Odiado por numerosas generaciones de estudiantes y alabado por sus virtudes por igual cantidad de maestros, Czerny destacó por el inmenso legado de su obra didáctica, área que pocos compositores se atreven a abordar y en la que sólo algunos - y muy pocos - resultan airosos. Dueño, además, de una importante e injustamente ignorada obra instrumental, la obra didáctica de Czerny es un hito en la historia de la pedagogía y su afán y trabajo incesantes merecen un justo reconocimiento.