La Orquesta Sinfónica Nacional anunció que la maestra Lina González-Granados será la nueva directora residente de la Ópera de Los Ángeles desde este año. González estudió un doctorado en Artes Musicales y Dirección Orquestal en la Universidad de Boston. Entre sus trabajos más reconocidos ha dirigido a la Orquesta Filarmónica de Nueva York, la Orquesta Sinfónica de San Francisco, la Orquesta Sinfónica de Chicago, la Orquesta Filarmónica de Rochester y la Sinfónica de Barcelona, entre otras orquestas. Así como ha sido directora de increíbles orquestas, ha sido reconocida por su trabajo. Ganó la Medalla de la Excelencia Sphinx en el 2021, en el 2022 recibió el Premio de Asistencia a la Carrera en Estados Unidos de la Fundación Solti y ganó el cuarto Concurso Internacional de Dirección Sir Georg Solti de la Orquesta Sinfónica de Chicago. La maestra Lina González-Granados también es directora artística de Unitas Ensemble, una orquesta de cámara que interpreta las obras de compositores latinoamericanos y que presenta música clásica en zonas vulnerables de Estados Unidos. Para celebrar su trayectoria y trabajo en la Orquesta Sinfónica Nacional, el viernes 8 de julio a las 8:00 p.m. se estará presentando en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo dirigiendo la orquesta y tocando tres obras mágicas, Paraíso según María de Juan Davis Osorio, el Concierto para piano de George Gershwin y la Sinfonía Número 5 de Dmitri Shostakóvich.Puede adquirir las entradas en tuboleta.com.Conéctese a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
La Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia lanza este viernes 6 de mayo, a través de las plataformas digitales, su nuevo álbum ‘Hecho en Casa’, una producción discográfica que recopila las mejores grabaciones realizadas para su serie documental ‘Contra el Olvido’ y que fueron producidas durante la pandemia del COVID-19. La gran novedad para este álbum, es su proceso de grabación, puesto que tiene como materia prima las grabaciones hechas por cada uno de los músicos de la Orquesta, desde sus casas, utilizando los micrófonos de sus teléfonos celulares.Sin duda alguna, la carta de presentación de este álbum es su particular proceso de grabación. Al respecto, el maestro Olivier Grangean, director musical del proyecto, nos cuenta lo siguiente: “Todas las semanas le pedimos a los músicos que grabaran, ellos solos, en su casa y con los dispositivos que tuvieran a la mano, algo que para una orquesta, que acostumbra a interpretar y grabar en conjunto, es totalmente surrealista. Algo que nunca habíamos vivido”.La idea de grabar desde casa implicó superar una infinidad de obstáculos, uno de ellos el ruido. Los niños llorando, riendo o gritando; el taladro del vecino, el perro ladrando, las sirenas de la ambulancia que pasa cerca a la casa, el vendedor de tamales y el pitido de los carros, entre muchos otros, constituyeron una verdadera odisea para todos. “A todos los músicos les tocó ingeniarse de alguna manera un home studio y aprender a grabarse ellos mismos, y ese fue el gran reto de todo esto”, concluye el ingeniero de sonido Carlos Silva, encargado del proceso de masterización del álbum.Asimismo, el maestro Juan Antonio Cuéllar, Gerente de la Orquesta, señala que “sin lugar a dudas nos ha caracterizado la adaptación, la habilidad de cada uno de los músicos de la Sinfónica Nacional para enfrentarnos a los desafíos que nos presentan los nuevos proyectos, que antes de la pandemia eran bastante normales, y que durante el confinamiento y el distanciamiento implicaron un reto sin precedentes para una orquesta sinfónica, y que hemos superado con creces a través de la innovación y de la lucha por mantenernos vigentes”.En el proceso de posproducción de este álbum se trabajó en la idea de que el sonido de la Orquesta debía asemejarse a como si estuviera en el escenario real. Así lo explico el ingeniero de mezcla Mauricio Cano: “Logramos dar en el punto de reverberación para lograr ese ambiente de gran teatro y que se sintiera que la Orquesta está allá, subida en el escenario, dando lo mejor de sí y en unión total con su director que por supuesto se encontraba en otra parte del mundo por las circunstancias que ya conocemos”.‘Hecho en Casa’ también cuenta con la colaboración de artistas de gran reconocimiento internacional como el violonchelista Santiago Cañón-Valencia, el pianista Eduardo Rojas, el violinista Julián Gil, el bajo-barítono Valeriano Lanchas, la soprano Lina Marcela López y el ensamble vocal francés Les Métaboles dirigido por Léo Warynski, quienes se grabaron a distancia, logrando resultados excepcionales.Respecto a la música que hace parte del álbum, se encuentran obras famosas de grandes compositores como Beethoven, Verdi, Mozart, Tchaikovsky y Berlioz, entre otros, y de compositores colombianos como Diego Vega, Adolfo Mejía y Luis Fernando Franco; música que sin duda alguna será para el deleite de todo aquel que quiera escuchar esta particular y memorable producción.“Todavía no sabemos hasta donde va a llegar este proyecto, no conocemos el alcance que tendrá. Lo que sí sabemos es que por primera vez una orquesta se ha atrevido a experimentar” expresa Juan Jacobo Restrepo, compositor y músico percusionista de la Sinfónica Nacional, quien estuvo a cargo del proceso de edición del álbum. Finalmente, el maestro Juan Antonio concluye con gran entusiasmo: “¡Lo hicimos! Convertimos en posible algo que no era posible para una orquesta sinfónica”.¿Cómo fue el proceso para grabar este álbum?El proceso que se estableció para la producción de este álbum, consta de cinco titánicas etapas: elaboración de una maqueta de audio de referencia, la grabación desde casa, edición, mezcla y masterización.La primera de ellas, el proceso de elaboración de maqueta de audio, estuvo en manos de Antonio Medellín Fajardo, un joven estudiante de composición con grandes habilidades para la producción de sonido, quien construye cada obra, en permanente comunicación con el director de la Orquesta, a partir de sonidos virtuales que se asemejan con mucha precisión a la interpretación que puede hacer una orquesta real. A esas maquetas, que se caracterizan por el altísimo nivel de expresividad, se les agrega un metrónomo para ayuda a los músicos a mantener el tempo de la obra. Una vez finalizada la maqueta, es enviada a los músicos de la Orquesta, para que cada uno realice sobre ella la grabación.Luego de que los músicos hacen sus grabaciones, estas pasan por un proceso de revisión por los jefes de cada fila de instrumentos y luego de ser aprobadas, son enviadas a Juan Jacobo Restrepo, compositor y músico percusionista de la Sinfónica, quien recibe más de 80 audios e incluso en otras ocasiones muchos más, para realizar finalmente el proceso de edición, eliminar ruidos y armar toda la estructura de cada pieza. Para una obra relativamente corta, este proceso puede tardar entre 10 a 16 horas, dependiendo de la cantidad de audios y de la calidad de cada uno de ellos.La cuarta etapa es el proceso de mezcla, a cargo de Mauricio Cano, ingeniero de sonido que ha ganado seis premios Grammy, dos premios Shock y un premio India Catalina. Por sus manos han pasado producciones de artistas como Carlos Vives, Andrés Cepeda, Shakira, Fonseca, Martha Gómez, Juan Carlos Coronel y Totó la Momposina, entre otros. Mauricio, por supuesto, trabaja muy de la mano del director de la Orquesta, puesto que los intereses artísticos del maestro deben respetarse y quedar reflejados en la mezcla de cada obra.Finalmente la última etapa es el proceso de masterización a cargo de Carlos Silva, ingeniero de sonido y músico, miembro de la Audio Engineering Society y miembro de la Academia Latina de la Grabación (Latin Grammy), de la cual ha recibido dos premios y 11 nominaciones, así como dos nominaciones al Grammy Anglo. Esta etapa le da el toque final a cada obra dejándola lista para ser reproducida en las diferentes plataformas.
Algunos de estos eventos irán desde la última semana de febrero hasta los primeros días del mes de marzo. El primero de ellos será el "Concierto para clarinete No. 1 en fa menor" de Carl Maria Von Weber, considerado uno de los fundadores de la escuela romántica de la ópera alemana. La interpretación estará a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia. El programa estará bajo la dirección del Maestro venezolano Manuel Hernández Silva que ha estado como invitado en importantes Orquestas Sinfónicas del mundo, como la de Viena, Israel o Seúl. Además, en el montaje también se interpretará la "Sinfonía No. 4 de Tchaikovsky", considerada una de las piezas más personales del autor.Por otro lado, para los amantes de la música andina, el trío "Los Hermanos Saboya" harán un recorrido musical por los últimos 100 años de esta música tradicional colombiana en ocho grandes referentes en el marco de los 20 años del Festival "Colombia al parque". Además antes del concierto habrá un conversatorio moderado por Eliécer Arenas Monsalve donde se hablará sobre la evolución desde 1920 hasta 2022 de los tríos, sus instrumentos y estilos de interpretación. Este último pueden entrar completamente gratis con inscripción previa. Por último llega a Bogotá en concierto el trabajo musical de Victoria Sur nominado al Grammy Latino en 2021, llamado "Nanas Consentidoras", considerado "una ofrenda al universo de la música infantil" distribuido en 10 nanas originales. Este montaje estará acompañado de Valentina Garay (Voz), David Heincke (Tiple), Esther Rojas (Bajo) y Ángel Henao (Percusión). ¿Quién es Victoria Sur? Victoria Eugenia Hernández es una cantautora colombiana nacida en Armenia con más de 30 años de carrera artística dónde ha estado presente en géneros como el jazz, la música latinoamericana y la canción infantil. Es en este último donde obtuvo una nominación para el Grammy con su álbum "Nanas Consentidoras" en el 2021 y que tendremos la oportunidad de ver en esta programación. ¿Dónde queda el Teatro Colón?El Teatro Colón construido desde 1885 por el arquitecto Pietro Cantini y llamado así por el presidente Rafael Nuñez con motivo de la celebración del IV centenario del Descubrimiento de América, queda ubicado en el centro de la ciudad de Bogotá en la Calle 10 # 5- 32 en el barrio La Candelaria. Pueden consultar la programación completa en la página web del Teatro Colón.
85 memorables años de vida, cumple la Orquesta Sinfónica Nacional en este 2021. Para esta ocasión, interpretará el mismo programa que interpretó en su primer concierto: la Obertura de Ifigenia en Áulide de Christoph Willibald Gluck, la Sinfonía Concertante para violín y viola de Mozart, y la Sinfonía “Italiana” de Felix Mendelssohn.La Sinfónica, a lo largo de su extensa historia, ha sufrido diferentes cambios. Su conformación se llevó a cabo en 1936 bajo el nombre de Orquesta Sinfónica Nacional, constituida como una agrupación independiente, apoyada por el Gobierno Nacional. A pesar del mecenazgo estatal, que cada año era más insuficiente para cubrir las necesidades de la agrupación, la Orquesta logró sobrevivir hasta 1952, cuando luego de importantes gestiones se logró consolidar la existencia de la Orquesta Sinfónica de Colombia.Allí se dispuso que la otrora Orquesta Sinfónica Nacional, convertida ahora en una nueva institución musical, quedara adscrita al Ministerio de Educación Nacional. Finalmente, en diciembre del año 2002, la Orquesta fue liquidada por el Gobierno Nacional, junto con la Banda Nacional. Al año siguiente (2003), fue creada la Asociación Nacional de Música Sinfónica, entidad bajo la cual se constituyó la orquesta que hoy en día se mantiene, y que recoge todo el trabajo sinfónico cosechado por sus antecesoras: la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia.La batuta de la gala musical será del maestro Alejandro Posada, quien fue el primer colombiano en la historia del país en ser nombrado director titular de una orquesta profesional europea y que en la actualidad, es uno de los directores de orquesta más destacados de América Latina. Posada, a lo largo de su carrera, ha dirigido cerca de 75 orquestas sinfónicas en más de 20 países y para esta ocasión, hará honor a quien en su momento lideró a la Orquesta en sus primeros conciertos, el maestro Guillermo Espinosa.Los solistas de la noche serán los maestros Angélica Gámez en el violín y Raúl García en la viola, quienes sin duda nos recordarán el virtuosismo de Herbert Froehlich y de Gerhard Rothstein, respectivamente; maestros que se desempeñaron como solistas en ese memorable primer concierto, en una fría, pero acogedora noche de agosto de 1936.Además, un emotivo souvenir recibirán los asistentes al concierto, pues les será entregado el programa de mano en una edición especial, el cual cumplirá con las características gráficas de aquel que se entregó en el primer concierto. También, recibirán el cartel oficial de esta conmemoración, impreso en la especial técnica de serigrafía, y que fue ilustrado por José Rosero, uno de los artistas más reconocidos de Colombia. Sin lugar a dudas, auténticas piezas de colección.El jueves 19 de agosto estará dedicado a la Orquesta, a su público, a su lucha por conservar y fortalecer la cultura musical del país; un propósito que sigue vigente y que ahora y con más fuerza, desea transmitir al pueblo colombiano. Reserve desde ya su entrada para que viva junto a la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, una noche de música y emociones. Entradas desde $35.000 en la taquilla del Teatro o en las taquillas de Tu Boleta.¿Cómo ha sido el camino de la Orquesta Sinfónica Nacional?Podría considerarse que los antecedentes de la Orquesta Sinfónica Nacional se remontan a 1846 cuando se fundó en Bogotá la Sociedad Filarmónica de Conciertos por iniciativa de Henry Price y José María Caicedo y Rojas, entre otros ilustres interesados en la vida cultural de la capital de la joven nación. Once años de vida tuvo la Sociedad Filarmónica de Conciertos que permitió que se escucharan por estas latitudes, quizás en muchos casos por primera vez, algunas páginas musicales de compositores como Mozart, Haydn, Beethoven, Rossini, Weber, entre otros, aparte de algunas obras de autores nacionales como José Joaquín Guarín y, del ciudadano inglés pero colombiano por adopción, Henry Price.Durante las últimas décadas del siglo XIX se vuelve a encontrar una orquesta en la Academia Nacional de Música que había sido fundada por Jorge W. Price –hijo de Henry Price-, institución antecesora del actual Conservatorio de Música de la Universidad Nacional. En 1910, al retorno de Europa del maestro Guillermo Uribe Holguín y al quedar la Academia bajo su dirección –la cual desde entonces se llamó Conservatorio-, se organizó con profesores y alumnos, la Orquesta Sinfónica del Conservatorio.En 1920 dicha orquesta fue reorganizada bajo el nombre de Sociedad de Conciertos Sinfónicos del Conservatorio, con la cual funcionó hasta el retiro del maestro Uribe Holguín de la dirección de dicha institución en 1935. La Orquesta dejó de depender del Conservatorio y, manteniendo el mismo personal, se convirtió a partir de 1936 en institución autónoma e independiente, cambiando una vez más su denominación por Orquesta Sinfónica Nacional, la cual, bajo la Dirección de su Titular Guillermo Espinosa, ofreció su primer concierto el 17 de agosto de ese año.A pesar del mecenazgo estatal, que cada año era más insuficiente para cubrir las necesidades de la agrupación, la Orquesta logró sobrevivir hasta 1952, cuando luego de importantes gestiones se logró consolidar la existencia de la Orquesta Sinfónica de Colombia mediante la reglamentación del Decreto Extraordinario Nº 2916 del 24 de noviembre de 1952. Allí se dispuso que la otrora Orquesta Sinfónica Nacional, convertida ahora en una nueva institución musical, quedara adscrita al Ministerio de Educación Nacional. La ahora llamada Orquesta Sinfónica de Colombia, ofreció su primer concierto en julio de 1953, bajo la batuta del maestro estoniano Olav Roots.En 1968 la Orquesta Sinfónica de Colombia fue adscrita a la Subdirección de Bellas Artes del Instituto Colombiano de Cultura, y a partir del 31 de diciembre de 1997, la Orquesta entra a formar parte del Ministerio de Cultura, creado el 7 de agosto del mismo año.En diciembre del año 2002, la Orquesta es liquidada, junto con la Banda Nacional, por el gobierno de turno. Sin embargo, al año siguiente (2003), fue creada la Asociación Nacional de Música Sinfónica, entidad bajo la cual se constituyó la orquesta que hoy en día se mantiene, y que recoge todo el trabajo sinfónico cosechado por sus antecesoras: la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, una agrupación que se compuso por varios de los maestros de la anterior orquesta, y que incluyó en su plantilla a una nueva generación de músicos. ¿Qué célebres artistas han actuado con la Sinfónica Nacional?Durante su larga historia, con la Orquesta han actuado famosos solistas como Jasha Heifetz, Leonid Kogan, János Starker, Paul Tortelier, Erna Sack, Nicanor Zabaleta, Marian Anderson, Joaquín Achúcarro, Paul Badura-Skoda, Claudio Arrau, Giorgy Sandor, Artur Rubinstein, Daniel Heifetz, Christine Walewska, Narciso Yépez, Nobuko Imai, Pierre Fournier, Eva Marton, Katia Richiarelli, Olga Borodina, Alexander Hvorostovsky, Luis Bacalov, Johannes Moser, Andrea Bocelli, Benjamin Schmid, Roberto Alagna, José Carreras, Gabriela Montero y Anna Netrebko, artistas que hacen parte de una extensa lista.También, ha sido dirigida en memorables conciertos por eminencias como Paul Hindemith, Igor Stravinsky, Aram Khachaturian, Aaron Copland, Antal Dorati, Blas Galindo, Roque Cordero, Carlos Chávez y en tiempos más cercanos, Andrés Orozco-Estrada, Rossen Milanov, Carl St. Clair, Henrik Schaefer, Olivier Grangean y Gustavo Dudamel, entre muchos otros.
A la Fundación Nacional Batuta y a la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia las une la convicción profunda del poder transformador de la música. Desde el año 1991, Batuta ha buscado crear oportunidades para estimular y desarrollar el talento musical de miles de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, para quienes la actividad musical es a la vez protección, educación y proyecto de vida.Por su parte, la Sinfónica Nacional de Colombia, la primera Orquesta profesional del país, integrada por músicos que representan los más altos estándares profesionales en la música clásica, es llamada a trabajar de forma cercana con los niños y jóvenes que ven en estos maestros consagrados un ideal de vida, un modelo a seguir y una oportunidad de crecimiento.Esta vez, Batuta y la Sinfónica Nacional unen esfuerzos para forjar una alianza de apoyo a los adolescentes y jóvenes más destacados del Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles Batuta, quienes han encontrado en la práctica musical un camino de vida y que desean construir una sólida carrera en la música. Mediante esta estrategia, 19 maestros de la Sinfónica Nacional ofrecerán tutorías a aquellos participantes que se encuentran en un nivel avanzado de formación y que son parte del programa Talentos Batuta en Puerto Asís (Putumayo), Villa del Rosario (Norte de Santander), Quibdó (Chocó) y Bogotá D.C. Para llevar a cabo este proceso de formación, se desarrollará un primer ciclo de seis semanas, que iniciará durante este segundo semestre de 2020.En cada una de estas clases musicales podrán participar 20 estudiantes seleccionados de violín, viola, contrabajo, violonchelo, flauta traversa, clarinete, fagot, corno y percusión.Esta estrategia de atención especial, que fue creada por la Fundación Nacional Batuta en 2018, está orientada a que los jóvenes más destacados de los procesos de formación musical, vinculados al Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles - Batuta, puedan cumplir su sueño de ser músicos profesionales. Talentos Batuta cuenta con dos componentes. El primero consiste en un acompañamiento académico de alto nivel para fortalecer las habilidades musicales de los beneficiarios; y el segundo está relacionado con la consolidación de alianzas para brindar un apoyo financiero a aquellos estudiantes que, por su nivel socioeconómico, no pueden acceder con facilidad a la educación superior.El apoyo de los músicos voluntarios de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia representa una alianza fundamental en este propósito de conectar nuestros talentos y nuestras regiones desde el poder transformador de la música y es una muestra más de la importancia de trabajar solidariamente por el fortalecimiento del sector musical del país.
El maestro Juan Antonio Cuéllar, músico, compositor y educador de amplio reconocimiento a nivel nacional e internacional, asume un reto importante para el movimiento cultural del país al ocupar la gerencia de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, y de su entidad rectora, la Asociación Nacional de Música Sinfónica.Doctor y Magister en música de Indiana University, el maestro Cuéllar es reconocido como compositor de numerosas obras que han sido interpretadas y grabadas por importantes agrupaciones en Colombia y en el exterior. Además de su trabajo creativo, Juan Antonio Cuéllar es profesor asociado del Departamento de Música de la Universidad Javeriana, de cuya Facultad de Artes fue decano entre 2002 y 2008, y asesor de la Fundación Azteca de Grupo Salinas en México.Es evidente su pasión por el arte, tanto así que para él, la música ha tenido una presencia definitiva en su vida. Ahora, como gerente de una de las orquestas más importantes del país, tiene como claro objetivo expandir el poder transformador de la música hacia todo el territorio nacional, aferrado a la idea de que “la Sinfónica debe ser una orquesta que genere orgullo nacional”.En sus palabras se hace evidente el enorme aprecio y respeto que le tiene a la Orquesta. Para él es un privilegio trabajar con un grupo de extraordinarios músicos y con una organización que ha asumido la responsabilidad de transformar al país con la música, y con la música sinfónica en concreto.Importante también es el camino que se ha propuesto desarrollar para la Asociación Nacional de Música Sinfónica. Su reto es convertirla en una entidad que agremie al mundo de la música sinfónica en Colombia, uniendo los esfuerzos de múltiples organizaciones: orquestas sinfónicas profesionales, programas de formación musical en música sinfónica para niños y jóvenes, instituciones de educación superior con programas de formación profesional en música, teatros, festivales y otras tantas iniciativas de gran proliferación y proyección en el país.Para el maestro Cuéllar, esta es una maravillosa oportunidad para seguir aportando a la transformación social desde la música.
La primera latina en ganar un Óscar habló antes del estreno de "80 for Brady", un filme que se estrena este fin de semana y en el que comparte protagonismo con Jane Fonda, Sally Field y Lily Tomlin.A sus 91 años, la intérprete participó el año pasado en hasta cinco proyectos cinematográficos o televisivos y en 2023 formará parte de otros tantos, entre ellos la décima entrega de la exitosa saga de acción "Fast & Furious".La vida está "más bonita que nunca" para una actriz que aseguró sentirse "muy afortunada" de que la industria de Hollywood siga contando con ella: "No sé lo que ha pasado, pero parece que he empezado una carrera nueva. No tengo descanso".Además, advirtió entre bromas que le quedan fuerzas para continuar durante mucho tiempo y en papeles diversos, "mientras no sea algo indecente"."Vivo mi vida al límite, lo que me sigue inspirando es trabajar, trabajar y trabajar", resaltó Moreno, quien compone junto a Helen Hayes el reducido grupo de figuras condecoradas con la llamada triple corona de la actuación, al conseguir los premios Óscar, Emmy y Tony a lo largo de su trayectoria.Maura es el nombre del personaje al que encarna la exponente latina en "80 for Brady" (Paraomount Pictures), película en la que un grupo de amigas de la tercera edad viaja para ver el Super Bowl en directo y conocer en persona a su héroe Tom Brady, que esta semana se retiró definitivamente de los terrenos de juego.La leyenda del equipo de fútbol americano New England Patriots (Boston, Massachussetts) también aparece en esta comedia dirigida por Kyle Marvin que consiguió conformar un elenco de actrices oscarizadas como Jane Fonda, Sally Field, Lily Tomlin y la propia Rita Moreno.De hecho, el filme se estrena tan solo 9 días antes de la final de la National Football League, que este año enfrentará a Kansas City Chiefs y a Philadelphia Eagles en el State Farm Stadium de Glendale (Arizona, EE.UU.)."Termino la película siendo muy amiga de las tres y admirándolas aún más por su talento y por ser graciosísimas", explicó la puertorriqueña, que en 2004 fue reconocida con la Medalla Presidencial de la Libertad, el premio civil de más alto nivel de los Estados Unidos.Moreno dijo parafrasear a Fonda y definió el filme como una "historia de amistad femenina" porque "solo" ellas son capaces de "mirar a los ojos con dolor y saber que se necesita ayuda".Sobre su papel en "80 for Brady", cinta que ya fue presentada en el Festival Internacional de Cine de Palm Springs (EE.UU.), reveló que pudo improvisar ciertas partes y que se sintió "conmovida" encarnando a una mujer viuda que "echa de menos a su marido", pero que a la vez siente "esa atracción por los hombres que nunca se pasa".En las últimas semanas, Moreno también se ha prodigado en el programa de televisión "Lopez vs. Lopez" (NBC) junto a los hispanos George Lopez y Mayan Lopez, el cual le sirvió para "continuar un constante proceso de reciclaje profesional", según cuenta."Cuando trabajo con gente más joven, todos me dicen que estoy muy de actualidad. Yo trato de seguir aprendiendo y mis nietos me informan de lo que está de moda hoy", argumentó la también ganadora de un premio Grammy en 1973 por la banda sonora del programa infantil "The Electric Company".La prolongada carrera de Moreno la avala como una de las latinas pioneras en la meca del cine, pero la actriz sigue aprovechando cualquier resquicio para reivindicar la "notable infrarrepresentación" de esta comunidad en la industria audiovisual estadounidense."Esto me enrabieta (enoja) mucho. No sé por qué todavía no se nos conceden papeles importantes con más frecuencia. Queda mucho camino por hacer, incluso con respecto a lo que ya han conseguido los afroamericanos", concluyó la primera latina en ganar un Óscar gracias a su rol de Anita en "West Side Story" (1961). Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"Wasserschlangen II" (Serpientes de agua II) fue terminada alrededor de 1907 y adquirida por Jenny Steiner, una empresaria textil judía que fue mecenas del movimiento artístico de la Secession y, especialmente, de su fundador y líder, Gustav Klimt.La pieza se encuadra dentro del periodo dorado del artista y supone "una auténtica obra maestra", resume Stephanie Auer, comisaria asistente de la muestra "Klimt, inspirado por Van Gogh, Rodin, Matisse...", que se inauguró en la galería Belvedere.Expoliada por los nazisEn junio de 1938, poco después de que Austria fuera anexionada por la Alemania nazi, la empresaria logró huir de Viena y su fortuna fue confiscada. Dos años después, la pieza estaba en posesión del propagandista nazi Gustav Ucicky, del que se rumoreaba era hijo ilegitimo de Klimt.En el año 2013, su viuda lo vendió en una subasta por 103 millones de euros (112 millones de dólares), de los que tuvo que entregar la mitad a los herederos de Jenny Steiner. La pieza fue inmediatamente revendida por 168 millones de euros (183 millones de dólares), lo que hace de ella la séptima pintura más cara de la historia.En todo ese devenir, "Wasserschlange II" apenas se ha expuesto en un par de ocasiones al público en los últimos cien años. En Viena se vio por última vez en 1964. Y el pasado octubre fue exhibida cuando esta exposición se inauguró en el Museo Van Gogh de Ámsterdam, que ha organizado la retrospectiva en colaboración con la Belvedere.Traerla ahora a Viena tampoco ha sido fácil, debido al enorme coste de la prima del seguro, que sobrepasaba la capacidad de responsabilidad civil del Estado austríaco.Finalmente, el Museo Belvedere llegó a un acuerdo con los actuales propietarios, que asumieron los gastos extras del seguro a cambio de un proceso de restauración y de análisis realizado por los expertos del museo, el más importante del mundo en Klimt y que acoge su obra más conocida, "El Beso". "La obra llegó en un estado excelente y sólo fueron necesarias pequeñas intervenciones", explica Auer.La técnica del besoA través de un análisis mediante distintas tecnologías, incluidas radiografías, infrarrojos y microscopios, se ha concluido que Klimt, que esa época experimentó con el uso de metales como la plata, el oro y el platino, empleó la misma técnica usada en "El Beso".También se ha comprobado que Klimt fue cambiando la composición del cuadro y la posición de las figuras. Con esta exposición se trata de mirar a Klimt desde la perspectiva de los artistas que lo inspiraron.Durante mucho tiempo, Klimt había sido visto como "un planeta que gira en su propio sistema solar", en palabras de la directora del Belvedere, Stella Rollig."Vemos a Klimt con nuevos ojos: como un artista abierto e innovador, que estudió otro arte, nunca ocultó sus fuentes, siempre sintió curiosidad por las nuevas tendencias e incorporaba sus sugerencias a su obra", explica Rollig.Entre las 90 piezas que forman la muestra, se cuentan, más allá de la obra de Klimt, ejemplos de Van Gogh, Matisse, Rodin Toulouse-Lautrec, Monet, Cézanne y Margaret Macdonald Mackintosh. Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Así lo adelantó en declaraciones a EFE antes del recital "¡Celebración!", que ofrecerá en Valencia con invitados especiales, como los cantantes Joan Manuel Serrat, Miguel Poveda y Antonio José, así como su hija."He cambiado y espero que para bien -explicó-. He aprendido mucho, algunas cosas más que otras, pero creo que he aprendido; me conozco un poco mejor, la edad te da cierta serenidad también y ya conozco bien mi profesión, y aunque ha cambiado mucho el mundo de la música, hacer canciones y cantarlas... Eso no ha cambiado".La artista se siente "emocionada" y "nerviosa", admite, pues en este concierto, además de ser el inicio de la gira, también se grabará su disco nuevo."Hay muchas cosas que pueden fallar, incluida mi voz, ¡ojalá no!, pero también estoy muy emocionada porque me voy a reencontrar con canciones que hace mucho que no canto y con un público que está esperando también escucharlas y con una banda maravillosa que me acompaña, o sea, va a ser una noche de muchas emociones", comentó.Nacida en París hace 59 años y criada en España, Sole Giménez reconoce que llegar hasta aquí "no ha sido fácil"; y sobre los artistas que la acompañan, lo tiene claro: "¡Es que no me lo creo!".Tras elogiar la categoría profesional y humana de Miguel Poveda y Antonio José, asegura que "el gran maestro Serrat" es para ella "un referente".Tenerlo al lado en el escenario "es un auténtico regalo", como pasó, al revés, hace unos meses, cuando ella participó como invitada en el segundo de los recitales de despedida de Serrat, también en Valencia.¿Y cuál es el secreto para estar 40 años en la música? "Lo único que sé es que he trabajado muchísimo, no he dejado que lo hagan otros, lo he hecho yo y lo he hecho a todos los niveles. Es trabajo, trabajo y trabajo, implicación, compromiso, responsabilidad y amor, amor por la música y por lo que haces", resaltó.Respecto a la gira, avanzó que su intención es ir a todas las ciudades posibles y también, evidentemente, saltar el océano "y estar en Latinoamérica: México, Chile, Colombia…"."Creo que es un repertorio que nos va a llevar por muchos sitios porque hay mucha gente deseando escucharlo de nuevo. Hace mucho que no canto bastantes de estas canciones", concluyó. Le invitamos a conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"Pessoa, el hombre de los sueños" (Ediciones del subsuelo) es la biografía de setecientas páginas en las que Manuel Moya (Fuenteheridos, España, 1960) trata de acabar con la leyenda de que Pessoa careció de vida."Fue un hombre de su tiempo que leía y componía novelas policiales, que se interesó por el ocultismo y los alienistas, que participó en la opinión pública, que fue inventor, publicista, editor, traductor, bebedor, hacedor de horóscopos, poeta vanguardista, creador de heterónimos, y, sobre todo, un escritor exigente", dice a EFE el biógrafo.Moya decidió escribir esta biografía al comprobar que "cosas que había escuchado y repetido sobre Pessoa no eran del todo ciertas, como que era un tipo indolente, triste y solitario, casi fantasmal, que no tenía biografía, que era prácticamente inédito y que había vivido de espaldas a su tiempo; todo eso pertenece a la leyenda, al mito que todos hemos construido sobre Pessoa y que no se corresponde con la verdad".Vivió las vanguardiasPessoa, según Moya, "fue de carne y hueso, vivió en un tiempo difícil, pero a la vez fascinante; nació en la Lisboa de 1888, en pleno decadentismo, con las caídas de las monarquías, la revolución industrial y el colonialismo que desembocaron en la Primera Guerra Mundial; vivió en primer plano el colonialismo, su juventud transcurrió en Sudáfrica, vivió las vanguardias, inventó ismos como el Paulismo, el Interseccionismo o el Sensacionismo..."También vivió la expansión de Lisboa, la caída de la monarquía en Portugal, la convulsa República, la dictadura salazarista y estuvo "muy presente y muy vivo intelectualmente cuando todo esto sucedía; todo eso lo vivió en primera persona, a pie de calle... Él hubiera querido recluirse en la torre de marfil, pero no fue así".A casi un siglo de la muerte del autor del "Libro del desasosiego", su biógrafo asegura que "es necesario formular un Pessoa nuevo, si cabe más fascinante que el que conocemos; había que hablar de sus penurias, de su alcoholismo, de su vida política, todo lo cual puede ser incómodo pero hace mucho más real al personaje"."El trabajo del biógrafo de hoy día no está tanto en desentrañar novedades en torno a la vida de Pessoa, cuanto en limpiar toda esa maraña de equívocos que se ha montado a su alrededor; he tratado de reconstruir su vida no con suposiciones sino con datos concretos que ayuden a saber más del personaje", insiste.Para Moya, "hay aspectos de Pessoa que se han mantenido más o menos ocultos y otros que se han sobredimensionado; entre los primeros su actividad política y sus simpatías por gobiernos no democráticos, justificando la dictadura, o su alcoholismo. Entre los segundos, su visión ocultista, que le da un aspecto misterioso. Estuvo muy interesado por el ocultismo, pero creo que a distancia, sin llegar a creérselo demasiado".Constructor de mundos"Fue un constructor de mundos y de sueños, o de mundos-sueños y eso, el alcoholismo, la heteronimia, el esoterismo, el sueño, la locura... eran temas que a la fuerza habrían de interesar a un escapista en el sentido de soñador, como él era", añade sobre Pessoa, a quien considera "uno de los escritores y personajes más fascinantes del siglo XX".Contra la creencia común, Moya mantiene que fue "un hombre sociable, muy sociable aunque rutinario, y que durante horas se encerraba en su mundo, porque de no ser así no hubiera dejado casi 30.000 documentos... Pero nada que ver con el tipo huraño y solitario que se nos ha contado, visitaba con frecuencia a sus familiares, acudía a varias oficinas, se reunía en tertulias, tenía amistad con sus vecinos, con los tenderos, con los barberos, con los camareros, tenía amigos o conocidos en todas partes aunque fuese celoso de su intimidad".Fue también Pessoa "un trabajador incansable; lo intentó todo, pero en todo fracasó; un soñador que carecía de dinero y tenía que buscarse la vida como dios le diera a entender... Otro de sus mitos es que publicó poco en vida y no es cierto: Publicó más de doscientos poemas en diarios y revistas, folletos y trescientos artículos, fue traducido en vida al español y al francés, se hicieron ensayos sobre su obra estando vivo, se le hicieron entrevistas, publicó cuatro libros, tres en inglés y uno solo en portugués. Fue considerado el más grande poeta portugués del momento". Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
En paralelo, según confesó en rueda de prensa en Barcelona, empezó "un fenómeno muy extraño", puesto que mi padre me hablaba todo el rato dentro de mi cabeza, lo que no había pasado nunca, en un diálogo que, seis meses después, continuaba".Ante ello, cogió el bolígrafo y una de sus muchas libretas y se dejó guiar por la voz de su progenitor para construir este artefacto literario, en el que se transmuta en Patrick, dándose cuenta durante el proceso de escritura de una idea: "Yo nací cerca de la muerte, gracias al poder de la palabra de mi padre, con lo que no debe ser casualidad que me haya transformado en escritora".Publicado por Anagrama, Nothomb (Etterbeek, Bélgica, 1966), nunca pensó que haría un libro sobre su padre por "una razón muy curiosa e idiota, porque pensaba que no moriría nunca".En "Primera sangre", Nothomb descubre la infancia de él, con episodios hilarantes, así como el momento más trascendental de su vida, cuando ante un pelotón de fusilamiento, en 1964, en el Congo, se salvó en el último segundo de una muerte segura.Una tragedia en el CongoEn primera persona del singular masculino, rememora en la obra cuando Patrick era muy joven, a los 28 años, y siendo cónsul en el Congo, al inicio de su carrera diplomática, "vivió una tragedia, el mayor secuestro de rehenes del siglo XX, unas 2.000 personas, a manos de unos rebeldes, convirtiéndose por su cargo en el portavoz de toda aquella gente"."Cada mañana -contó- los rebeldes los ponían a todos en fila y les decían que los matarían. Y mi padre decía que sí, pero que primero tendrían que hablar. Y empezaba a hacerlo, sin parar, hasta que llegaba la noche, todos tenían sueño y se iban a dormir, salvando la vida hasta el día siguiente".Con la nueva jornada volvía a empezar el mismo ritual, "defendiendo Patrick la palabra, transformado en Sherazade (la protagonista de "Las mil y una noches), hasta que un día, los rebeldes ya muy nerviosos, dijeron basta y le llevaron a él ante un pelotón de fusilamiento de doce hombres", como se lee al principio de la novela."Mi padre -prosiguió- pensó que moría y en lo que era el último segundo de su vida apareció el jefe de los rebeldes y dijo que aquello era una broma y que no dispararan. Ese hombre le preguntó si tenía hijos y él respondió que dos, repreguntándole si querría un tercero. Mi padre le contestó: eso dependerá de usted, señor presidente. Una frase genial, de la que yo soy fruto, porque fue allí cuando decidió que tendría un tercer hijo, yo".Escribiendo la obra se ha dado cuenta, asimismo, "de la carga que esto significa" para ella.Otros protagonistas de la historia son la distante madre de su progenitor y, especialmente, el abuelo de su padre, Pierre Nothomb, propietario de un castillo en el sur de Bélgica, aristócrata venido a menos hasta el punto de que dos de sus trece hijos murieron de hambre.A pesar de que su padre adoraba a Pierre, ella, que no lo llegó a conocer, lo "detesta", tanto porque "escribía una poesía ridícula, terrible, como porque no alimentaba a sus hijos, aunque aquí, como quien habla es mi padre, intenté entender la seducción que ejercía -comentó-".Preguntada si ha sido más difícil ser Jesús, como en su anterior título "Sed", o ahora su progenitor, precisó que ha sido "diferente", porque el libro sobre Jesucristo lo llevaba preparando desde niña, a lo largo de cincuenta años, y este nunca lo planteó.Por otra parte, desveló que el libro sí le ha permitido acabar haciendo el duelo por la muerte de su padre: "He ido más allá, porque mi padre murió bien y al final del libro dejó de hablarme dentro de la cabeza, noté que estaba contento".Con la sensación de que ahora también le conoce mejor, avanzó que, si en sus dos últimos libros ha tratado sobre "el padre y el hijo", ahora lo que vendrá es el "espíritu santo". Le invitamos a conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.