Publicada en español por Tusquets, la última novela de Murakami es una historia sobre un amor perdido, la identidad y el autodescubrimiento.Haruki Murakami (Kioto, 1949) debutó en la literatura con 'Escucha la canción del viento' (1979).En español se publicaron sus novelas 'Tokio blues' ('Norwegian Wood'), 'Crónica del pájaro que da cuerda al mundo', '1Q84' y 'La muerte del comendador', entre otras, además de libros de relatos y ensayos como 'Underground', 'De qué hablo cuando hablo de correr', 'De qué hablo cuando hablo de escribir' o 'Música, solo música', además de dos relatos ilustrados, 'La chica del cumpleaños' y 'Tony Takitani'.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.El escritor japonés recibió numerosos premios, entre ellos el Noma, el Tanizaki, el Yomiuri, el Franz Kafka, el Jerusalem Prize o el Hans Christian Andersen, y su nombre suele barajarse reiteradamente como candidato al Nobel de Literatura, que aún no ha logrado.En España mereció el Premio de narrativa Arcebispo Juan de San Clemente, la Orden de las Artes y las Letras (concedida por el Gobierno español), el Premi Internacional Catalunya 2011 y, recientemente, el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2023.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Murakami (Kioto, 1949) y Kawakami (Osaka, 1976), referentes de distintas generaciones de la literatura contemporánea nipona, volvieron a coincidir así en el auditorio Okuma de la Universidad de Waseda, el mismo escenario donde aparecieron juntos en 2019 para leer obras que no habían visto la luz y mantener un diálogo literario.Unas 1.100 personas asistieron a esta cita literaria celebrada en la víspera en la Casa Internacional de Literatura de la Universidad de Waseda (Biblioteca Haruki Murakami), en una de las escasas ocasiones en la que este autor aparece en público, y el primer evento destacado desde que recogió el Princesa de Asturias en España el pasado octubre.En el acto, llamado 'Authors Alive, versión especial Haruki Murakami vs Mieko Kawakami. Sesión de lectura Búhos de primavera', Murakami presentó un relato llamado 'Kaho' (nombre femenino), que según dijo había escrito apenas unos días atrás, y cuyo contenido no está permitido reproducir."Escribir una obra nueva para leer en público es una tarea difícil, porque hay que adecuar la forma de escribirla y su contenido. Además, es cierto que tiene que ser ciertamente corta porque si no, no da tiempo a leerla hasta el final".Kawakami, autora del éxito editorial internacional y Premio Akutagawa 2007 para autores nipones emergentes 'Pechos y huevos', presentó por su parte su relato inédito 'Watashitachi no doa' ('Nuestra puerta').💬 Conéctese a nuestro canal de Whatsapp para que conozca todas las novedades de la cultura. En el evento también participó el actor Yoshiyuki Ozawa, hijo del director de orquesta japonés Seiji Ozawa, fallecido el mes pasado a los 88 años y considerado una de las figuras niponas más relevantes de la música clásica.Ozawa, cuyo padre es coautor de un libro de conversaciones sobre música junto a Murakami, leyó parte de 'Escucha la canción del viento', novela debut del autor nipón publicada originalmente en 1979.Murakami afirmó que "no recordaba nada" al escuchar los fragmentos de su obra primigenia, ya que no suele leer sus textos tras publicarlos, según dijo.El literato nipón, ataviado con vaqueros, chaqueta y zapatillas deportivas, también intercambió bromas con Ozawa, mostrando la relación cercana que mantiene con él además del que fuera su padre, y expresó públicamente su pésame por la muerte del músico nipón.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El escritor está en la ciudad española de Oviedo (norte), donde el viernes recibirá el Premio Princesa de Asturias de las Letras. Para el autor de "Tokio blues", "la cabeza del ser humano es capaz de funcionar incluso con fallos, pero un ordenador no es así".Su desconfianza hacia la Inteligencia Artificial la hace extensiva a las redes sociales, pese a haber puesto en marcha iniciativas como la de un consultorio con sus lectores a través de una página web, una experiencia que reflejó en uno de sus libros."He probado un poco las redes sociales, pero llegué a la conclusión de que no me sirven, así que no las uso ahora", reflexiona Murakami tras lamentar que, en un primer momento, podrían ayudar a crear una democracia "de alguna forma nueva" y haber terminado "decepcionado".La influencia de las redes sociales y del proceso de digitalización pueden hacer que a una gran mayoría de usuarios de internet el ritmo de las novelas les parezca "muy lento", señala el escritor japonés más leído del mundo, aunque a la vez se mostró convencido de que las obras literarias "perduran más"."Por eso tengo fe en el poder de las novelas y de las historias. A lo mejor hay muy poca población en el mundo que acepta una información más tardía o lenta. Aunque sea el diez o incluso el cinco por ciento, confío mucho en la fuerza de esas personas", subrayó."Solo escribo lo que me da la gana"Murakami, que ya fue premiado en otras ocasiones en España, asegura sentirse "agradecido" por un galardón para el que, al igual que para el Nobel, sonaba hace décadas.El jurado reconoció su capacidad para expresar algunos de los grandes temas y conflictos de nuestro tiempo como la soledad, la incertidumbre existencial o la deshumanización en las grandes ciudades, además de un carácter de "puente" entre la cultura oriental y la occidental del que él reniega."Yo solo escribo lo que me da la gana y no pienso nada sobre desempeñar un papel del Este o del Oeste, ni en servir de puente", advierte Murakami, que llegó a la literatura tras años como traductor de autores como Truman Capote, Scott Fitzgerald, J.D. Salinger, Raymond Caver y John Irving, a los que leyó en inglés en su etapa en el instituto.Así, cuando decidió cerrar el bar de jazz que regentaba en Tokio junto a su esposa para dedicarse por completo a la literatura, su "desafío" consistió en cómo expresarse en lengua japonesa a partir de la innegable influencia que habían tenido sobre él esos autores.Libros, música y gatosCatalogado inicialmente como autor de culto y convertido después en uno de los escritores más vendidos del mundo, un Murakami esquivo con los actos públicos admite no sentirse "cómodo" con ser famoso, dado que se considera "una persona íntima que escribe historias íntimas"."Prefiero una vida tranquila. Estoy feliz solo con tener conmigo libros, música y gatos. Aun así, me alegro mucho de que me lea mucha gente", afirma el autor de "Baila, baila, baila", reconocido melómano, aunque confiesa orgulloso haber sido capaz de alejar la música de sus últimas novelas.No obstante, advierte, la música le sale "naturalmente" y siempre le acompaña. "Al levantarme y cuando empiezo a escribir escucho música clásica. Cuando corro o conduzco el coche, escucho rock y por la noche, jazz", afirma sobre la dieta musical que sigue a diario. Y recuerda, también con agradecimiento, la propuesta de Patti Smith de que el Nobel otorgado a Bob Dylan debió ser para él.A sus 74 años Murakami también se muestra satisfecho y sin arrepentirse de haber cerrado a finales de la década de los años 70 su club de jazz en Tokio, el Peter Cat: "Me vino bien trabajar todo el tiempo concentrándome en escribir como un escritor dedicado solo a ello. Fue muy difícil compaginar dos profesiones", recuerda.Escuche lo mejor de la música clásica por la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Shinchosha también dio a conocer la portada que llevará la novela en Japón, donde se puede ver una especie de pasadizo, así como una breve descripción de la trama, que parece indicar que podría tratarse de una historia de misterio."Se debe ir a esta ciudad. A costa de todo. Como en un viejo sueño, se abre una estantería escondida y se despierta la historia sellada, que empieza a moverse", detalla el comunicado de la editorial que dice que este libro refleja "el mundo de Murakami 100 % y hace temblar el alma".La novela, de unas 1.200 páginas, será la primera del escritor en seis años, tras publicar en 2017 "Killing Commendatore" (La muerte del comendador), y la primera que se publicará simultáneamente en papel y en formato electrónico.El 13 de abril será la fecha de publicación en Japón, donde tendrá un precio de 2.970 yenes (unos 21 euros), pero todavía se desconoce la fecha de lanzamiento en otros países.Nacido en Kioto (oeste de Japón), Murakami, de 74 años, debutó en la literatura con la novela "Hear the wind sing" (Escucha la canción del viento, 1979) y es conocido por obras como "Norwegian wood" (Tokio blues, 1987), "Kafka on the shore" (Kafka en la orilla, 2002) o las más recientes "1Q84" (2010) y "Men without women" (Hombres sin mujeres, 2014).Sus obras han sido traducidas a más de 50 idiomas y su trayectoria ha sido reconocida con numerosos premios, entre ellos el Noma, el Tanizaki, el Hans Christian Andersen, el Franz Kafka o el Jerusalem Prize. Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Enfrentarse a una cinta de 179 minutos en un mundo hiper-conectado y lleno de cientos de estímulos por segundo podría resultar una odisea. Drive My Car, sin embargo es una oda a la belleza contemplativa, una revolución global en el séptimo arte acostumbrado desde tiempos inmemoriales a la acción sin sentido, a la demostración económica de los grandes estudios y las plataformas de streaming en narrativas muchas veces opacadas por la grandilocuencia vacía de una imagen estéticamente bella.Esto se entiende mejor en palabras del filósofo y ensayista Byung Chun Han: “La era de la prisa, su sucesión cinematográfica de presencias puntuales, no tiene acceso a la belleza ni a la verdad. Sólo en una contemplación prolongada, incluso en una moderación ascética, las cosas descubren su belleza, su esencia fragante”. Y Drive My Car tiene eso como premisa fundamental: abordar la historia sin intermedios, cortes o bifurcaciones, dándole el debido tiempo que ocupa la realidad misma en historias similares que transcurren en lo cotidiano. En la vida real no hay saltos de guion, ni botón de adelantar.La película de Hamaguchi estrenada en el Festival de Cannes y con cuatro nominaciones al Óscar en las categorías de Mejor director, Mejor guion adaptado, Mejor película internacional y Mejor película (siendo la primera película de origen japonés en esta última categoría) es un elogio a la simpleza técnica, la pureza fotográfica y una sutil mirada a uno de los temas que más espinas genera en la mayoría de las culturas: el duelo. Pero cuidado, no se queda solo allí.No se trata de un filme con giros argumentales gigantes o sorpresivos, su grandeza no radica allí y eso no equivale a que parte fundamental de su éxito no recaiga en la adaptación del cuento. Su grandeza radica en plantear un cambio en la forma común de representar los sentimientos en pantalla. Solemos recurrir a las metáforas como un círculo común de expresión, a imágenes preconcebidas de cómo debemos sentir, cómo actuar y qué decir. Pareciese que tuviésemos un libreto para expresar lo que sentimos.Aquí no. Aquí la vida es retratada tal y cómo es. Con la parsimonia de las horas mientras cualquier tragedia ocurre y no da espera de sentar bases.Podríamos dividir de forma fácil, la película en dos grandes partes: la primera, si se quiere, un prólogo del drama. Conocemos la cotidianidad de los personajes en los que rondará la historia. Kafuku, un director y actor de teatro consolidado que trabaja en adaptar la famosa obra de Chejov Tio Vania (un guiño al corazón de la trama si se quiere, en términos de agobio existencial). También aparecen en escena Oto, la esposa de Kafuku, una aclamada guionista y un tercero en escena que será Kōji takatsuki, un joven actor en crecimiento.De repente, pasada la primera media hora, la vida de Kafuku cambiará para siempre. Primero un glaucoma que le impedirá conducir a futuro su coche, después, encuentra a su esposa siéndole infiel con el joven actor. Por último, su esposa aparece muerta por una hemorragia cerebral.Y sin embargo, Kafuku no parece derrumbarse. Al menos no como estamos acostumbrados a verlo en pantalla. El único asomo de desdicha es un quiebre en medio de una de las presentaciones de Tio Vania. Esto abre paso a la segunda parte de la historia.Dos años después, el protagonista acepta una residencia en Hiroshima donde volverá a dirigir la obra de Chejov. Allí conoce a Toko, una conductora asignada que le da el teatro mientras dura su estadía. Este es el corazón de la trama: El carro desde siempre ha sido el lugar seguro del protagonista. En él, repasa los fragmentos de las obras que dejó grabada su esposa en un momento también de introspección rutinario. Compartirlo, dejar que otra persona tome las riendas de ese “safe place” construido en soledad es una transgresión.Poco a poco las conversaciones entre pasajero y conductora se hacen más íntimas. Comparten secretos, culpas, dolores, cargas. No hay consejos, no hay moralidad. Solo hechos. Aunque la herida sean los otros o el infierno como alguna vez declaró Sartre, también son la salvación parece decirnos Hamaguchi y Murakami. Al final, en un viaje compartido a la casa de infancia de Toko, las heridas parecen cerrarse. (Eso no quiere decir que caigan en el olvido).Lo más importante de todo este viaje, es que "no existe una escuela que enseñe a vivir" como cantaba alguna vez Mercedes Sosa. O en una frase de Sabato: “Aunque terrible es comprenderlo, la vida se hace en borrador, y no nos es dado corregir sus páginas.” Quizá “Drive My Car” tampoco sea un manual para seguir al pie de la letra sobre la vida, pero si de algo podemos estar seguros es que nos ayudará a comprenderla un poco mejor después de verla.Por supuesto no será sorpresa si se lleva la mayoría de los galardones a los cuales fue nominado en la 94.ª edición de los Premios Óscar. Será recordada como un clásico atemporal del cine contemporáneo. No olvide conectarse a nuestra Señal en Vivo.
Uno de los elementos centrales de las obras de Murakami es su gran componente musical, una pasión confesa del autor. En «Música, solo música» publicada en 2011, Murakami ahonda en el Jazz y la música clásica de la mano de Seiji Ozawa, así que si son amantes de la música y su historia, este es un episodio para ustedes. Nos encuentran en todas las redes sociales como @HJCKRadio y pueden escuchar la serie completa en hjck.com.
"Ya sea fácil o difícil, seguimos creando canciones porque es lo que sabemos hacer", expuso Tennant, que consideró que siempre han sido un dúo con una fuerte identidad musical, también presente en este disco.Durante la presentación del álbum, que ocurrió el pasado lunes, tanto el cantante como Lowe respondieron a preguntas del periodista del medio The Guardian Alexis Petridis y hablaron de distintos temas, entre los que destacó la actualidad musical y la nostalgia.Todo ello después de que el público asistente escuchara en exclusiva las diez canciones que componen Nonetheless algunos días antes de su estreno el viernes 26 de abril.Lo nuevo frente al pasadoEn el álbum, Lowe y Tennant presentan una propuesta con ritmos de los Pet Shop Boys de siempre, pero con inspiración que se puede considerar actual, con restos de trap y techno, e incluso un rap en algunas de sus canciones, como A New Bohemia, la favorita del vocalista.Pese a todo, Lowe aseguró que él nunca ha tenido "mucha conexión con la música pop", al contrario que Tennant, quien sí presta atención a las tendencias musicales.No obstante, señaló que conocía mucho más la escena musical de los 80 y los 90, cuando ambos formaban parte de ella, pero de la que reconoció que ya no son parte."Como artista, más o menos sientes cuándo el interés del público viene y cuándo se va", apuntó el cantante.Preguntados sobre la nostalgia del pasado, temática que se sitúa como centro de muchas de las obras artísticas actuales, Tennant indicó que incluso los años 90 fueron nostálgicos.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí."Quizás los años 80 fueron el último período de creatividad musical", agregó el vocalista, quien se encargó de responder a la mayoría de las preguntas del periodista y del público, frente a los comentarios puntuales y matizaciones de su compañero Lowe.Un álbum de pandemiaLos artistas no solo se diferenciaron en la cantidad de respuestas, sino también en el atuendo.Mientras Tennant llevaba un 'look' más formal, vestido totalmente de negro con un pantalón liso y una camisa de pana, Lowe acudió al evento de forma más casual, con una sudadera negra, unos vaqueros, una gorra de camuflaje y sus características gafas de sol."Creo que, sin quererlo, a veces parecemos un poco arrogantes", bromeó Tennant, sobre su relación con su audiencia.Ambos artistas crearon su último álbum durante la pandemia, intercambiando letras —Tennant— e instrumental —Lowe— a distancia, un tiempo en el que ambos echaron la mirada atrás."Puede ser la edad; cuando te haces mayor, miras atrás y recuerdas personas y anécdotas", expresó.Nonetheless, álbum recorrido por la nostalgia, los recuerdos y la búsqueda de respuestas, será lanzado el próximo viernes 26 de abril, con diez canciones entre las que se encontrarán las ya publicadas Loneliness o Dancing Star.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Con libros y pancartas cientos de miles de estudiantes y ciudadanos de Argentina salieron a las calles de Buenos Aires, y al menos catorce provincias, para exigir el derecho a la educación y protestar frente a los recortes presupuestales a la educación superior del Gobierno presidido por Javier Milei.“Hasta mayo o junio podemos funcionar con muchos recaudos y cuidando el dinero”, dijo Ricardo Gelpi, rector de la Universidad Buenos Aires, una de las más prestigiosas de ese país durante una entrevista en la emisora local Radio Mitre el 29 de marzo.Estas declaraciones se enmarcan en la crisis financiera que vive el sector de la educación superior argentina tras el anuncio del Gobierno en el que les asignó el mismo presupuesto que en 2023.Aunque no suene una medida “extrema”, si se tiene en cuenta la inflación de ese país, el anuncio significa una reducción de más del 60 % en el presupuesto de las universidades públicas del país.Las calles de Buenos Aires al unísono de "La UBA no se vende, la UBA se defiende" nos recuerda parte de la historia del país de Mercedes Sosa. Episodios oscuros de violencia y represión que marcaron a la Argentina, como la dictadura militar que se instauró en 1976, rememoran el poder que ha tenido el arte y la música para resistir, antes, frente a la violencia estatal, violencia física y ahora, frente al riesgo que se manifiesta en medidas políticas.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.En enero de este año, se dio a conocer una carta titulada “La cultura está en peligro”, en la que Charly García, Fito Páez, León Gieco, Cecilia Roth, Claudia Piñeiro y Leonardo Sbaraglia y más de 20.000 argentinos rechazan las reformas en el sector cultural impulsadas por Milei, otro de los sectores afectados por su política presupuestal de “motosierra”."La cultura es identidad. La cultura es lo único que no se puede importar. La hacen los pueblos. Queremos seguir teniendo una identidad propia como Nación. De otro modo solo nos quedará el destino triste de no ser. De eso se trata esta lucha. Un país es tan grande o tan pequeño como la medida de su proyecto cultural", se lee en la misiva.Ese pedido por preservar su identidad a través de la cultura, de hacer memoria y de ser también lo han manifestado en su arte y en sus canciones. Piero, María Elena Walsh y Charly García son solo algunos de los artistas que han entregado mensajes que se oponen a la violencia y represión, que recuerdan su historia y que la gente ha adoptado como suyas. Sus letras son himnos a través de los que Argentina ha construido una memoria colectiva, estas son algunas de las más representativas.“Como la cigarra” (1973), María Elena WalshEsta obra es una de las canciones más icónicas de la reconocida compositora, escritora y cantante argentina María Elena Walsh. Su letra está cargada de metáforas poéticas que hablan sobre la fuerza del espíritu humano y la capacidad de renacer a pesar de las adversidades.Pese a que fue publicada en 1973, no fue popular de inmediato, durante la dictadura militar argentina fue prohibida y a la par que la represión crecía, el significado de esta canción cambiaba para representar la situación del país. Walsh fue exiliada, al igual que Mercedes Sosa, quien la grabó en 1978, convirtiéndola en un himno.“Para el pueblo lo que es del pueblo” (1973), PieroLa letra de está canción es una crítica a la injusticia social, la opresión y la desigualdad. Piero habla de la pobreza, la represión política y la lucha de clases, instando a la población a levantarse contra la injusticia y reclamar lo que legítimamente les pertenece. Al igual que el álbum homónimo del que hace parte, fue prohibido durante la dictadura militar, y al igual que muchos artistas, tuvo que exiliarse. Solo hasta 1983, cuando regresó la democracia a Argentina, el disco fue reeditado.“Los dinosaurios” (1983), Charly GarcíaUna metáfora, en los años en los que Argentina vivió los últimos días oscuros de la dictadura militar, García hablaba de la desaparición de los dinosaurios, también de la desaparición de seres queridos, de los amigos del barrio o de los cantores de radio. Todo está dicho.“Sobreviviendo” (1984), Victor HerediaLa letra de esta canción relata la experiencia de un pueblo que ha sufrido la opresión y la violencia, pero que aún así encuentra la fuerza para resistir y seguir adelante. La canción es un testimonio de la lucha y la perseverancia del pueblo argentino en tiempos de adversidad, y al igual que varias de las canciones de esta lista, solo pudo ver la luz una vez terminaron los años de censura.“Nunca más” (2005), Teresa ParodiLa necesidad de seguir alzando la voz y manifestarse, en la calles, en la academia, o en la música la manifestó acertadamente Teresa Parodi, cantante y la primera ministra de Cultura de Argentina en una entrevista con el medio uruguayo Brecha, en octubre de 2023:“Quizás nosotros nos creímos que había cosas sobre las que ya no había necesidad de seguir hablando. Es muy ahora lo que nos pasa como para pensarlo en perspectiva, y quizás tenga que pasar un poco de tiempo para mirar más de lejos esta situación, pero creo que tiene que ver con que, a lo mejor, dejamos de repetir algunas cosas. Que existieron las torturas, los centros clandestinos. Que la democracia, si bien tiene 40 años, es algo nuevo. Y aunque estén las madres y las abuelas, aunque aparezcan los nietos recuperados, la militancia no debe parar nunca”.“Desapariciones” (1992), Los Fabulosos CadillacsQue alguien me diga si ha visto a mi hijoEs estudiante de pre medicinaSe llama Agustín y es un buen muchachoA veces es terco cuando opinaLo han detenido, no sé qué fuerzaPantalón blanco, camisa a rayasPasó anteayerEn 1984 Rubén Blades presentó Desapariciones, una canción habla del dolor de los secuestros, las desapariciones y los asesinatos extrajudiciales que aún hoy siguen siendo una realidad de muchos de los países sudamericanos.Caso tras caso, la letra de esta canción habla del dolor de las personas buscadoras, y en la voz de Vicentico y los Fabulosos Cadillacs, quienes hicieron su versión en 1992, nos remonta a la lucha incansable de las Madres de Plaza de Mayo por recuperar a los desaparecidos.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Este martes, 23 de abril, miles de personas de toda Argentina salieron a las calles a marchar por la propuesta de reducir el presupuesto para la educación superior pública en el país. El presidente Javier Milei desea implantar la política de la “motosierra” para reducir la participación del Estado en áreas públicas, como la educación, para estabilizar la economía argentina.El presupuesto destinado para la educación será el mismo del 2023 son contar que Argentina tiene una inflación del 290%, esto implica reducir costos en salarios, despido de funcionarios y afectaciones en la calidad de la educación.“ ‘Vamos a tener que dejar de funcionar’, dijo a una emisora local Ricardo Gelpi, el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), la institución pública que cuenta con más de 300.000 alumnos y que está catalogada entre las mejores de América Latina”, según la BBC.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.Según el rector ese recorte de presupuesto tendría repercusiones en los salarios, en la calidad de la educación y en los cinco hospitales que están bajo el cargo de la Universidad de Buenos Aires."Al ritmo al que nos están dando dinero, solo podremos funcionar entre dos y tres meses", aseguró el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), a la agencia AFP. En Argentina, alrededor de 2,2 millones de jóvenes estudian en universidades públicas como la de Buenos Aires, la Universidad de La Plata o la Universidad Nacional de Rosario.El estudiante Pablo Vicenti, de 22 años y en tercer año de Medicina en la UBA, se dijo indignado por "el ataque brutal del gobierno" a la universidad pública. "Quieren desfinanciarla con un cuento falso de que no hay plata. Sí tienen, pero eligen no gastarla en la educación pública", declaró a la AFP.El rector de la Universidad Nacional de San Luis, Víctor Moriñigo le mencionó lo siguiente a la AFP: "de las cuatro categorías docentes, tres han caído bajo la línea de pobreza", al dar cuenta de una escala salarial docente cuyo piso es de 100.000 pesos mensuales (112 dólares).Portavoces de la Universidad de Buenos Aires anunciaron que el martes se reunió medio millón de personas en la capital argentina para exigir una educación pública digna para toda la comunidad educativa.El presidente Javier Milei anunció en la red social X que no cerrarán las universidades y proclamó una carta en contra de la oposición que salió a marchar el día martes: “En ningún momento el gobierno nacional insinuó la intención de cerrar las universidades nacionales. Lejos de eso, ya el día anterior a la manifestación de ayer estaban hechos los giros de recursos para los gastos de funcionamiento de todas las universidades nacionales. Pero como la clase política no deja pasar ninguna oportunidad para defender sus privilegios, montaron sobre una consigna justa un acto netamente político de oposición al gobierno”.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Luego del reciente anuncio de la gira de conciertos de Coldplay por toda Europa, la Fundación 1+1 y la Orquesta Filarmónica de Medellín se unen en una noche de color, amigos y britpop para cantar los grandes éxitos de la banda británica en tributo sinfónico. Esta será una oportunidad de vivir la música de Coldplay en una nueva experiencia, un viaje sonoro y emocional.En Coldplay tributo sinfónico se escucharán canciones como A sky full of stars, Clocks, Viva la vida y The scientist, entre otros grandes éxitos, este evento presenta en escena a más de 100 músicos de la Orquesta Filarmónica de Medellín y la Banda 1+1. Cuenta con arreglos musicales de Julio César Sierra y Juan David Osorio, director del concierto.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.“...se tributará a una banda icónica que sigue vigente en la actualidad, que ha marcado un camino, no sólo sonoro, sino también con su postura social y ambiental. Además del poderoso sonido de Filarmed, vamos a tener la participación de la Banda 1+1 integrada por artistas colombianos con voces y talentos impresionantes”, menciona Juan David Osorio, director de la banda. La Orquesta estará acompañada por la Banda 1+1, integrada por los cantantes Alejandro Cuevas, Carlos Andrés Agudelo y Eliana Piedrahíta; los guitarristas Pablo Castaño y David Escobar; el baterista Diego Vásquez, el bajista David Sánchez y en el teclado Cristian Hernández y Adelaida Oesch.El concierto será el próximo sábado 27 de abril a las 8:00 p.m. en el Teatro Metropolitano de Medellín, la boletería se divide en $107.000 y $154.000 y están disponibles en tuboleta.com y taquilla del Teatro. No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Una banda y un artista que han marcado el nuevo tropicalismo latinoamericano de los últimos 20 años. Cultura Profética y Vicente García compartirán tarima el próximo 14 de diciembre en el Movistar Arena de Bogotá. Cultura Profética y Vicente García se han consolidado como dos de los actos favoritos del público bogotano y su concierto en conjunto será un encuentro definitivo con el destino, una muestra de fanatismo y romanticismo tropical como ninguna en 2024.“Mi balcón” fue esa primera colaboración entre Cultura Profética y Vicente García, una canción que en 2011 nos mostró la química musical entre el cuarteto puertorriqueños y el cantautor dominicano. Trece años después, se encontrarán, en vivo, en un único concierto para celebrar las canciones, los momentos sonoros y las voces de dos monstruos latinoamericanos.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.La dulzura y Camino al sol, que ganó el Latin Grammy 2023 a Mejor Álbum Folklórico, son los últimos discos de estos artistas.“Nos emociona confirmar el show de una de las bandas de reggae más importantes de Latinoamérica. Una vez más, gracias a Experiencias Aval, los clientes de los bancos Aval y dale! podrán acceder a la preventa exclusiva pagando con sus tarjetas débito y crédito.” expresó María Fernanda Sánchez, Gerente de Mercadeo & ESG de Grupo Aval en un comunicado.La venta para el público general está abierta desde el 24 de abril a las 10:00 a.m., a través de TuBoleta.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.