Volver al cine, el anhelo después del semi apocalipsis. Volver al cine a ver la película que llevo esperando años. Volver al cine con el corazón de una niña de 7 años que vivía en un cuento de hadas con muñecas y casas de ensueño, esa misma niña que un día creció para atravesar la barrera entre los mundos. Me senté en la silla correspondiente, lejos de mi madre porque la locura del estreno separó nuestros asientos, sin embargo, siempre la siento cerca. Una sala llena de camisas y accesorios color rosa callaba ante la presencia de la esperada Barbie y la liberación del oficio de ser madres cuando todavía somos niñas, el cuidado a muñecos bebés que jamás debimos criar. Llegamos a Barbieland, el mundo perfecto a los ojos de cualquiera, todo es brillo, plástico, música y baile; hasta que descubrimos que ya nuestros talones pisan el suelo y se nos ocurre la idea de morir. Ese mismo pensamiento que nos cuestiona cuando estamos en el camino para convertirnos en "adultas" y llegar al mundo real en el que todo está al reves. En medio de las risas y las referencias icónicas, Barbie refleja justo el sentimiento que carcome el corazón de vez en cuando: ¿por qué no soy suficiente?, no soy suficientemente buena en nada como para cumplir la expectativa, no voy a lograr ser mejor que esto. Así como ya lo ha hecho Greta Gerwig (la directora) en sus otras películas (Lady bird o Mujercitas), se ha reflejado a sí misma y me ha reflejado a mí, sentada en una sala llena de personas que han sentido lo mismo, que han sido Barbie. Hablar de las mujeres dentro del cine se ha hecho millones de veces, sin embargo, se omite la realidad de lo que sucede, pero Barbie nos regala una visión real de lo que es ser mujer en la sociedad, de lo que soy yo frente a otras mujeres, frente a los hombres y frente a mí misma. Greta Gerwig siempre ha sabido llegar en los momentos precisos a mi vida, supo como fui Ladybird, como fui Amy, Jo, Beth y Meg y como ahora soy Barbie, la que sueña con una Dreamhouse y que también aprendió a llorar con pocas lagrimas para después derramar mares. Con nostalgia aprendí también a ser una Barbie ordinaria, parece que no hay nada de malo en serlo y es parte del proceso para ser lo que quiero ser (que seguro descubriré pronto). Me di cuenta además que estoy hecha de los recuerdos de mi abuela y de mi madre como si fueran accesorios que vienen conmigo, así mismo estoy creando los míos. Una que otra lágrima se escapó por mi cara mientras se terminaba la película, recordé a esa niña que jugaba con barbies prestadas y reciclaba juguetes de sus primas, les lavaba el cuerpo, las vestía con la mejor ropa que tuviaran (así fueran solo dos vestidos) y ahora la vi crecer, la tomé de la mano mientras salíamos de la sala de cine y la abracé hasta que supe que era mi reflejo, al que tantas veces rechacé. Barbie logró que miles de mujeres abrazaran a su niña interior y a su nueva versión ilimitada, todo lo que somos en una sola, jamás en una caja y siempre listas para ser lo que querramos ser con todo lo que ello implica. Recuerde conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Se confirmó que el estreno de Barbie rompió el récord de asistencia en Colombia el día de su estreno (20 de julio). En su primer día, la película dirigida por Greta Gerwig tuvo un total de 449.725 espectadores. Sobrepasó a Avengers Endgame que tuvo 413.000 y Rápidos y Furiosos con 361,331. El triunfo de la cinta era esperado, ha sido una de las películas que más expectativa generó apenas se supo de su lanzamiento.Una de las razones que más emocionó al público fue que la dirección y la escritura estuvieran a cargo de Gerwig. Una directora y guionista estadounidense conocida por su trabajo en películas independientes aclamadas por la crítica, como Frances Ha y Lady Bird. También coescribió y codirigió la adaptación cinematográfica de Mujercitas (Little Women) en 2019.Gerwig hizo su debut como directora en solitario con la película Lady Bird en 2017. Esta comedia dramática semi-autobiográfica se centra en la relación entre una adolescente y su madre mientras navegan por los desafíos de la vida en la ciudad de Sacramento. La película se destacó por su guion inteligente y emotivo, así como por las poderosas actuaciones de Saoirse Ronan y Laurie Metcalf. Lady Bird fue un éxito de taquilla y recibió cinco nominaciones al Premio de la Academia, incluyendo Mejor Película y Mejor Dirección para Gerwig.Margot Robbie no solo fue la encargada de llevar a la vida real a la icónica muñeca, sino que también tuvo el papel de productora luego de que el proyecto pasara por muchas manos y muchas actrices. Esta película, que también es protagonizada por Ryan Gosling, cuenta la historia de la salida de la barbie estereotípica de barbieland a causa de estar “fallando” por pensar en la muerte y tener celulitis. Dice Barbie cuando deja de tener los pies empinados: “Si tuviera los pies planos, nunca usaría tacones”.Recién estrenada, la película ya tiene tantos seguidores como detractores. En Time se acabó de publicar una reseña de la crítica Stephanie Zacharek: “Es cierto que Barbie hace muchas de las cosas que nos han prometido: hay mucho burla amorosa de Barbie, y un montón de luces sobre los trajes. Pero ninguna de esas cosas la hace subversiva. En lugar de eso, es una película que está enormemente satisfecha consigo misma, que ha cortado una gran porción de pastel de plástico perfectamente moldeado y se lo ha comido, o fingido comer”.La cinta tiene muchos mensajes sobre el feminismo, el empoderamiento femenino y el patriarcado, sin embargo, lo mejor que hace esta cinta es poner de frente que pese al cambio de paradigma social, todos estamos en una constante lucha por ser quienes somos o por encajar en el mundo de las expectativas y las redes sociales. Por supuesto es un mensaje que se da directamente, no es necesario dar mil vueltas o escribir papers investigativos sobre la película para entenderla.Barbie apela a la nostalgia de una generación que, sin miedo a equivocarme, podría decirse fue la última que jugó exclusivamente con juguetes antes de optar por celulares, tablets o consolas. Las niñas que no queríamos ser madres y soñábamos con ser patinadoras, doctoras o veterinarias sí pudimos ver en la película representación.Pero uno de los aspectos más llamativos de esta película tiene que ver con La salida de la Barbie de su propio paraíso, como la narración del Paraíso del Génesis, en este relato la mujer siente la insatisfacción frente a un varón que solo existe si es visto por ella. Esta se abastece de su propia lengua, la que comparte con otras, y desafía a quien quiere regresarla a su tierra (un hombre, por supuesto). Es la creadora quien entiende la necesidad de Barbie y en una especie de lenguaje común afronta a la muñeca y la dota de sentido.Esta salida del paraíso es una especie de nacimiento. Se da a través del dolor y trae consigo el desengaño de la realidad, pero al mismo tiempo, muestra que la palabra: el discurso, es el único poder que hay que intentar conquistar. El Ken, siendo solo Ken, logra catalizar la forma en la que muchas veces las mujeres vemos a los hombres: llevados por guerras absurdas, basadas en un ego de agua.El guion es contradictorio y por eso divertido, guiños a la cultura pop y sobre todo una constante burla hacia sí misma, Mattel y toda la cultura de lo políticamente correcto.De esta película la primera escena y los diálogos de Gosling son momentos para resaltar. Vale la pena ir con niñas y niños a verla y, también, llevar a nuestras niñas interiores a ver en tamaño real las muñecas que nos hicieron sentir grandes.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.