Bolet decía de sí mismo que era un "pianista nato." Para él, tocar el piano era tan natural como respirar. Era un hombre alto, con las manos grandes y dedos fuertes. Eran perfectos para la realización de las obras de compositores románticos con fuertes exigencias percutivas, como Franz Liszt y Frédéric Chopin. Esta es su historia.
Un capítulo donde el protagonista es un hombre que sacó la música de las iglesias y que sirvió de génesis para la creación de un nuevo universo sonoro.
En este primer episodio haremos un recorrido por los inicios de la música: desde los gritos prehistóricos, la primera canción de amor hallada debajo de un desierto, hasta los cantos religiosos.