
La primera latina en ganar un Óscar habló antes del estreno de "80 for Brady", un filme que se estrena este fin de semana y en el que comparte protagonismo con Jane Fonda, Sally Field y Lily Tomlin.A sus 91 años, la intérprete participó el año pasado en hasta cinco proyectos cinematográficos o televisivos y en 2023 formará parte de otros tantos, entre ellos la décima entrega de la exitosa saga de acción "Fast & Furious".La vida está "más bonita que nunca" para una actriz que aseguró sentirse "muy afortunada" de que la industria de Hollywood siga contando con ella: "No sé lo que ha pasado, pero parece que he empezado una carrera nueva. No tengo descanso".Además, advirtió entre bromas que le quedan fuerzas para continuar durante mucho tiempo y en papeles diversos, "mientras no sea algo indecente"."Vivo mi vida al límite, lo que me sigue inspirando es trabajar, trabajar y trabajar", resaltó Moreno, quien compone junto a Helen Hayes el reducido grupo de figuras condecoradas con la llamada triple corona de la actuación, al conseguir los premios Óscar, Emmy y Tony a lo largo de su trayectoria.Maura es el nombre del personaje al que encarna la exponente latina en "80 for Brady" (Paraomount Pictures), película en la que un grupo de amigas de la tercera edad viaja para ver el Super Bowl en directo y conocer en persona a su héroe Tom Brady, que esta semana se retiró definitivamente de los terrenos de juego.La leyenda del equipo de fútbol americano New England Patriots (Boston, Massachussetts) también aparece en esta comedia dirigida por Kyle Marvin que consiguió conformar un elenco de actrices oscarizadas como Jane Fonda, Sally Field, Lily Tomlin y la propia Rita Moreno.De hecho, el filme se estrena tan solo 9 días antes de la final de la National Football League, que este año enfrentará a Kansas City Chiefs y a Philadelphia Eagles en el State Farm Stadium de Glendale (Arizona, EE.UU.)."Termino la película siendo muy amiga de las tres y admirándolas aún más por su talento y por ser graciosísimas", explicó la puertorriqueña, que en 2004 fue reconocida con la Medalla Presidencial de la Libertad, el premio civil de más alto nivel de los Estados Unidos.Moreno dijo parafrasear a Fonda y definió el filme como una "historia de amistad femenina" porque "solo" ellas son capaces de "mirar a los ojos con dolor y saber que se necesita ayuda".Sobre su papel en "80 for Brady", cinta que ya fue presentada en el Festival Internacional de Cine de Palm Springs (EE.UU.), reveló que pudo improvisar ciertas partes y que se sintió "conmovida" encarnando a una mujer viuda que "echa de menos a su marido", pero que a la vez siente "esa atracción por los hombres que nunca se pasa".En las últimas semanas, Moreno también se ha prodigado en el programa de televisión "Lopez vs. Lopez" (NBC) junto a los hispanos George Lopez y Mayan Lopez, el cual le sirvió para "continuar un constante proceso de reciclaje profesional", según cuenta."Cuando trabajo con gente más joven, todos me dicen que estoy muy de actualidad. Yo trato de seguir aprendiendo y mis nietos me informan de lo que está de moda hoy", argumentó la también ganadora de un premio Grammy en 1973 por la banda sonora del programa infantil "The Electric Company".La prolongada carrera de Moreno la avala como una de las latinas pioneras en la meca del cine, pero la actriz sigue aprovechando cualquier resquicio para reivindicar la "notable infrarrepresentación" de esta comunidad en la industria audiovisual estadounidense."Esto me enrabieta (enoja) mucho. No sé por qué todavía no se nos conceden papeles importantes con más frecuencia. Queda mucho camino por hacer, incluso con respecto a lo que ya han conseguido los afroamericanos", concluyó la primera latina en ganar un Óscar gracias a su rol de Anita en "West Side Story" (1961). Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"Wasserschlangen II" (Serpientes de agua II) fue terminada alrededor de 1907 y adquirida por Jenny Steiner, una empresaria textil judía que fue mecenas del movimiento artístico de la Secession y, especialmente, de su fundador y líder, Gustav Klimt.La pieza se encuadra dentro del periodo dorado del artista y supone "una auténtica obra maestra", resume Stephanie Auer, comisaria asistente de la muestra "Klimt, inspirado por Van Gogh, Rodin, Matisse...", que se inauguró en la galería Belvedere.Expoliada por los nazisEn junio de 1938, poco después de que Austria fuera anexionada por la Alemania nazi, la empresaria logró huir de Viena y su fortuna fue confiscada. Dos años después, la pieza estaba en posesión del propagandista nazi Gustav Ucicky, del que se rumoreaba era hijo ilegitimo de Klimt.En el año 2013, su viuda lo vendió en una subasta por 103 millones de euros (112 millones de dólares), de los que tuvo que entregar la mitad a los herederos de Jenny Steiner. La pieza fue inmediatamente revendida por 168 millones de euros (183 millones de dólares), lo que hace de ella la séptima pintura más cara de la historia.En todo ese devenir, "Wasserschlange II" apenas se ha expuesto en un par de ocasiones al público en los últimos cien años. En Viena se vio por última vez en 1964. Y el pasado octubre fue exhibida cuando esta exposición se inauguró en el Museo Van Gogh de Ámsterdam, que ha organizado la retrospectiva en colaboración con la Belvedere.Traerla ahora a Viena tampoco ha sido fácil, debido al enorme coste de la prima del seguro, que sobrepasaba la capacidad de responsabilidad civil del Estado austríaco.Finalmente, el Museo Belvedere llegó a un acuerdo con los actuales propietarios, que asumieron los gastos extras del seguro a cambio de un proceso de restauración y de análisis realizado por los expertos del museo, el más importante del mundo en Klimt y que acoge su obra más conocida, "El Beso". "La obra llegó en un estado excelente y sólo fueron necesarias pequeñas intervenciones", explica Auer.La técnica del besoA través de un análisis mediante distintas tecnologías, incluidas radiografías, infrarrojos y microscopios, se ha concluido que Klimt, que esa época experimentó con el uso de metales como la plata, el oro y el platino, empleó la misma técnica usada en "El Beso".También se ha comprobado que Klimt fue cambiando la composición del cuadro y la posición de las figuras. Con esta exposición se trata de mirar a Klimt desde la perspectiva de los artistas que lo inspiraron.Durante mucho tiempo, Klimt había sido visto como "un planeta que gira en su propio sistema solar", en palabras de la directora del Belvedere, Stella Rollig."Vemos a Klimt con nuevos ojos: como un artista abierto e innovador, que estudió otro arte, nunca ocultó sus fuentes, siempre sintió curiosidad por las nuevas tendencias e incorporaba sus sugerencias a su obra", explica Rollig.Entre las 90 piezas que forman la muestra, se cuentan, más allá de la obra de Klimt, ejemplos de Van Gogh, Matisse, Rodin Toulouse-Lautrec, Monet, Cézanne y Margaret Macdonald Mackintosh. Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Así lo adelantó en declaraciones a EFE antes del recital "¡Celebración!", que ofrecerá en Valencia con invitados especiales, como los cantantes Joan Manuel Serrat, Miguel Poveda y Antonio José, así como su hija."He cambiado y espero que para bien -explicó-. He aprendido mucho, algunas cosas más que otras, pero creo que he aprendido; me conozco un poco mejor, la edad te da cierta serenidad también y ya conozco bien mi profesión, y aunque ha cambiado mucho el mundo de la música, hacer canciones y cantarlas... Eso no ha cambiado".La artista se siente "emocionada" y "nerviosa", admite, pues en este concierto, además de ser el inicio de la gira, también se grabará su disco nuevo."Hay muchas cosas que pueden fallar, incluida mi voz, ¡ojalá no!, pero también estoy muy emocionada porque me voy a reencontrar con canciones que hace mucho que no canto y con un público que está esperando también escucharlas y con una banda maravillosa que me acompaña, o sea, va a ser una noche de muchas emociones", comentó.Nacida en París hace 59 años y criada en España, Sole Giménez reconoce que llegar hasta aquí "no ha sido fácil"; y sobre los artistas que la acompañan, lo tiene claro: "¡Es que no me lo creo!".Tras elogiar la categoría profesional y humana de Miguel Poveda y Antonio José, asegura que "el gran maestro Serrat" es para ella "un referente".Tenerlo al lado en el escenario "es un auténtico regalo", como pasó, al revés, hace unos meses, cuando ella participó como invitada en el segundo de los recitales de despedida de Serrat, también en Valencia.¿Y cuál es el secreto para estar 40 años en la música? "Lo único que sé es que he trabajado muchísimo, no he dejado que lo hagan otros, lo he hecho yo y lo he hecho a todos los niveles. Es trabajo, trabajo y trabajo, implicación, compromiso, responsabilidad y amor, amor por la música y por lo que haces", resaltó.Respecto a la gira, avanzó que su intención es ir a todas las ciudades posibles y también, evidentemente, saltar el océano "y estar en Latinoamérica: México, Chile, Colombia…"."Creo que es un repertorio que nos va a llevar por muchos sitios porque hay mucha gente deseando escucharlo de nuevo. Hace mucho que no canto bastantes de estas canciones", concluyó. Le invitamos a conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"Pessoa, el hombre de los sueños" (Ediciones del subsuelo) es la biografía de setecientas páginas en las que Manuel Moya (Fuenteheridos, España, 1960) trata de acabar con la leyenda de que Pessoa careció de vida."Fue un hombre de su tiempo que leía y componía novelas policiales, que se interesó por el ocultismo y los alienistas, que participó en la opinión pública, que fue inventor, publicista, editor, traductor, bebedor, hacedor de horóscopos, poeta vanguardista, creador de heterónimos, y, sobre todo, un escritor exigente", dice a EFE el biógrafo.Moya decidió escribir esta biografía al comprobar que "cosas que había escuchado y repetido sobre Pessoa no eran del todo ciertas, como que era un tipo indolente, triste y solitario, casi fantasmal, que no tenía biografía, que era prácticamente inédito y que había vivido de espaldas a su tiempo; todo eso pertenece a la leyenda, al mito que todos hemos construido sobre Pessoa y que no se corresponde con la verdad".Vivió las vanguardiasPessoa, según Moya, "fue de carne y hueso, vivió en un tiempo difícil, pero a la vez fascinante; nació en la Lisboa de 1888, en pleno decadentismo, con las caídas de las monarquías, la revolución industrial y el colonialismo que desembocaron en la Primera Guerra Mundial; vivió en primer plano el colonialismo, su juventud transcurrió en Sudáfrica, vivió las vanguardias, inventó ismos como el Paulismo, el Interseccionismo o el Sensacionismo..."También vivió la expansión de Lisboa, la caída de la monarquía en Portugal, la convulsa República, la dictadura salazarista y estuvo "muy presente y muy vivo intelectualmente cuando todo esto sucedía; todo eso lo vivió en primera persona, a pie de calle... Él hubiera querido recluirse en la torre de marfil, pero no fue así".A casi un siglo de la muerte del autor del "Libro del desasosiego", su biógrafo asegura que "es necesario formular un Pessoa nuevo, si cabe más fascinante que el que conocemos; había que hablar de sus penurias, de su alcoholismo, de su vida política, todo lo cual puede ser incómodo pero hace mucho más real al personaje"."El trabajo del biógrafo de hoy día no está tanto en desentrañar novedades en torno a la vida de Pessoa, cuanto en limpiar toda esa maraña de equívocos que se ha montado a su alrededor; he tratado de reconstruir su vida no con suposiciones sino con datos concretos que ayuden a saber más del personaje", insiste.Para Moya, "hay aspectos de Pessoa que se han mantenido más o menos ocultos y otros que se han sobredimensionado; entre los primeros su actividad política y sus simpatías por gobiernos no democráticos, justificando la dictadura, o su alcoholismo. Entre los segundos, su visión ocultista, que le da un aspecto misterioso. Estuvo muy interesado por el ocultismo, pero creo que a distancia, sin llegar a creérselo demasiado".Constructor de mundos"Fue un constructor de mundos y de sueños, o de mundos-sueños y eso, el alcoholismo, la heteronimia, el esoterismo, el sueño, la locura... eran temas que a la fuerza habrían de interesar a un escapista en el sentido de soñador, como él era", añade sobre Pessoa, a quien considera "uno de los escritores y personajes más fascinantes del siglo XX".Contra la creencia común, Moya mantiene que fue "un hombre sociable, muy sociable aunque rutinario, y que durante horas se encerraba en su mundo, porque de no ser así no hubiera dejado casi 30.000 documentos... Pero nada que ver con el tipo huraño y solitario que se nos ha contado, visitaba con frecuencia a sus familiares, acudía a varias oficinas, se reunía en tertulias, tenía amistad con sus vecinos, con los tenderos, con los barberos, con los camareros, tenía amigos o conocidos en todas partes aunque fuese celoso de su intimidad".Fue también Pessoa "un trabajador incansable; lo intentó todo, pero en todo fracasó; un soñador que carecía de dinero y tenía que buscarse la vida como dios le diera a entender... Otro de sus mitos es que publicó poco en vida y no es cierto: Publicó más de doscientos poemas en diarios y revistas, folletos y trescientos artículos, fue traducido en vida al español y al francés, se hicieron ensayos sobre su obra estando vivo, se le hicieron entrevistas, publicó cuatro libros, tres en inglés y uno solo en portugués. Fue considerado el más grande poeta portugués del momento". Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
En paralelo, según confesó en rueda de prensa en Barcelona, empezó "un fenómeno muy extraño", puesto que mi padre me hablaba todo el rato dentro de mi cabeza, lo que no había pasado nunca, en un diálogo que, seis meses después, continuaba".Ante ello, cogió el bolígrafo y una de sus muchas libretas y se dejó guiar por la voz de su progenitor para construir este artefacto literario, en el que se transmuta en Patrick, dándose cuenta durante el proceso de escritura de una idea: "Yo nací cerca de la muerte, gracias al poder de la palabra de mi padre, con lo que no debe ser casualidad que me haya transformado en escritora".Publicado por Anagrama, Nothomb (Etterbeek, Bélgica, 1966), nunca pensó que haría un libro sobre su padre por "una razón muy curiosa e idiota, porque pensaba que no moriría nunca".En "Primera sangre", Nothomb descubre la infancia de él, con episodios hilarantes, así como el momento más trascendental de su vida, cuando ante un pelotón de fusilamiento, en 1964, en el Congo, se salvó en el último segundo de una muerte segura.Una tragedia en el CongoEn primera persona del singular masculino, rememora en la obra cuando Patrick era muy joven, a los 28 años, y siendo cónsul en el Congo, al inicio de su carrera diplomática, "vivió una tragedia, el mayor secuestro de rehenes del siglo XX, unas 2.000 personas, a manos de unos rebeldes, convirtiéndose por su cargo en el portavoz de toda aquella gente"."Cada mañana -contó- los rebeldes los ponían a todos en fila y les decían que los matarían. Y mi padre decía que sí, pero que primero tendrían que hablar. Y empezaba a hacerlo, sin parar, hasta que llegaba la noche, todos tenían sueño y se iban a dormir, salvando la vida hasta el día siguiente".Con la nueva jornada volvía a empezar el mismo ritual, "defendiendo Patrick la palabra, transformado en Sherazade (la protagonista de "Las mil y una noches), hasta que un día, los rebeldes ya muy nerviosos, dijeron basta y le llevaron a él ante un pelotón de fusilamiento de doce hombres", como se lee al principio de la novela."Mi padre -prosiguió- pensó que moría y en lo que era el último segundo de su vida apareció el jefe de los rebeldes y dijo que aquello era una broma y que no dispararan. Ese hombre le preguntó si tenía hijos y él respondió que dos, repreguntándole si querría un tercero. Mi padre le contestó: eso dependerá de usted, señor presidente. Una frase genial, de la que yo soy fruto, porque fue allí cuando decidió que tendría un tercer hijo, yo".Escribiendo la obra se ha dado cuenta, asimismo, "de la carga que esto significa" para ella.Otros protagonistas de la historia son la distante madre de su progenitor y, especialmente, el abuelo de su padre, Pierre Nothomb, propietario de un castillo en el sur de Bélgica, aristócrata venido a menos hasta el punto de que dos de sus trece hijos murieron de hambre.A pesar de que su padre adoraba a Pierre, ella, que no lo llegó a conocer, lo "detesta", tanto porque "escribía una poesía ridícula, terrible, como porque no alimentaba a sus hijos, aunque aquí, como quien habla es mi padre, intenté entender la seducción que ejercía -comentó-".Preguntada si ha sido más difícil ser Jesús, como en su anterior título "Sed", o ahora su progenitor, precisó que ha sido "diferente", porque el libro sobre Jesucristo lo llevaba preparando desde niña, a lo largo de cincuenta años, y este nunca lo planteó.Por otra parte, desveló que el libro sí le ha permitido acabar haciendo el duelo por la muerte de su padre: "He ido más allá, porque mi padre murió bien y al final del libro dejó de hablarme dentro de la cabeza, noté que estaba contento".Con la sensación de que ahora también le conoce mejor, avanzó que, si en sus dos últimos libros ha tratado sobre "el padre y el hijo", ahora lo que vendrá es el "espíritu santo". Le invitamos a conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.