Cuando se aborda la vida de Carl María von Weber siempre surge la pregunta: “Por qué no ocupa en el panteón musical el lugar eminente que merece tener? Esta es la historia del “primo alemán de Mozart”, una vida errante a través de Europa, por eso su apodo, luego la tuberculosis, que a semejanza de Chopin, fue la razón de su existencia en tierra extranjera.