Decía Arturo Rubinstein que Chopin era el compositor más nacional y, al mismo tiempo, el más comprendido y admirado en todo el mundo. No deja de ser curioso, pero es perfectamente explicable porque el sentido de lo nacional está profundamente arraigado en cada uno de nosotros; tanto, que cuando se expresa con vehemencia, amor y sinceridad, llega a todas partes.
Un capítulo donde el protagonista es un hombre que sacó la música de las iglesias y que sirvió de génesis para la creación de un nuevo universo sonoro.
En este primer episodio haremos un recorrido por los inicios de la música: desde los gritos prehistóricos, la primera canción de amor hallada debajo de un desierto, hasta los cantos religiosos.