Cuando la mayoría de novelistas en Brasil centraban su producción en narrativas sobre la tierra, Clarice Lispector decidió hablar del interior: explorar la introspección y las formas en las que los humanos habitamos y entendemos la intimidad. Para la lectura de hoy tendremos uno de los capítulos de La hora de la estrella, un libro publicado en 1977 poco antes de la muerte de la escritora ese mismo año. La hora de la estrella es un libro que podríamos describir como una matrioshka, una historia que se abre y dentro tiene otra y luego otra… Clarice se introduce en la trama de la escritura y luego se desprende de su voz para que entre otro escritor Rodrigo S.M. que a su vez narra una historia sobre una chica nordestina llamada Macabéa. Macabéa es el personaje no lugar, es decir que no tiene procedencia ni destino. No tiene un porqué. No va a ninguna parte.
En un episodio especial de Fragmentos leeremos "De la enfermedad", un ensayo que escribió en 1925 a petición de T.S. Eliot, para ser publicado en la revista New Criterion. La autora discurre sobre cómo influye la enfermedad en la actividad lectora, decantándonos hacia el texto breve, hacia el poema, cuya realidad sonora nos llega con una nueva inteligibilidad e intensidad. La enfermedad, dice Woolf, nos hace ver el mundo —el mundo natural y el humano— de otra manera, y nos descubre aspectos de la realidad que no vemos cuando estamos sanos: vemos el cielo, o las flores, por ejemplo, con una mira da nueva y mucho más rica, y descubrimos también la radical soledad del ser humano.
En este libro, Paul Auster habla al niño que fue e indaga en su visión del mundo, desde la infancia. Junto a "Diario de invierno", Auster se interna en un relato de memoria que abona el terreno de su narrativa autobiográfica.
Una maestra de la ciencia ficción llega a ustedes en este nuevo episodio de Fragmentos. "Los desposeídos" se publicó por primera vez en 1974 y la hizo merecedora de los premios Nebula de ese mismo año.
En esta obra, que terminó un año antes de morir, Eduardo Galeano sale a cazar para mostrarnos con crudeza, con humor, con ternura, el mundo en que vivimos,