El hallazgo, que se publica este jueves en la revista Science, ha sido realizado por un equipo multidisciplinar de expertos en lingüística computacional, filosofía e informática de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y de la Universidad de Toronto.Cuando necesitamos referirnos a un tipo de objeto o circunstancia nuevos, las personas tendemos a reciclar palabras, así, “ratón” puede ser un animal o una pieza del ordenador, “estrella” puede ser un astro o una celebridad y “viral” puede estar relacionado con un virus o ser algo que se transmite con rapidez.Reciclar palabras es mucho más frecuente en todos los idiomas que inventar una nueva porque permite economizar recursos lingüísticos y cognitivos y expresar más con los mismos términos, explica la lingüista computacional, Gemma Boleda, de la UPF y la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA),Este proceso, que los autores del artículo denominan “creatividad léxica”, sucede en todas las lenguas y es un proceso constante que afecta a todos los hablantes de un idioma y que tiene lugar durante siglos o milenios.Este fenómeno es parecido a otro completamente distinto que los lingüistas estudiaban de forma separada: el aprendizaje y los errores que cometen los niños al adquirir el lenguaje, un fenómeno que acaba cuando aprende a hablar.Así, por ejemplo, un niño pequeño que quiere un globo puede usar “pelota” o “tota” (pelota) si no sabe la palabra “globo”, apunta la investigadora.Tanto en el caso del “ratón” como el de la “pelota”, la base del emparejamiento de las palabras es su parecido visual (una pelota se parece a un globo y un ratón de ordenador es parecido al roedor).Pero hay otros tipos de parecidos o similitudes: la taxonómica cuando las palabras se refieren a la misma categoría (ratón y, gato son animales); la asociativa (nube, lluvia, agua..…) y la afectiva (papá y mamá, dos palabras que muchos niños pequeños usan indistintamente).Bases de datos e inteligencia artificialEl equipo empleó grandes bases de datos de acceso público de más de 1.400 lenguas y con modelos computacionales las procesó para determinar el grado de similitud que tienen diferentes significados.Hasta hace poco, este estudio no hubiera sido posible técnicamente, pero gracias al desarrollo de los sistemas de inteligencia artificial y tres bases de datos públicas, el equipo pudo entrenar un modelo estadístico que predice si una determinada palabra se puede reciclar para un nuevo significado determinado.Los autores descubrieron entonces que si al modelo le proporcionaban un conjunto de datos sobre vocablos empleados por los niños y lo aplicaban sobre otro (de evolución de la lengua en adultos), el modelo predice los emparejamientos de significados en el segundo caso casi tan bien como en el primero, y viceversa.Y eso pese a que las lenguas analizadas son tan dispares como el castellano, el catalán, el vasco, el gallego, el alemán, el francés, el portugués, el holandés, el danés o el noruego además del swahili, el árabe, el chino mandarín, el hindi o el coreano.“El resultado obtenido ha sido muy consistente y muy robusto”, lo que sugiere que los idiomas comparten “una base cognitiva común”, es decir, que niños y adultos funcionan de la misma manera y usan su conocimiento del mundo y de los objetos que les rodean para nombrar cosas o situaciones nuevas basándose en su parecido con las que ya conocen, subraya Boleda.El estudio ha relacionado dos fenómenos que se habían estudiado de manera separada (aprendizaje y evolución de las lenguas), un hallazgo que tendrá importantes implicaciones para la investigación del lenguaje y que, sumado a unas herramientas analíticas cada vez más potentes, permitirá identificar las causas que han configurado la diversidad lingüística de la humanidad a lo largo de la historia.“Esta posible relación entre el aprendizaje de los individuos y la evolución de las lenguas sobre cómo se organiza el significado no se había demostrado y este estudio lo hace a gran escala y de manera generalizada”, destaca Thomas Brochhagen, autor principal del artículo e investigador de la UPF.Pero “sobre todo servirá para entender cómo funciona el lenguaje, que es una facultad que es exclusiva de las personas y, por tanto, entender el lenguaje significa entender cómo funcionamos las personas”, concluye Boleda. Le invitamos a conectarse con nuestra señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Esa es una de las formas en que el experto en audio Patrick Hanlon programa los trajes hápticos, diseñados para que los sordos o personas con problemas de audición puedan vivir la música sin oírla.En un reciente concierto de música clásica en el Lincoln Center de Nueva York, algunos asistentes se pusieron estos chalecos inalámbricos con 24 puntos de vibración que "traducían" la música que salía de la orquesta."Involucra al cuerpo", dice Hanlon a la AFP antes del espectáculo, ofreciendo a los asistentes una "experiencia envolvente en 3D a través de las vibraciones".Hanlon es cofundador de Music: Not Impossible, una rama de Not Impossible Labs, que emplea la tecnología para intentar paliar las barreras sociales, incluidas las que rodean a la discapacidad.Hasta ahora, las personas sordas o con dificultades auditivas recurrían a otros métodos para disfrutar la música en directo, como poner las manos en los altavoces o sujetar un globo para sentir las vibraciones en las yemas de los dedos.El objetivo de los chalecos -junto con bandas en las muñecas o los tobillos- es permitir una experiencia corporal completa, creando sensaciones que reproduzcan los sentimientos que puede evocar la música."Nadie espera que sea tan atractivo", dice Hanlon sobre los chalecos. Pero "cuando ves los ojos de la gente, es mágico".Para Jay Zimmerman, un compositor que perdió capacidad auditiva por los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, los chalecos son un ejemplo de nueva tecnología que ofrece más flexibilidad y dinamismo de lo que había hasta ahora."Mi esperanza es que podamos lograr que los niños sordos vivan experiencias con vibraciones y materiales reales, para que empiecen a construir esta biblioteca de memoria auditiva, aunque no sea auditiva a través de sus oídos, pero con sensaciones diferentes", dice a la AFP."Creo que si podemos juntarlo todo, tendremos verdaderas oportunidades"."Inmersión" El Lincoln Center, el prestigioso complejo del Upper West Side de Manhattan, empezó trabajando con Music: Not Impossible en 2021, tanto para los espectáculos de orquesta como para su popular serie de conciertos al aire libre.En su colaboración más reciente se ofrecieron 75 chalecos durante el concierto al aire libre de la Semana de las Artes Coreanas, en el que se interpretó música folclórica coreana y el Concierto nº 2 de Mozart.Liza Fiol-Matta fue una de las asistentes, y aunque no tiene problemas auditivos, estaba intrigada con esta nueva tecnología. "Amo la música", dice y la "idea de que cualquiera la pueda sentir" es es emocionante, incluso "los sordos y las personas con discapacidad auditiva"."Me encanta la idea de la inmersión, de toda experiencia inmersiva. La música se produce a muchos niveles diferentes", dice.Flavia Naslausky, responsable de negocio de Music: Not Impossible, describió cómo durante las primeras pruebas, Mandy Harvey -una cantante que perdió la audición tras una enfermedad- fue capaz de igualar el sonido de la música tras sentir la vibración que la traducía."Fue entonces cuando supimos que estábamos en lo cierto, porque si alguien que no oye puede igualar esa nota con una vibración... estamos en la dirección correcta", dijo Naslausky.Los chalecos de esta compañía no se limitan a un tipo de música. Hanlon explica que se pueden ajustar los puntos de vibración para adaptarse al ambiente de un espectáculo, desde el rock hasta la música disco.Estos chalecos ya se han utilizado en conciertos de Greta Van Fleet y Lady Gaga. Zimmerman está entusiasmado con el potencial de la tecnología, pero es consciente de que queda mucho camino por recorrer."En última instancia, el gran objetivo para mí es que podré sentir un violín suave y será tan hermoso para mi cuerpo y mi mente que me haría llorar", dice. "Y podré sentir esa misma nota a través de una ráfaga de trombón que será tan hilarante que me reiré"."Ese es el gran sueño", concluye. Le invitamos a conectarse con nuestra señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El pueblo matsés dio un salto a la modernidad con el internet de Starlink, una conexión a través de la constelación de satélites del multimillonario estadounidense Elon Musk.Gracias a la financiación del gobierno local, la señal llegó hace poco al Valle del Javarí, donde habitan las comunidades indígenas más aisladas de la selva amazónica.Los vecinos de Nova Esperança se reunieron para ver la instalación de la antena y el panel solar que la alimenta. El proceso tardó menos de 30 minutos y los trabajadores usaron una escalera para ubicar los equipos en el tejado de la escuela.A más de 500 kilómetros y tres días en piragua de cualquier zona urbana, los 200 habitantes de esta aldea podrán disfrutar gratuitamente de conexión a Internet, un privilegio en esta región del noroeste de Brasil, en la triple frontera con Perú y Colombia."Ahora sí tenemos sueños para el futuro: poder capacitar ingenieros civiles, geólogos, arquitectos, abogados, enfermeros (...) entre otras posibilidades", dice Cesar Mayuruna, único concejal indígena de Atalaia do Norte, el municipio más cercano.Pero la conexión- que ya tiene unos 50.000 usuarios en todo Brasil- preocupa a quienes velan por las tradiciones ancestrales. También podría servir a criminales que explotan sin permiso la tierra indígena."Difícil"Los matsés son uno de los siete pueblos contactados del Valle del Javarí, la segunda reserva indígena más grande de Brasil donde aún hay al menos 19 grupos indígenas que viven en aislamiento voluntario.Pueblo nómada y guerrero, entraron en comunicación con la modernidad en la década de 1970. Hoy siguen luciendo sus adornos faciales de hueso y marfil, cazan y pescan a pesar de haber adoptado atuendos occidentales. Los más ancianos llevan tatuajes en la cara.Los habitantes que tienen teléfono -en su mayoría jóvenes que frecuentan la ciudad de Atalaia- se conectan por primera vez a la red. Raúl, el cacique, también tiene móvil. Utiliza WhatsApp, pero "sólo para mensajes de audio, no de texto", explica su hijo Assis, quien usa varias aplicaciones.Gracias a Internet los matsés de zona podrán comunicarse sin tener que desplazarse días y noches en piraguas.Para Bene Mayuruna, Presidente de la Organización General del Pueblo Matsés (OGM), significa poder estar en Atalaia do Norte, donde desempeña sus responsabilidades políticas, sin perder contacto con su familia en el pueblo. "Nova Esperança está muy lejos, el acceso es difícil, la comunicación también", anota.¿Minería?Aparte de la educación y algunos tramites oficiales, Internet también debería facilitar el trabajo del SESAI, el organismo de salud indígena que atiende a casi todas las comunidades de Javarí.En caso de emergencia -a menudo mordeduras de serpiente- Starlink proporcionará un enlace más fiable que la única emisora de la aldea. "A veces el radio no funciona, no hay batería, ni panel solar. Entonces es un gran avance", celebra Fabio Rodrigues, enfermero del SESAI.Pero algunos matsés preocupados por las tradiciones se mantienen recelosos. En cuanto se instaló la antena, los ancianos convocaron una reunión para discutir las normas de uso.Decidieron una veda total del servicio en las noches, con salvedades para profesores, personal sanitario y líderes comunitarios. También se reservaron el derecho a apagar la señal en las jornadas de cacería, pesca y ceremonias tribales."Internet hace que la juventud no se interese en las actividades tradicionales, después no ayudan cuando sus mamás trabajan en la chagra (cultivos). No van por culpa del celular, porque miran videos y eso es muy preocupante", expresa Bene Mayuruna.De otro lado, la comunidad espera que estar en línea traiga seguridad al peligroso río Javarí, donde pescadores ilegales, narcotraficantes y piratas atacan regularmente a los aborígenes.Pero los criminales tampoco son ajenos a la tecnología de Musk: entre febrero y julio la policía ambiental brasileña (Ibama) incautó 11 kits de Starlink a mineros ilegales en la tierra de los indígenas Yanomami, a unos 1.400 kilómetros al noreste del Javarí.La conexión también sufre problemas de mantenimiento, con generadores y paneles solares como únicas fuentes de energía.El ayuntamiento de Atalaia do Norte se ha comprometido a equipar antes de finales de año a las 62 aldeas de la región de Javarí, de casi 6.000 personas. Faltando menos de dos años para las próximas elecciones locales, la red también entra en el juego político local.Entre tanto algunos matsés se preguntan qué intereses tiene Musk en el Amazonas. Porque si algo han entendido sobre la sociedad occidental, dice un anciano de la aldea, es que "con los blancos, nada es gratis". Le invitamos a conectarse con nuestra señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Varios podcast -emisiones de audio que los usuarios pueden escuchar en línea en sus móviles- promueven sin rodeos afirmaciones falsas o sin pruebas.El centro de pensamiento The Brookings Institution encontró que el podcast "War Room", Steve Bannon, exasesor de Donald Trump, emitió la mayor cantidad de informaciones falsas -alcanzando las 135 millones de descargas- con acusaciones de fraude electoral en las elecciones de 2020.El comentarista Joe Rogan, cuyo podcast es el más popular en Spotify, también usó su plataforma para impulsar tratamientos no probados contra el Covid-19.Analistas aseguran que la gente busca los programas que reafirman sus propias creencias. Pero este formato íntimo y conversacional también ayuda a difundir desinformación sin control."Hay algo inherente a la relación entre anfitrión y audiencia que otorga este nivel de credibilidad, de confianza", indicó a la AFP Valerie Wirtschafter, una experta analista de datos que lideró la investigación del centro Brookings."Y el desafío, por supuesto, es que cualquiera puede ser un 'podcaster' puede tener un micrófono y empezar a hablar sobre lo que quiera", agregó.El equipo de Wirtschafter analizó 36.000 episodios y encontró que el 70% de los podcast más populares de Estados Unidos compartieron al menos una afirmación desacreditada por verificadores de hechos. Muchos ponen en duda las elecciones de 2020 o la pandemia de coronavirus.A diferencia de las redes sociales, los podcast ofrecen pocas o ninguna opción para que su audiencia comente o refute la desinformación. Esto "hace más fácil difundir el contenido falso, engañoso o sin fundamento con muy poca supervisión", según destacaron los investigadores del centro Brookings en su reporte de febrero.Rogan retiró un episodio en enero luego de discutir un tuit sobre las vacunas contra el Covid-19 que se atribuyó falsamente a un doctor de Florida. Pero esto es algo inusual, y Wirtschafter asegura que la moderación es algo "de verdad complicado" para las empresas tecnológicas.Gran confianza de la audienciaUn estudio del centro Pew de investigaciones -publicado en abril- encontró que cerca de la mitad de los estadounidenses escuchan algún podcast y el 87% afirmó que espera que la información sea precisa, lo que representa un nivel de confianza más alto que el de otros medios."La relación con el anfitrión es diferente", explicó a la AFP Sylvia Chan-Olmsted, directora de investigación sobre consumo de medios de la universidad de Florida."Es como tener una conversación uno a uno; sientes que esa persona está hablándote", agregó. "La gente confía más, y es por eso que tiene mayor impacto".Otro podcast que cita el centro Brookings es uno de los más importantes programas de comentarios de noticias de Apple, del activista conservador Charlie Kirk, que afirmó en falso que atletas estaban muriendo por las vacunas de Covid-19 y que funcionarios electorales en Arizona manipularon los resultados de 2020.Las solicitudes de comentarios hechas por la AFP a Rogan, Bannon y Kirk no fueron respondidas. Bannon dijo al diario The New York Times que consideraba su inclusión en el reporte una "medalla de honor" y que lo que otros califican de desinformación, él lo llama "verdad".Se necesita 'Inteligencia humana'Responder a la desinformación de los podcast es desafiante porque está descentralizada, basada principalmente en un ecosistema de plataformas de audio con diferentes reglas de moderación.Spotify, por ejemplo, tiene una política "peligrosa" para prohibir contenido pero que al tiempo busca "respetar la expresión del autor". La empresa apoyó a Rogan en 2022 cuando fue acusado de difundir desinformación sobre el coronavirus.NewsGuard, una empresa que califica la credibilidad de sitios web, anunció en mayo que empezaría a evaluar la confiabilidad de podcast populares y que publicará los índices de unos 200 podcasts en 2024, dando más transparencia a la audiencia y permitiendo a los patrocinadores evitar los podcast con desinformación o contenidos en desacuerdo con su marca.Eric Effron, su director editorial, dijo que calificar los podcast es "más desafiante" que con otros contenidos porque el formato de audio requiere tiempo para escuchar y examinar las transcripciones. "Esto representa una tremenda inversión porque usamos inteligencia humana", dijo Effron.La responsabilidad de contrarrestar la desinformación en los podcast no está clara. Algunos apuntan a las plataformas que los alojan, o a las recomendaciones de los algoritmos de los gigantes tecnológicos como Apple, Google y Facebook.La analista Wirtschafter, del centro Brookings, asegura que los gobiernos, los anfitriones de estos podcast y las audiencias pueden -entre todos- ayudar a mejorar la calidad de la información."Retirar cosas tal vez no es la mejor solución", dijo la experta. "Pero agregar más contexto, proveer un entorno más rico, así las personas pueden explorar hechos o tener conversaciones, creo que eso sería extremadamente útil". Recuerde conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Como parte de la celebración por los 100 años de Disney, AFP conversó con animadores, archiveros y el actor Bret Iwan, quien vocaliza a Mickey sobre el pasado y futuro de la compañía, abarcando temas como el potencial para la inteligencia artificial (IA), un tema que está en boca de todos en Hollywood."Por supuesto que la IA desarrolla una tecnología impresionante. Es increíble", dijo Iwan."Pero no creo que pueda reemplazar el corazón de un personaje, y aún más importante, el corazón de la narrativa". La inteligencia artificial y la amenaza que supone para las profesiones en la industria del entretenimiento se han vuelto temas constantes de discusión este verano en Hollywood.La visita de AFP al enorme estudio de Disney cerca de Los Ángeles ocurrió durante el segundo mes de la huelga de guionistas causada, entre otras cosas, por el temor a ser reemplazados por la IA.El asunto también está entre las demandas que negocian los actores de Hollywood, quienes están a un paso de llamar a una paralización si los estudios, incluyendo Disney, no aceptan sus condiciones antes del 12 de julio.Pero para Iwan, el personaje y la narrativa "es única de un artista, un guionista, un animador, un creativo"."Quiero creer que esto prevalecerá y mantendrá a la gente de carne y hueso en el trabajo por algún tiempo". Por increíble que parezca, él es uno de las apenas cuatro personas que le han dado voz a Mickey, conocido por su tono agudo.El falsete de Mickey recayó primero en el fundador de la compañía, el propio Walt Disney, quien protagonizó "Steamboat Willie" (1928). Después, otros dos hombre le dieron voz durante más de tres décadas. "Espero hacer esto hasta cuándo sea posible", dijo Iwan refiriéndose a sus cuerdas vocales."Replicar el realismo"Mientras tanto, en el mundo de la animación - tal vez la manifestación artística más asociada a Disney - el rol de computadoras sofisticadas ya está bien establecido.La animación generada por computación ha superado el tradicional dibujo a mano, tanto en Disney como en los estudios rivales, convirtiéndose en la principal metodología.Por ahora, los humanos continúan a cargo de diseñar y crear las películas, pero el uso reciente de la IA para generar la secuencia inicial de la serie de Disney+ "Secret Invasion" desató la polémica.Eric Goldberg, el legendario animador de Disney que diseñó al Genio en "Aladdin" y que defiende la animación hecha a mano, no ve la IA como una amenaza en su campo de trabajo."Creo que la IA podría afectar mucho más a la animación computarizada que a la hecha a mano, porque la IA se centra en replicar el realismo", dijo. "¡No puedes crear con IA personajes como los que yo creo: la cabeza del Genio que se vuelve un tostador!"."Por lo que el diseño a mano nos da un poquito más de ventajas en ese sentido". Goldberg acaba de culminar el entrenamiento de un año de cinco nuevos aprendices de diseño a mano, y cree que siempre hay "un grupo que quiere ver animación hecha a mano"."Porque tenemos que usar nuestra imaginación muchísimo para representar personajes dibujados a mano. Por la flexibilidad de que lo que ellos pueden hacer, no creo que la IA será un problema para esta forma de arte", dijo Goldberg."¡Siempre y cuando haya gente lo que quiera seguir haciendo!". No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"EveR 6", un androide de 1,8 metros de altura, dirigió a más de 60 músicos de la Orquesta Nacional de Corea del Sur que tocaban distintos instrumentos tradicionales."EveR 6" fue capaz de guiar a los intérpretes tanto de forma independiente como en colaboración con un director humano a su lado durante cerca de media hora, causando la admiración de los más de 950 asistentes al concierto, organizado en el Teatro Nacional de Corea.El robot fue ampliamente ovacionado al aparecer en escena, cuando saludó al público con una reverencia.Durante la actuación, sus ojos azules se centraban en los músicos, tan solo a asintiendo con la cabeza al ritmo de la melodía.El novato ofreció una buena actuación, aseguró parte de los asistentes."Vine aquí preocupada por si el robot podría hacerlo", dijo a la AFP Kim Ji-min, estudiante universitaria de 19 años que se está especializando en música."Pero descubrí que estaba en gran armonía con los músicos... Se sentía como un mundo completamente nuevo para mí", indicó.Si bien ha habido actuaciones musicales a cargo de directores robóticos en el pasado, incluido un concierto de 2017 dirigido por el robot YuMi en Italia, esta fue la primera vez que los surcoreanos pudieron ver a uno en el escenario."EveR 6", desarrollado por la empresa estatal Korea Institute of Industrial Technology, fue programado para replicar los movimientos de un humano mediante tecnología de captura de la moción.Por el momento, sin embargo, no es capaz de escuchar o improvisar en tiempo real.Sus desarrolladores están trabajando actualmente para permitir que el robot haga gestos que no estén preprogramados, explicó Lee Dong-wook, el ingeniero del robot.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Un buen problemaLa mayoría de los escenarios parten del mismo punto: un día las máquinas superarán las capacidades humanas, escaparán a todo control y se negarán a ser apagadas."Una vez que tengamos máquinas que tengan como objetivo la autopreservación, tendremos un buen problema", dijo el académico especialista en IA Yoshua Bengio durante una conferencia este mes.Pero debido a que estas máquinas aún no existen, imaginar cómo podrían condenar a la humanidad es tarea a menudo de la filosofía y la ciencia ficción. El filósofo sueco Nick Bostrom ha mencionado una "explosión de inteligencia", que ocurrirá cuando las máquinas superinteligentes comiencen a diseñar a su vez otras máquinas.Las ideas de Bostrom han sido descartadas por muchos como ciencia ficción, sobre todo porque una vez argumentó que la humanidad es una simulación por computadora y apoyó teorías cercanas a la eugenesia.También se disculpó recientemente después de que se descubriera un mensaje racista que envió en la década de 1990. Sin embargo, sus pensamientos sobre la IA han tenido una gran influencia, inspirando tanto a Elon Musk como al profesor Stephen Hawking.TerminatorSi las máquinas superinteligentes van a destruir a la humanidad, seguramente necesitarán una forma física. El cyborg de ojos rojos interpretado por Arnold Schwarzenegger en "Terminator" ha demostrado ser una imagen impactante.Pero los expertos han descartado la idea. "Es poco probable que este concepto de ciencia ficción se convierta en realidad en las próximas décadas, si es que alguna vez lo logra”, escribió un grupo activista en contra de los robots bélicos, Stop Killer Robots, en un informe de 2021.Sin embargo, el grupo ha advertido que dar a las máquinas el poder de tomar decisiones sobre la vida o la muerte es un riesgo existencial. La experta en robótica Kerstin Dautenhahn, de la Universidad de Waterloo en Canadá, restó importancia a esos temores.Es poco probable, le dijo a AFP, que la IA le dé a las máquinas mayores capacidades de razonamiento o les insufle el deseo de matar a todos los humanos. "Los robots no son malos", dijo, aunque admitió que los programadores pueden hacer que hagan cosas malas.Sustancias químicas más letalesUn escenario menos fantasioso es el de unos "villanos" que utilizan la IA para crear nuevos virus y propagarlos. Los potentes modelos de lenguaje como GPT-3, utilizado para crear ChatGPT, son extremadamente buenos para inventar nuevos agentes químicos horribles.Un grupo de científicos que usaba IA para ayudar a descubrir nuevos medicamentos realizó un experimento en el que ajustaron su IA para que inventara moléculas dañinas.Consiguieron generar 40.000 agentes potencialmente venenosos en menos de seis horas, según informa la revista Nature Machine Intelligence.La experta en inteligencia artificial Joanna Bryson, de la Hertie School, en Berlín, explicó que es perfectamente factible que alguien descubra una forma de propagar un veneno como el ántrax más rápidamente. "Pero no es una amenaza existencial. Es solo un arma horrible, espantosa".Especies adelantadasLas reglas de Hollywood dictan que los desastres de época deben ser repentinos, enormes y dramáticos, pero ¿y si el fin de la humanidad fuera lento, silencioso y no definitivo?"Nuestra especie podría llegar a su fin sin tener un sucesor", dice el filósofo Huw Price en un video promocional para el Centro para el Estudio del Riesgo Existencial de la Universidad de Cambridge.Pero en su opinión hay "posibilidades menos sombrías" en las que los humanos mejorados con tecnología avanzada podrían sobrevivir. Una imagen del apocalipsis a menudo se enmarca en términos evolutivos.El conocido físico teórico Stephen Hawking argumentó en 2014 que, en última instancia, nuestra especie ya no podrá competir con las máquinas de inteligencia artificial y le dijo a la BBC que podría "significar el fin de la raza humana".Geoffrey Hinton, que ha pasado su carrera construyendo máquinas que se asemejan al cerebro humano, habla en términos similares de "superinteligencias" que pura y simplemente superarán a los humanos.Recientemente le dijo a la emisora estadounidense PBS que era posible que "la humanidad sea solo una fase pasajera en la evolución de la inteligencia". Recuerde conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"Mi primer video era el de un hombre que se suicidaba. [...] Tenía un niño de 2 o 3 años jugando al lado. Después de que el hombre se ahorcara, al cabo de unos dos minutos, entendió que algo no iba bien", cuenta el sudafricano de 30 años, antes de describir la reacción del niño."Esto me puso enfermo", dice, apuntando que las imágenes le provocaron "náuseas, vómitos". "Pero continué haciendo mi trabajo", agrega.Entre 2020 y 2023, cada día visionó centenares de videos violentos, con llamados al odio, para bloquearlos y evitar que llegaran a los ojos de los usuarios de Facebook.Trabajaba en Nairobi para Sama, una empresa californiana a la que Meta -matriz de Facebook, Instagram y Whatsapp- contrató entre 2019 y 2023 para que se encargara de la moderación de los contenidos de Facebook en África subsahariana.Por este centro de operaciones han pasado hasta 260 moderadores de varios países africanos contratados, sobre todo, por conocer numerosas lenguas locales. Trevin Brownie afirma que vio "cientos de decapitaciones", "órganos arrancados de cuerpos", "violaciones y pedopornografía al más alto nivel", "niños soldados preparándose para la guerra"..."Los humanos hacen cosas a otros humanos que nunca habría imaginado", dice. "La gente no tiene idea de los videos morbosos [...] de los que se libran", agrega.Batalla judicialTrevin Brownie es demandante en uno de los tres casos abiertos contra Meta y Sama en Kenia. Ha recurrido su despido junto a otros 183 exempleados de Sama, que anunció que cesaba su actividad en la moderación de contenidos. Los demandantes reclaman una compensación por unos sueldos "insuficientes" teniendo en cuenta "el riesgo al que se exponían", y por los "daños causados a su salud mental".La ofensiva judicial empezó cuando otro extrabajador, Daniel Motaung, presentó una demanda en mayo de 2022 ante un tribunal de Nairobi denunciando unas condiciones laborales "indignas", métodos de contratación engañosos, remuneraciones insuficientes y falta de apoyo psicológico.Testimonios recabados a finales de abril entre los otros demandantes confirman los hechos denunciados por Motaung. Dos de ellos, Amin y Tigist (los nombres fueron modificados), contratados en 2019 en el primer grupo de moderadores de Sama, afirmaron que ellos respondieron a ofertas de trabajo en centros de atención telefónica.No fue hasta firmar sus contratos, con cláusulas de confidencialidad, que descubrieron que en realidad iban a trabajar como moderadores de contenidos.Amin y Tigist no dijeron nada, ni pensaron en irse. "No tenía ni idea de lo que es un moderador de contenidos, nunca había oído hablar de ello", cuenta Tigist, una etíope que consiguió el trabajo por saber hablar la lengua amhárica."La mayoría de nosotros no sabía la diferencia entre un centro de atención telefónica y un centro de moderación de contenidos", confirma Amin, que trabajaba en el "mercado" somalí."Durante la formación, le restaron importancia al contenido. Lo que nos enseñaron no era nada comparado con lo que acabaríamos viendo", añade. "Los problemas empezaron después", dice.TraumaEn sus pantallas, ocho horas al día, iban pasando contenidos, a cada cual más impactante. "Uno no elige lo que ve, llega por azar: videos de suicidios, violencia, explotación sexual de niños, desnudez, incitación a la violencia...", cuenta Amin.Tenían que dedicar una media de 55 a 65 segundos a cada video y analizar entre 378 y 458 publicaciones al día, bajo riesgo de ser llamados al orden o despedidos si iban demasiado despacio, explican.Al ser contactada por la AFP, Sama afirmó que no estaba "en condiciones" de comentar los casos en curso. Meta aseguró, en un correo enviado a la AFP, que los moderadores "en principio no tienen que evaluar un número definido de publicaciones, no tienen cuotas y no están obligados a tomar decisiones apresuradas"."Autorizamos y alentamos a las empresas con las que trabajamos a que le den a sus empleados el tiempo que necesiten para tomar una decisión", añadió.Ninguno de los tres moderadores de contenidos entrevistados por la AFP había imaginado las consecuencias que ese trabajo acabaría teniendo en sus vidas.No consultaron a ningún psicólogo o psiquiatra, por falta de dinero, pero todos cuentan que tienen síntomas del síndrome de estrés postraumático y dificultades para relacionarse con la familia y la sociedad.Trevin Brownie dice que tiene "miedo de los niños por culpa de los niños soldado", y también de los lugares atestados "a causa de todos los videos de atentados" que ha visto. "A mí me volvían loco las fiestas", cuenta. "No he ido a un club desde hace tres años. No puedo, tengo miedo", sostiene.En el caso de Amin, los principales efectos se ven en su cuerpo, que pasó de 96 kilos a "69 o 70 kg". Todos aseguran que se han vuelto insensibles a la muerte o al terror. "Mi corazón se ha vuelto de piedra", resume Tigist."Hacía falta dinero"Meta indicó que tiene "contratos claros" con todos sus socios que incluyen "la disponibilidad de asesoramiento individual, un apoyo adicional para quienes están expuestos a un contenido más difícil"."A todas las empresas con las que trabajamos les exigimos que proporcionen una asistencia las 24 horas del día, los 7 días de la semana, con profesionales formados, un servicio de guardia y el acceso a la atención sanitaria privada desde el primer día de contrato", recalcó la compañía.Según los denunciantes, el apoyo propuesto por Sama, a través de "consejeros de bienestar", no estaba a la altura y se basaba en entrevistas vagas, sin un seguimiento efectivo. Además, cuestionaron la confidencialidad de las sesiones."No era para nada útil. No digo que no estuvieran cualificados pero creo que no lo estaban lo suficientemente como para gestionar a personas que moderan contenidos", considera Amin. Pese a sus traumas, siguieron trabajando porque les "hacía falta ese dinero".Con un sueldo de 40.000 chelines (270 euros, 287 dólares) y 20.000 chelines suplementarios para los no kenianos, ganaban casi el triple del salario mínimo nacional (15.200 chelines)."Desde 2019, no tuve oportunidad de encontrar otro empleo, pese a haberme presentado a muchos. No tenía otra opción. Por eso me quedé tanto tiempo", explica Amin.SacrificioPara aguantar, los moderadores deben encontrar "mecanismos de defensa", explica Trevin Brownie. El sudafricano, a quien solían encantarle las comedias, se volcó en las películas de miedo. "Era una forma de huir de mi realidad", afirma, explicando que también desarrolló una "adicción" a las imágenes violentas."Pero uno de nuestros principales mecanismos de defensa es que estamos convencidos de la importancia de este trabajo", añade. "Yo tenía la impresión de que me estaba haciendo daño pero por una buena razón, [...] que el sacrificio valía la pena por el bien de la sociedad"."Sin nosotros, las redes sociales no pueden existir", agrega. "Nadie abriría Facebook si estuviera lleno de contenidos impactantes, de venta de drogas, de chantajes, de acoso...".Merecemos que nos traten mejor"Esto causa daños y nosotros nos sacrificamos por nuestra comunidad, por el mundo. Merecemos que nos traten mejor", apunta Tigist. Ninguno volvería a dedicarse de nuevo a ello."Mi opinión es que ningún humano debería hacer eso. No es un oficio para humanos", explica Trevin Brownie. "Francamente, me gustaría que la inteligencia artificial pudiera hacer ese trabajo".Pero, pese a los enormes avances realizados, Trevin Brownie duda que eso sea posible en un futuro próximo. "La tecnología juega y seguirá jugando un papel central en nuestras operaciones de verificación de contenidos", aseguró Meta.Hasta ahora, ninguno le había hablado a nadie de su trabajo, ni siquiera a su familia, a causa de las cláusulas de confidencialidad y también porque "nadie puede entender lo que vivimos". "Si la gente se entera, por ejemplo, de que he visto pornografía, me juzgarán", explica Tigist.A su esposo, le contaba poco sobre lo que hacía. A sus hijos, se lo ocultó todo: "No quiero que sepan lo que he hecho. Ni siquiera quiero que se imaginen lo que he llegado a ver", dice. Recuerde conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El jefe de la compañía, Ted Sarandos, aseguró que está "invirtiendo a largo plazo" en el país, uno de los mayores proveedores de series de televisión y películas de Netflix, con éxitos mundiales como "El juego del calamar" y "La gloria".La inversión de 2.500 millones de dólares, anunciada en abril en Washington cuando el presidente coreano Yoon Suk Yeol estaba en una visita de estado, será una "increíble asociación entre la comunidad creativa coreana y Netflix", dijo Sarandos, asegurando que seguirá invirtiendo en los creadores de historias."Tenemos que invertir en su talento colectivamente como industria. Entre 2022 y 2025, por ejemplo, uno de cada cinco títulos de Netflix en Corea provendrá de un escritor o director primerizo", dijo.La llegada de Netflix a Corea del Sur en 2016 estuvo marcada por un conflicto con los proveedores de internet del país, que le acusaron de ser responsable de la importante congestión del tráfico. No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Las obras de reestructuración, diseñadas por el estudio holandés de arquitectura MVRDV, fueron inauguradas a mediados de mayo, pero el edificio, situado al final de la principal avenida de Tirana, abrirá sus puertas al público a partir de septiembre.Desde el exterior de la pirámide, que hasta ahora fue un lienzo de grafitis, los visitantes podrán subir las 120 escaleras para llegar a la cima y disfrutar de las vistas de la capital albanesa.El centro cultural TUMO ocupará la mayor parte del espacio renovado y ofrecerá clases gratuitas a alumnos de 12 a 18 años sobre nuevas habilidades de tecnología digital como programación, robótica, animación o diseño gráfico, combinadas con el arte de la realización de películas y música."Esperamos que el número de los alumnos crezca de mil que son actualmente a 4.000 por semana. A través de cursos prácticos y juegos, se anima a los jóvenes a pensar analíticamente y a desarrollar habilidades de investigación indispensables para el mercado laboral", explicó la directora de TUMO, Shqipe Berisha.Este programa de educación juvenil tiene sus orígenes en Ereván (Armenia), y se ha extendido también a varios países europeos, como Alemania o Francia, y pronto tendrá una sede en Barcelona.TUMO Albania, que funciona en Tirana desde hace dos años, tenía hasta ahora sus instalaciones en el estadio nacional Air Albania, situado a pocos cientos de metros de la pirámide.Para los albaneses, la pirámide de Hoxha, diseñada en parte por Klement Kolaneci, yerno del dictador, y que en sus comienzos estaba adornada con una estrella roja en su parte superior, se ha convertido en todo un símbolo de la capital que representa ahora su pasado, el presente y su futuro."El edificio es algo nuevo que rompe con el estigma del pasado como símbolo del comunismo. Antes era un espacio cerrado, mientras que ahora está abierto e iluminado por todos los lados, lo que te da otra energía", señaló Berisha.Tras esta conversión estética y funcional que aún conserva los principios arquitectónicos comunistas, la pirámide ya ha empezado a despertar la curiosidad de los turistas, que el año pasado llegaron al número récord de 7,5 millones, un 33 % más que en 2021."Me gusta como lo han hecho. Antes no había escaleras, cuando éramos niños lo usábamos como un tobogán", recordó Astrit Banushi, un residente de Tirana."Pero ahora puede subir cualquiera por las escaleras, incluso mi hijo pequeño, y poner la pirámide bajo sus pies", agregó durante una visita junto a su hijo de cinco años. El edificio fue construido en 1988 para inmortalizar al exlíder estalinista Enver Hoxha, que dirigió el país balcánico durante casi medio siglo (1944-1985).Al museo, cuya entrada exhibía una gran estatua de Hoxha de mármol blanco, acudían alumnos, obreros y campesinos para contemplar sus objetos personales: desde su coche hasta sus gafas, bolígrafos, documentos y fotografías.Tras la caída de comunismo en 1991, la obra gigantesca fue saqueada con furia, y en los años posteriores cambió varias veces de uso; fue lugar de oficinas, estudios televisivos, discoteca, feria de libros e incluso oficinas de la OTAN durante la guerra de Kosovo (1998/99).Ha habido varias tentativas fallidas para demolerla para construir en su lugar el nuevo Parlamento o Teatro Nacional, pero finalmente este símbolo de la identidad de Tirana se convertirá en el centro de la vida cultural de la ciudad para dejar de ser un mero esqueleto de hormigón con cristales rotos. Recuerde conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Las películas románticas de navidad son clásicos que podemos ver una y otra vez en estas fechas del año, simplemente para pasar un buen rato y creer por un momento en el milagro de la navidad. Aquí le dejamos algunas imperdibles. Love Actually (2003) Esta película británica cuenta varias historias de amor entrelazadas durante la temporada navideña en Londres. Es conocida por su elenco estelar y su enfoque cálido y humorístico.The Holiday (2006) Dos mujeres intercambian casas durante las vacaciones y terminan encontrando el amor en lugares inesperados. Protagonizada por Cameron Diaz y Kate Winslet, esta comedia romántica tiene el encanto de dos historias de amor en diferentes continentes.Serendipity (2001) La historia de una pareja que se encuentra y se enamora en una noche mágica en Nueva York, solo para separarse y dejar su destino al azar. La película juega con la idea del destino y las segundas oportunidades.The Family Stone (2005) Una comedia dramática que sigue a una mujer que visita a la familia de su prometido durante las vacaciones, solo para descubrir que no encaja exactamente como se esperaba. Aunque no es una comedia romántica tradicional, tiene una historia de amor entrañable en su núcleo.Elf (2003) Mientras que esta película es más conocida por su enfoque cómico y festivo, también incluye una linda historia de amor entre Buddy, el elfo interpretado por Will Ferrell, y Jovie, interpretada por Zooey Deschanel. Es una opción divertida y conmovedora para la temporada navideña.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"Huasipungo" de Jorge Icaza es un hito literario latinoamericano, publicado en 1934, que revela la brutalidad de la opresión social en la hacienda ecuatoriana. Esta novela, impregnada de realismo y crítica social, es una denuncia feroz de las injusticias sufridas por los indígenas frente al poderoso sistema terrateniente.La trama se desenvuelve en torno a la vida de los habitantes indígenas de la hacienda, sus luchas por la supervivencia y su sometimiento a condiciones inhumanas impuestas por los terratenientes. Icaza presenta personajes complejos que representan la lucha por la dignidad y la resistencia ante la explotación despiadada.Con un estilo narrativo vívido y desgarrador, Icaza exhibe la crueldad de la discriminación social y económica, ilustrando las consecuencias devastadoras del sistema feudal en Ecuador. La obra resalta la degradación humana, la violencia y la desigualdad, dejando una poderosa impresión sobre el lector."Huasipungo" trasciende como un documento literario indispensable que visibiliza las realidades marginadas y perpetuadas en la historia latinoamericana. Su relevancia perdura en la actualidad, al ofrecer una crónica penetrante y atemporal de la lucha por la justicia social y los derechos humanos.No olvide conectarse tarde con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"Leyenda Viva, el alma de un pueblo", es una película que desentraña la esencia del vallenato a través de diálogos auténticos con historiadores y músicos de la región. Revela cómo este género musical se moldeó, su origen y su proyección futura, siendo un legado arraigado en la memoria colectiva de Colombia, y que hoy conquista escenarios alrededor del mundo.Figuras como Nafer Durán, Rosendo Romero, Marciano Martínez e Ivo Díaz, junto a los historiadores Tomás Darío Gutiérrez, Julio Oñate y Jose Alberto ‘Beto’ Murgas, entre otros maestros, participan en este diálogo en el que se destaca que no es necesario ser un experto para disfrutar y aprender.‘Leyenda Viva’ se asemeja a una cátedra histórica y magistral, accesible para cualquier persona, independientemente de ser un apasionado del género musical. Relata anécdotas, como el origen de la tonada 'Amor, amor' durante la Guerra de los Mil Días, cuando soldados criollos aprendieron la canción entonada por los españoles durante la reconquista (1815 – 1816). También narra el primer encuentro del folclore vallenato en la película mexicana de 1945, 'Pasiones tormentosas', donde la actriz María Antonieta Pons baila al compás de la famosa canción ‘El caimán’ junto a Kike Mendive.Esta película es una producción de Memu(á) Films, dedicada a documentales de memoria, y Lanterna Pictures, con la colaboración de Codiscos Films, la nueva división de la disquera, respaldada por Grupo Éxito, Colombiana, Old Parr y Cine Colombia, quienes también se encargaron de su distribución en Colombia. Además, cuenta con el apoyo de Sony Music, Hohner, Spirit Music y Discos Fuentes, aliados clave responsables de los derechos musicales de la película."No olvide conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
La escritora bogotana María Ospina Pizano es la ganadora del Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2023 por su libro Solo un poco aquí, una novela que es animales y movimiento.Ospina Pizano se convierte en la segunda colombiana en obtener este prestigioso galardón luego de que Laura Restrepo lo obtuviera en el año 1997 con su libro: Dulce compañía. El premio Sor Juana Inés de la Cruz reconoce la excelencia del trabajo literario de mujeres en idioma español de América Latina y el Caribe.Aquí dejamos el discurso que dio al recibir el premio, texto en el que recuerda a Sor Juana Inés de la Cruz y hace una alusión al bosque como manto protector de la vida.Por «un territorio igual de hospitalario al bosque»Respetadas Licenciada Marisol Schulz Manaut, Directora General de la Feria Internacional del Guadalajara, Maestra Carmen Beatriz López Portillo, Rectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana, y respetados miembros del jurado, Doctoras Sara Poot Herrera y Diana Sánchez y Doctor Daniel Centeno. Estimadas personas de la audiencia que están hoy acompañándonos:Muchas gracias por su presencia. Para mí es un honor enorme estar en la maravillosa FIL de Guadalajara por primera vez y con motivo de esta ocasión tan especial. Quiero empezar celebrando los treinta años que cumple este premio apoyando a las mujeres que escriben y reconociendo el deseo, el deber, la urgencia de contar, de indagar, de filosofar que Sor Juana Inés de la Cruz encarnó hace varios siglos, y que hoy sigue siendo urgente defender. Un premio que durante tres décadas ha defendido la literatura como lugar desde el que se trenzan las preguntas más complejas y se desafía a aquellos que están convencidos de la simpleza y la obviedad del mundo.Cuando recibí la llamada con la noticia de que lo había recibido, yo iba caminando por una calle antigua del centro de Madrid, un barrio que aún conserva edificios de ese extraño y accidentado y fascinante y barroquísimo fin del siglo XVII, que fue precisamente la época que le tocó vivir a Sor Juana. Un barrio donde seguramente algunas personas alcanzaron a leerla mientras ella aún vivía, cuando su fama y sus escritos ya llegaban desde el otro lado del Atlántico. A pocas cuadras de allí, muy cerca del Palacio Real de Madrid, que fue construido con los expolios de América y donde aún se elogia sin vergüenza la conquista y se silencian sus violencias, hay una estatua de Sor Juana que siempre me ha conmovido. Es quizás el único monumento que existe en honor a ella en España. Y me emociona que esa estatua de ella esté allí, mirando con rigor al horizonte, con pluma y papel en mano, en medio de tanta estatua de patriarca constructor de imperios, de tanta mujer reducida a alegoría o a figura mitológica, de tanto hombre a caballo deseoso de mandar y de ocupar. Cuando recibí la noticia de este premio, que además era el día en que cumplía yo los años aproximados que tuvo Sor Juana cuando murió, sin saber bien qué hacer con la alegría, peregriné unas cuadras hasta la estatua para darle las gracias, como buscando urgentemente un ritual y un cuerpo. Me costó treparme al pedestal, pero mi hijo de diez años lo escaló con entusiasmo y pudo dejar a nombre mío una flor en la mano de piedra. Una pareja de irlandeses nos miró, perpleja. Oí que se preguntaban por la estatua. Y como me cuesta renunciar a mi vocación docente, me metí en su conversación sin haber sido invitada y les conté sobre ella.Cómo no hacerle aquí un homenaje a la brillante poeta, dramaturga y filósofa, que ha sido mi maestra por muchas décadas y que también ha sido la de mis estudiantes que la leen en mis clases de la universidad, más de tres siglos después de que la obligaran a dejar de escribir. Cómo no agradecerle por siempre recordarnos, entre muchas cosas, que, aunque haya tantos mecanismos erigidos para subordinar y excluir a las mujeres de la cultura y la política, de la vida social y de la conversación pública, existe una red milenaria de pensadoras e intelectuales que siempre han usado la palabra y la acción para revelar la complejidad del mundo. Quisiera entonces hoy empezar dándole gracias por las enseñanzas, por la vitalidad de sus ideas, por su profunda erudición y osadía, por su empeño, desde los márgenes, en aquello que ella misma llama “poner bellezas y riquezas al entendimiento”. Por el compromiso de pensar sosegadamente y de defender el rigor de las ideas. Por ese ejemplo.En la famosa carta conocida como la “Respuesta a Sor Filotea de la Cruz” que Sor Juana envió en 1691 a su confesor, el obispo de Puebla, la escritora hace una defensa brillante de su vigorosa labor intelectual en un momento en que los hombres de la iglesia comenzaban a recriminarle por escribir sobre teología, ciencia, filosofía y estética, por tejer versos y obras teatrales, por reflexionar sobre la misoginia misma que buscaba silenciarla. En esa carta maravillosa Sor Juana reclama los derechos de la mujer a ser educada y a educar, defiende la posibilidad de disentir de los hombres que ostentan el poder y se inserta en una extensa genealogía de mujeres que han participado en la vida pública e intelectual del mundo a través de la política, la filosofía, la poesía, la educación, la teología y el arte, desde la antigüedad hasta sus días.Pero para mí, quizás, lo más original, lo más transgresor de esa carta, es la forma en que Sor Juana insiste en que, aunque quieran silenciar a las mujeres, aunque quieran representarlas como irracionales o viciosas o débiles de entendimiento, aunque intenten prohibirles escribir, excluirlas de las universidades o relegarlas al hogar o al rezo, nunca será posible privar a nadie de lo que ella llama “el deseo de saber”. Consciente de que la iglesia está a punto de decretar su silencio, Sor Juana explica que, aun sin libros en mano y sin acceso a la pluma, la reflexión profunda y paciente —que para ella está íntimamente ligada al ejercicio del deseo— nunca frenará su rumbo, pues esta excede el territorio de la letra y los espacios donde se ejerce el poder. Sor Juana le anuncia así a su confesor que ella siempre va a filosofar, con o sin su venerada biblioteca, con o sin su pluma, pues todo lo que ella encuentra en su caminar cotidiano es materia fértil, territorio deslumbrante en el que surgen las preguntas e ideas más profundas sobre el mundo. En vísperas de la censura fatal, Sor Juana anuncia, desafiante, que “nada se ve sin reflexión, nada se oye sin consideración, aun en las cosas más menudas y materiales”. Insinúa que mientras esté viva, en la cocina o en el patio del convento o donde sea, siempre estará filosofando.Al cuestionar la idea de que el ámbito intelectual institucionalizado es el único espacio para el pensamiento, al poner en duda esa dimensión que por tanto tiempo (y aún hoy) muchos han querido delimitar como un lugar de alianzas e interlocución masculina, Sor Juana sugiere que las restricciones que emergen de las jerarquías tradicionales del patriarcado, aunque contundentes y dañinas, siempre serán insuficientes. Nunca se podrá doblegar el deseo y la posibilidad de reflexión que emerge de la experiencia vital y cotidiana del cuerpo, de nuestros recorridos por los caminos. Esta bulle y crece y se propaga, como las raíces de los árboles, a pesar de la misoginia, con o sin acceso a los espacios del poder donde se tiende a censurar, como todavía vemos hoy en tantos lugares, el pensamiento hondo y la palabra insólita.Mi abuela, mi madre y muchos perros y perras me enseñaron desde la infancia aquello que Sor Juana luego hiló de forma tan hermosa en su carta, cuando la leí de adulta. En los bosques de las montañas donde crecí, en el altiplano cundiboyacense de la cordillera oriental de los Andes colombianos, en la región de Simijaca, Cundinamarca, donde está mi corazón, bosques que todavía frecuento en el peregrinaje de la migrante que soy, “nada se ve sin reflexión, nada se oye sin consideración”, para usar las palabras de Sor Juana. Ha sido en ese territorio de árboles, maizales y parcelas campesinas donde he convivido con perros y he aprendido a escuchar aves e insectos, enredaderas y musgos, líquenes y follaje, y las historias de la gente que allí cultiva, hila y pastorea. Ha sido en esos caminos donde lentamente se fue gestando esta novela.Narrar las mudanzas a las que sometemos o que hacen voluntariamente los animales más que humanos, habría sido imposible sin los años de deambular por las sendas rurales y los atajos de muchos de esos montes, sin la errancia que me dio haber nacido en una familia de mujeres caminantas, exploradoras de caminos muy antiguos, que me enseñaron que desde esas cuestas andinas y en presencia de otros seres, era urgente otear el mundo. Ese trasegar por bosque y pantano, antecede y es el sustrato de las ideas, como diría Henry David Thoreau, como de otra forma también lo expresó Arguedas y como también me enseñó mi abuela. María Negroni dice que escuchar otros ruidos es el motor implícito de la escritura. Para mí esos otros ruidos, son voces de otros seres más que humanos, de follajes y lluvias y vientos, y también son más que ruidos. Son otros olores y sonidos y movimientos de un mundo habitado por muchas especies. Este libro es un intento, aunque sé que limitado, imperfecto y lleno de paradojas, de bajarle el volumen a las voces humanas y a sus fantasías de dominio sobre el mundo, para que resuenen otras en el espacio siempre insuficiente, pero también siempre amplio, de la página escrita. En la pausa del camino, he buscado en la ficción un territorio igual de hospitalario al bosque, desde el cual preguntar cómo es la vida soberana de seres más que humanos que nos miran desde otras alturas y desde otras ontologías de espacio y tiempo. Para abordar ese misterio y reconocer nuestras limitaciones para comprenderlo.En mi vaivén de dos décadas entre Colombia y Estados Unidos, que es a donde terminé migrando, el acto de deambular por bosques y habitar el mundo rural a pie me ha dado una de las pocas certezas que tengo: que al estar situados en comunidades más que humanas nuestras vidas, y también nuestras errancias y nuestros errores, nuestras búsquedas de morada, siempre se cruzan con las de otros seres. Como bien lo expresa Dona Haraway, una de nuestras obligaciones como gente que comparte el mundo con seres más que humanos es tener curiosidad sobre lo que estos hacen, sienten, piensan, sobre cómo miran y en qué momento se cruzan nuestras miradas con las suyas. De hecho, creo que en cualquier consideración sobre lo que constituye un hogar humano, o su brevedad, en cualquier reflexión sobre los modos en que trazamos los caminos, está presente la pregunta ética y política de a qué otros animales desplazamos y a cuáles dejamos quedarse, de cuáles resisten y de cómo lo atestiguan, es decir la pregunta de quién es el huésped y quién es el anfitrión y cómo se complica esa distinción. Las tradiciones indígenas de las Américas llevan siglos insistiendo en que el devenir humano tiene que dar cuenta de otros seres vivos, que esto es digno de nuestra reflexión, de nuestra consideración, para usar de nuevo las palabras de Sor Juana. ¿Cómo tenemos en cuenta o los ignoramos? ¿Qué les debemos? ¿Cómo reconocemos su dignidad de testigos? ¿Cómo atestiguamos su vida, su sufrimiento, su resistencia, su soberanía? ¿Cómo se topan sus miradas con las nuestras? ¿Cómo abordamos las formas en que su existencia, más amenazada hoy que nunca por culpa nuestra, nos marca y nos conmueve? ¿Cómo encontrar su mirada y reconocerlos como actores y acompañantes puede ampliar las formas de la política? Honrando el legado de tantos pensadores y pensadoras que por siglos se han ocupado de estas preguntas, mi novela es un intento por pensar en todo esto, lejos de una tradición que insiste en la superioridad del orden humano y su racionalidad, cuando lo humano es precisamente una red de dependencias entre especies.He querido en este libro cuestionar la fantasía antropocéntrica de que otros seres vivos son irrelevantes o inferiores o deben estar siempre al servicio de las lógicas humanas, como la lógica de la propiedad privada, de la ganancia y del estado nación con sus fronteras. Como bien lo han notado las pensadoras ecofeministas, los discursos que presuponen la superioridad humana sobre lo que se ha sabido llamar la “naturaleza,” están íntimamente ligados a las nociones patriarcales de la jerarquía de género que fueron precisamente las que silenciaron a Sor Juana. He querido descentrar lo humano poniendo en el centro de la ficción a unas perras abandonadas, a una tángara escarlata que migra del noreste de Estados Unidos a los bosques altoandinos de Colombia, a un puercoespín pequeño de uno de esos bosques cuya especie se encuentra en vías de extinción, a un escarabajo recién salido de los fondos de esa tierra, animales más que humanos cuyas vidas inevitablemente se cruzan con las nuestras, pero que, desde su alteridad, se rehúsan a ser simplemente humanizados. En el proceso de indagar sobre el movimiento y el sufrimiento de estos seres, sobre lo que podría constituir para ellos un hogar, he querido preguntar sobre las maneras en que estos hacen reclamos a los humanos y sus tecnologías, y viceversa, aunque, como nos recuerda Haraway, esos reclamos nunca sean simétricos.Porque todas las especies están situadas históricamente, tenemos una responsabilidad de comprender la historia como más que humana. Hablar del trabajo, del afecto, del juego, de la vida comunitaria, de la política, de la guerra, de las relaciones de género, de la creación de fronteras políticas, requiere de una mirada que dé cuenta de que las sociedades y redes que tejemos están determinadas por los cruces entre especies. ¿Cómo se puede, si no, entender la historia de un país como Colombia, donde se talan bosques para llenarlos de vacas, donde se fumigan químicos letales para producir y erradicar las drogas ilícitas, donde se dragan ríos y se destrozan vidas para sacar oro y metales, donde hay gente valiente que a diario cuestiona y resiste todo esto, cómo abordamos esa historia sin al menos preguntarnos por la forma en que perciben, sienten, sufren y resisten esto los seres más que humanos que también la habitan? ¿Cómo son testigos ellos de los conflictos que causamos, como, por ejemplo, de un enfrentamiento armado que los exila, de una bomba que explota en el lugar a donde han parado a descansar (como les pasa, por ejemplo, a los millones de aves migratorias que cruzan Israel y Palestina en estos meses), o de una protesta pública que les nubla el cuerpo con gases lacrimógenos? ¿Cómo viven el estallido de los cohetes que Elon Musk alegremente hace explotar sobre sus bosques? Estas consideraciones, que para muchos pueden ser banales o minúsculas, tienen para mí una gran urgencia. Están en el centro de la historia, no son sus márgenes. Creo que la literatura, desde un lenguaje diferente al de las ciencias, debe estar allí para abordarlas.No podría terminar hoy sin hacer un breve homenaje a un pájaro que detonó la escritura de este libro hace ya más de una década. Un ave migratoria deslumbrante, cuya especie mora temporalmente en los bosques en los que crecí en Colombia y en los que ahora vivo en Estados Unidos, que de milagro encontré una mañana de 2008 en el balcón del apartamento de Bogotá al que yo había llegado a vivir temporalmente. Un ave pequeñita de cuerpo escarlata y alas negras que pasa parte del año en los Andes y la otra en el noreste de Estados Unidos, lugar del cual yo también hacía poco había llegado. Esa visita tan extraña de un pájaro que parecía paralizado en un día de abril en el que debía seguir su vuelo hacia el hemisferio norte con otros millones más, despertó en mí una enorme curiosidad. Una fascinación por la migración de los pájaros y sus viajes continentales y una obsesión por cómo atestiguan el mundo desde otras dimensiones espaciales y sensoriales, por cómo burlan nuestras fronteras y nuestros deseos egoístas de delimitar el mundo. Una curiosidad para la que creo que ya me había preparado mi vida de caminante de bosques.¿Cómo le habría ido a esa ave valiente que finalmente recuperó el vuelo y escapó de mi balcón? Ojalá que haya llegado a su bosque del norte, pero nunca lo sabré. ¿Qué rutas continentales habrá tomado y por cuántos otoños y primaveras habrá ido de norte a sur y de sur a norte? ¿Habrá durado su vida una década entera, que es lo que podría vivir un ave de su especie, o mucho menos? ¿Cuáles aguas que bebió estaban limpias y cuáles envenenadas? ¿Qué bosque encontró robusto y defendido y cuál diezmado? ¿Viven algunos de sus hijos y descansan en este momento del invierno septentrional en algún bosque andino? Tenemos que seguir hablando de los pájaros, de los territorios que ellos y tantos otros seres claman heroicamente y a pesar nuestro como morada. De los bosques y la vida que sostienen, que son la comunidad y el camino, la memoria del mundo y su conciencia. De la gente que los recorre y los defiende. De la soberanía de unos seres que son tan marginales en los espacios del poder, pero que sostienen la esperanza y la posibilidad del futuro.Quiero terminar agradeciendo a todos los perros y perras, y a todas las personas que me ha acompañado y acogido en estos años de escritura. A Salomé Cohen, mi brillante y generosa editora, a las editoriales que han publicado mis libros, a la universidad de Wesleyan donde enseño y a mis estudiantes, que son mis maestros, a la FIL de Guadalajara y a la Universidad del Claustro de Sor Juana, a Laura Niembro y al resto del equipo que ha hecho posible que yo esté hoy aquí. Un especial agradecimiento, también, al jurado que me honra enormemente, al elegir este libro entre muchas obras de escritoras valientes, que creen, como lo hizo Sor Juana, en el acto de conmover y de irritar para contar los enredos del mundo y sus misterios, para revelar, sosegadamente, los otros ruidos. Muchísimas gracias.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El galardón, dotado con 20.000 euros (cerca de 22.000 dólares), está considerado el reconocimiento público más alto a un compositor o compositora viva de la comunidad iberoamericana, según informó este lunes la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) de España en un comunicado.Tania León (1943, La Habana), ganadora de un Premio Pulitzer de Música en 2021 y del Premio Kennedy Center Honors en 2022, fue galardonada por "su experiencia artística que se proyecta como paradigma de comprensión y diálogo intercultural", según indicó el jurado.Junto a ello, el jurado reconoció "los exilios externo e interno que, como cubana en los Estados Unidos, han marcado su producción compositiva de alto reconocimiento internacional, así como a su posición como ser humano ante las coordenadas vitales por las que ha discurrido su trayectoria”."Siempre he sido fiel a mi filosofía. Me crié en una familia que tenían orígenes muy diferentes, crecí en una especie de pequeñita Naciones Unidas", explicó la ganadora quien aseguró tener "esa semilla mental de que el mundo debería ser igual para todos y no enfatizar tanto en las diferencias".Con más de 40 obras de cámara, orquestales, vocales y multitud de óperas, su forma de crear ha conseguido elevar la música latina en Nueva York: "Europa es la semilla de la composición, y en Estados Unidos se conocía muy poco la carrera de composición latinoamericana", precisó la artista.Su música se caracteriza por un estilo moderno de carácter cosmopolita, a la vez complejo y expresivo, basado en la incorporación de prácticas rítmicas derivadas de la diáspora latinoamericana, fusionadas con técnicas europeas en el Caribe, recordó la SGAE.Además, su obra siempre se ha marcado por su gran compromiso político. A través de la música se ha enfrentado al rechazo y a la misoginia, explicó la organización."Siempre he sido de perseguir mis propuestas y cuando me decían que no, no me dejaba amedrentar: Les daba la espalda y continuaba mi camino", dijo ella al respecto.León se fue de Cuba a los 24 años para emigrar a Estados Unidos. Afincada en Nueva York desde 1967, no pretendía dedicarse a la composición sino que su sueño era ser concertista y se formó como pianista, pero acompañó al coreógrafo Arthur Mitchell en el proyecto del Dance Theater of Harlem” y comenzó así "una de las carreras más brillantes y prolíficas de la composición en Latinoamérica", destacó la SGAE.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.