Entre emociones y escenas que invitan a la reflexión, Casa Gestal presenta Latidos con Sentido, una temporada teatral que reúne cuatro obras profundamente humanas. Del 15 de junio al 4 de julio, con entrada libre y previa inscripción, esta muestra escénica abre un espacio para el encuentro, el humor, la ternura, la memoria y la transformación, reafirmando al teatro como territorio de comunidad y resonancia emocional.Con una programación variada que va desde propuestas familiares hasta monólogos íntimos y clown contemporáneo, Latidos con Sentido busca generar algo más que entretenimiento: busca tocar fibras. “Queremos que quienes asistan salgan con una emoción encendida, una pregunta abierta o una risa compartida”, afirma el equipo curatorial de Casa Gestal, colectivo independiente liderado por Natalia Quintero y Lina Bedoya.La temporada se abre este 15 de junio con Los Espíritus de la Imaginación, dirigida por Jomber Chinchilla. Esta obra familiar parte de un conflicto actual: la desconexión de la infancia con el juego creativo. Mizark y Mezark, guardianes del Reino de la Imaginación, deben convencer a un niño de usar su mente y no solo una pantalla, pero el verdadero giro ocurre cuando aparece Rebeca y su perro de peluche, Motas. Tras un apagón, todo cambia: el juego, la imaginación y el afecto cobran nuevos sentidos. Con paisajes fantásticos, sonidos envolventes y participación del público, la obra propone repensar la infancia en clave de creatividad y vínculo humano.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquíEl 18 y 19 de junio sube a escena Pájaro’s Route, interpretado por el reconocido actor Héctor García “Pecas” bajo la dirección de Alexis Rojas. En este monólogo poético, Manchas, un cantor urbano, guía al espectador por un viaje entre la vida y la muerte. El relato, escrito por Iván Carvajal, se convierte en una especie de rito en movimiento, donde se celebra la resistencia artística de quienes habitan las calles, cantan sin micrófono y emocionan sin aplausos. Pájaro’s Route es un homenaje al arte callejero y a las historias que se cuentan en voz baja, con el cuerpo como instrumento.La temporada continúa el 27 y 28 de junio con ¡Ay amor! Ya no me quieras tanto, obra escrita por la nicaragüense Lucero Millán y dirigida por Natalia Quintero. A bordo de un vagón de tren, Armenio y Josefina descubren que sus vidas han estado marcadas por distintos tipos de violencia. Entre confesiones, recuerdos y silencios, surge la posibilidad de sanar. La obra, que combina objetos simbólicos, música y gestualidad, no busca dar respuestas, sino abrir caminos. “No somos responsables de lo que nos pasa, pero sí de lo que hacemos con eso”, dice uno de los personajes, marcando el tono de una puesta en escena que emociona y empodera.El cierre será el 3 y 4 de julio con el estreno de Espere su turno, una propuesta clown escrita y dirigida por Beto Urrea, e interpretada por Lina Bedoya. En una sala de espera que parece nunca avanzar, una mujer intenta encontrar el “consultorio del amor”. Entre tropiezos, absurdos y consejos de autoayuda fallidos, descubrirá que el amor más importante es el que se tiene a sí misma. La obra, entre el humor y la ternura, convierte al espectador en cómplice de una búsqueda que, en el fondo, es universal.Las obras, muy distintas entre sí, comparten un interés por lo emocional, lo poético y lo humano. En palabras de sus organizadores, esta temporada no es “solo una cartelera de funciones”, sino una experiencia colectiva que busca detener el ritmo acelerado del día a día y abrir un espacio para la emoción y la conciencia.Estos son los horarios y links de inscripción para asistir a las funciones de este ciclo teatral, que se llevará a cabo en Casa Gentil Calle 66a #15-37, en Bogotá.“Los espíritus de la imaginación”Domingo 15 de junio: 11:00 a. m. y 3:00 p. m.Inscripción: https://forms.gle/YeWBcekcBQPoAWGY7“Pájaro’s route”Miércoles 18 y jueves 19 de junio: 8:00 p. m.Inscripción: https://forms.gle/cf7BpzATcNQjEbih6“¡Ay amor! Ya no me quieras tanto”Viernes 27 y sábado 28 de junio: 8:00 p. m.Inscripción: https://forms.gle/YpTWfEYEVAfp2DZB8“Espere su turno”Jueves 3 y viernes 4 de julio: 8:00 p. m.Inscripción: https://forms.gle/Kmk3LM5TvVdr1XP47 Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Casa Gestal (@casa_gestal)🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
La actriz Rosita Alonso, nacida en Santa Fe, Argentina, en 1937, falleció en Bogotá este jueves 12 de junio de 2025, dejando un legado imborrable en escenarios y pantallas de Colombia.La Sociedad Colombiana de Gestión de Actores fue la encargada de dar a conocer la noticia a través de sus redes sociales donde compartió un mensaje de agradecimiento hacia la actriz.“Hiciste del escenario tu hogar y de la actuación tu manera de transformar el mundo. Encarnaste mil personajes, maestra de generaciones, pionera de una televisión y un teatro que crecieron contigo”, se lee en la publicación de Instagram.Rosita llegó a Colombia en 1963, en pleno auge de la televisión local, y rápidamente encontró su lugar en producciones como El 0597 está ocupado, una de las primeras telenovelas nacionales, basada en un radioteatro argentino. Su presencia en escena creció también en el teatro, donde acogió un sinfín de retos artísticos.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquíLa carrera de Rosita estuvo marcada por más de 200 obras teatrales en Colombia, combinadas con una filmografía televisiva amplia e influyente. En las décadas de 1960 a 1980 participó en producciones memorables como Viaje al pasado, Estafa de amor, Rasputín, El Virrey Solís, La espada de papel, Los dueños del poder y La rosa de los vientos.Durante los 90, su presencia continuó vigente en telenovelas como Laura por favor, Victoria, Dios se lo pague —por la cual recibió una nominación a los Premios TV y Novelas en 1999— y Tabú.Tras un breve receso, en 2005 regresó al formato televisivo con el papel de Mercedes Rubio en la exitosa telenovela Los Reyes. Posteriormente, en 2008 apareció como Clara en la serie Sin retorno y también participó en la telenovela Padres e hijos.Aunque originaria de Argentina, Rosita adoptó Colombia como su hogar y obtuvo la nacionalidad en 1970. Desde entonces, se la consideró una figura nacional, comprometida con la cultura y el desarrollo del arte escénico en el país.Hasta ahora no se conocen las causas oficiales de su muerte. Colegas, directores y admiradores han expresado su dolor y gratitud por su trayectoria, cuya influencia no pasará desapercibida en la historia de la televisión y el teatro en el país.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
La Feria de las Flores, una de las celebraciones culturales más importantes de Colombia, se realiza cada agosto en Medellín y rinde homenaje a la identidad local, con actividades como el desfile de silleteros en el que las personas portan grandes arreglos florales a sus espaldas, exposiciones florales y muestras gastronómicas.Este concierto es una de las actividades más esperadas de los diez días de feria, que este año regresa al estadio principal de la ciudad luego de que en 2024 tuviera que trasladarse a un polideportivo de las afueras por la coincidencia con el Mundial de Fútbol Femenino Sub-20.Ese año, artistas como Carlos Vives, Myke Towers, Eladio Carrión y Silvestre Dangond fueron los encargados de animar la jornada, acompañados de otras figuras como Alejandro Fernández, Jessi Uribe, Piso 21, Diego Daza y Ana del Castillo.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquíEn esta edición, Juan Luis Guerra, el artista dominicano conocido mundialmente por sus ritmos tropicales como el merengue y la bachata, traerá al escenario un repaso por sus cuatro décadas de trayectoria musical.Por su parte Juanes, figura destacada del rock en español, llevará nuevamente a su ciudad su mensaje social y la fuerza de sus éxitos.Al cartel se suma, por primera vez, la banda Fuerza Regida, que ofrecerá a Medellín su música regional mexicana de 'corridos tumbados' que combinan con tonos urbanos. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por 🌸 Feria de las flores Medellin 🌼 (@feriadelasfloresmedellin2025)🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
0Contigo en brazos, por primera vez aíslo, en la pared, la sombra que formamos juntos. Tienes veinte minutos de vida.Tu madre cierra los párpados, pero no quiere dormir. Descansa los ojos nada más que unos segundos.–A veces a los recién nacidos se les olvida respirar –nos dice una amable enfermera aguafiestas.Me pregunto si lo dice así todos los días. Con las mismas palabras. Con el mismo aire prudente de advertencia triste. Tu pequeño cuerpo respira, sí: incluso en la penumbra del hospital, tu respiración es visible. Pero yo quiero escucharla, escucharte, y me molesta mi propio resuello. Y mi ruidoso corazón me impide sentir el tuyo.A lo largo de la noche, cada dos o tres minutos contengo el aliento para comprobar que respiras. Es una superstición tan sensata, la más sensata de todas: dejar de respirar para que un hijo respire.1Camino por el hospital como buscando las grietas del último terremoto. Pienso cosas horribles, pero igual consigo imaginar las cicatrices que alguna vez exhibirás orgulloso hacia el final del verano.14A tu breve vida de catorce días la palabra infancia le queda como poncho. Pero me gusta lo exagerada que suena. En inglés serías catorce días viejo.25Lloras y aparezco yo. Qué estafa. Quizás nuestros padres se tomaron demasiado en serio estos primeros rechazos. No me prefieres, pero te acostumbras a mi compañía. Y yo me acostumbro a dormir cuando tú duermes. El ritmo del sueño intermitente me recuerda centenares de largos viajes dormitando en la micro al colegio o a la facultad, para asistir a clases en las que seguía dormitando. O esas deliciosas siestas furtivas que me permitieron sobrellevar la vida laboral.De pronto tengo quince años y es medianoche y estudio algo que no sé si es Química o Álgebra o Fonología y no me quedan cigarros y es un problema porque en sueños fumo mucho. Me despiertan unos perros tímidos que inician su concierto de ladridos y el martilleo de un vecino que tal vez cuelga en la pared un retrato de su propio hijo y por eso no le importa despertar al mío.Pero sigues durmiendo en mi pecho, hasta pareces aún más dormido, seriamente dormido. No tengo idea qué hora es. Y no me importa. Las once de la mañana, las tres de la tarde. Así pasan los días cansados pero felices, que se entremezclan con los días felices pero cansados y con los días felices pero felices.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquí31El nacimiento de un hijo anuncia un amplio futuro del que no seremos totalmente parte. Julio Ramón Ribeyro lo resumió muy bien: «El diente que le sale es el que perdemos; el centímetro que aumenta, el que nos empequeñecemos; las luces que adquiere, las que en nosotros se extinguen; lo que aprende, lo que olvidamos; y el año que suma, el que se nos sustrae».Es un pensamiento hermoso, cuyo sesgo turbulento, sin embargo, ha desquiciado a millones de hombres. Pienso en padres de otras generaciones, aunque es absurdo suponer que las cosas han cambiado. He conocido a hombres que ejercen la paternidad con lucidez, humor y humildad, pero también he visto a amigos queridos, que parecían tener el corazón bien puesto, alejarse de sus hijos para entregarse a la recuperación desesperada y caricaturesca de su juventud. Y también abundan quienes enfrentan la pulsión de la muerte agobiando a los niños a punta de misiones y decálogos, con la explícita o velada intención de prolongar a costa de ellos sus sueños interrumpidos.Lo que me impresiona, en cualquier caso, es la ausencia casi absoluta de una tradición. Como todos los seres humanos –supongo– hemos nacido, sería natural que fuéramos especialistas en asuntos de crianza, pero resulta que sabemos muy poco, en particular los hombres, que a veces nos parecemos a esos estudiantes risueños que llegan a clases sin siquiera saber que había examen. Mientras las mujeres les transmitían a sus hijas el asfixiante imperativo de la maternidad, nosotros crecimos consentidos y pajarones y hasta tarareando «Billie Jean». Nuestros padres intentaron, a su manera, enseñarnos a ser hombres, pero no nos enseñaron a ser padres. Y sus padres tampoco les enseñaron a ellos. Y así.42Durante tus primeras semanas de vida he escrito como cien poemas en el teléfono. No son poemas, en realidad, pero en el teléfono me sale más fácil pulsar enter que lidiar con los signos de puntuación.Escribo en estado de apego, bajo tu influencia, persuadidos los dos por el embrujo de la mecedora, que funciona como una tímida montaña rusa, o como un incansable caballo generoso, o como el transbordador que por fin ha de llevarnos a Chiloé.49Esta mañana quise convertir los poemas falsos en poemas verdaderos, pero me temo que seguí de largo y terminé encaminándolos hacia el civilizado y legible país de la prosa. Los eché a perder, pero igual los copié todos, por si acaso, en un archivo que titulé «Literatura infantil». Ninguno de esos bocetos podría ser considerado literatura infantil. Aunque todos remiten a la infancia. La tuya incipiente y la mía lejana. Mi infancia o mi idea de la infancia a partir de tu llegada.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
En la penumbra de la Sala Fanny Mikey, el tiempo se diluye y el sonido se convierte en una experiencia corpórea. Así se vive “À L’Écoute / A la escucha”, la primera retrospectiva del trabajo sonoro y visual del colectivo internacional Soundwalk Collective, una instalación inmersiva que hace parte de la programación del Festival NO Convencional y que estará abierta al público entre el 14 y el 22 de junio.Esta muestra, concebida como un archivo viviente, invita a escuchar no solo con los oídos, sino con todo el cuerpo. Quienes ingresan descalzos a la sala se recuestan sobre una gran plataforma acolchada de tela negra, una “cama sonora” que vibra con las frecuencias de cada obra. Sobre ellos, una pantalla suspendida proyecta luces, imágenes y brumas que dialogan con la composición sonora, creando una atmósfera sensorial única.La exposición no es una simple reproducción continua: cada bloque tiene un título y horario específico, como si se tratara de una cinemateca sonora. Esto convierte la visita en una experiencia ritual e irrepetible. La curaduría estuvo a cargo de Santiago Gardeazábal, mientras que la dirección artística corre por cuenta de Stephan Crasneanscki y Simone Merli, fundadores del colectivo.La instalación es mucho más que una retrospectiva. Es un recorrido por más de una década de exploración sonora —de 2012 a 2025— en colaboración con grandes figuras del arte y la música como Patti Smith, Jean-Luc Godard, Willem Dafoe, Natalia Lafourcade, Philip Glass, entre otros. En palabras del colectivo, se trata de una escucha activa, vulnerable, una forma de estar en el mundo.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquíInspirado en el pensamiento del filósofo francés Jean-Luc Nancy, “À L’Écoute” transforma radicalmente nuestra relación con el sonido. Las piezas incluidas recorren geografías diversas: del Amazonas a los Himalayas, de la Sierra Tarahumara a los glaciares del Ártico, pasando por desiertos, rutas migratorias y ciudades cargadas de memoria. Cada obra combina registros de campo, instrumentos, voces y poesía, creando paisajes acústicos que trascienden la mera contemplación.Entre las piezas destacadas se encuentran Killer Road, una elegía junto a Patti Smith en honor a Nico; Lovotic, sobre deseo posthumano con Charlotte Gainsbourg y Willem Dafoe; Khandroma, grabada en los monasterios más altos del Himalaya; y Invisible Landscapes, una creación reciente junto a Natalia Lafourcade, Jim Jarmusch y Willem Dafoe.La instalación también incluye un muro de libros de arte, vinilos y piezas únicas publicadas por el colectivo a lo largo de los años.Soundwalk Collective, fundado en Nueva York en el año 2000, ha presentado su obra en escenarios como el Centro Pompidou de París, el Barbican Centre de Londres y la Bienal de Venecia.En su instalación en Bogotá el recorrido curatorial se organiza en cinco ejes: El viaje como acto poético y político, La voz espectral y los rituales de muerte, Los ecosistemas como cuerpos sonoros, El archivo como materia viva y La palabra como vibración.“À L’Écoute” es una invitación a estar presente, a entregarse al sonido como una forma de habitar el mundo.La cita, de entrada libre y recomendada para mayores de 12 años, es en la Sala Fanny Mikey (Calle 11 #5-60) en Bogotá. Los horarios serán:14, 20 y 21 de junio: 1:00 p.m. – 9:00 p.m.15 y 22 de junio: 11:00 a.m. – 5:00 p.m.17, 18 y 19 de junio: 10:00 a.m. – 6:00 p.m. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Nova Et Vetera (@nova_et_vetera_performingarts)🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.