El director, de 45 años, está de regreso a Colombia donde este fin de semana conducirá a la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia en la presentación en Bogotá de la ópera "Tosca", en dos funciones en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo.Orozco-Estrada, que ha dirigido además prestigiosas orquestas como la Filarmónica de Berlín, el Concertgebouw de Ámsterdam, la Filarmónica de Viena, la Orquesta Nacional de Francia y la Sinfónica de Chicago, confiesa que no le gusta que a él o al maestro venezolano Gustavo Dudamel, nombrado esta semana director de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, se les destaque por su origen latino sino por lo que saben hacer."Lo que quiero decir es que aquí lo valioso es el talento del maestro Dudamel y no que sea latino. Yo creo que él está ahí porque es un gran maestro, porque hace las cosas muy bien, porque lleva una carrera de muchos años, aunque sea muy joven, haciendo las cosas a un grandísimo nivel y por eso es el director de la Filarmónica de Nueva York, el próximo director", dice a EFE.Carrera impecableAl director colombiano le parece "maravilloso" lo alcanzado por Dudamel, cuya carrera considera "que es impecable, que es admirable, que es inspiración para todos". Sin embargo, subraya que le "molesta un poco" que se recalque su condición de latinos más que su virtuosismo, y aclara: "Pero no quiero que se confunda con la falta orgullo, que eso es otra cosa"."Creo que tanto el maestro Dudamel, como cualquier otra cantidad de maestros que hay o que seamos el mundo, lo que hacemos es música con todas nuestras ganas, nuestra pasión, por encima de si somos latinos, si somos alemanes o italianos. Estamos concentrados haciendo la música", explica. El maestro añade que la música clásica es universal y lo que importa no es el pasaporte sino lo que se hace con ella.Además de dirigir a la Sinfónica Nacional en "Tosca" en Bogotá, Orozco-Estrada tiene previsto regresar a su natal Medellín, lo que, según dice, le parece "una experiencia muy linda" porque hace muchos años no está allí, para dirigir "La traviata".En su agenda de los próximos meses también están regresar a la Ópera de Berlín y conciertos sinfónicos en Francia. "Voy a dirigir en un par de giras, tengo muchas, muchas cosas, afortunadamente muy bonitas que hacer en lo que queda de esta temporada y en la que comienza, por supuesto, que también está llena de cosas bonitas".La intensidad de PucciniCon respecto a "Tosca", cuya dirección musical hizo el año pasado con la "Staatskapelle", la orquesta residente de la Ópera de Berlín, y en 2021 con la Sinfónica Nacional de Colombia, también en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, afirma que le produce "una alegría volver a retomar el título porque es una producción muy bonita, muy bien hecha"."Es una producción que maneja a Puccini con toda su parte dramática, con su toda su intensidad desde el punto de vista musical, primeramente, con un gran elenco, con una orquesta que responde muy bien, y la parte del coro, que también está maravilloso", afirma.Esta producción de "Tosca", una de las óperas más populares de la historia, tendrá, además de al maestro Orozco-Estrada en la dirección musical de la Orquesta Sinfónica Nacional, la dirección escénica de Pedro Salazar y los coros juvenil e infantil de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.El elenco está integrado por la soprano austríaca Martina Serafin, el tenor inglés Adam Smith y el barítono argentino Fabián Veloz, quienes estarán acompañados por las voces líricas colombianas de Jacobo Ochoa, Valeriano Lanchas, Manuel Franco, Camilo Mendoza y Julián Usama."Esto es una versión, digamos, mucho más romántica. El repertorio de Puccini obviamente está lleno de mucha más carga romántica, muy profunda, y la orquesta responde muy bien tanto en el sonido como en ese talento que se necesita para poder acompañar a los cantantes en la escena, sobre todo cuando es una versión completa de una ópera, y no solamente un concierto", concluye.Escuche lo mejor de la música clásica por la señal en vivo de la HJCK.
La Orquesta Sinfónica Nacional anunció que la maestra Lina González-Granados será la nueva directora residente de la Ópera de Los Ángeles desde este año. González estudió un doctorado en Artes Musicales y Dirección Orquestal en la Universidad de Boston. Entre sus trabajos más reconocidos ha dirigido a la Orquesta Filarmónica de Nueva York, la Orquesta Sinfónica de San Francisco, la Orquesta Sinfónica de Chicago, la Orquesta Filarmónica de Rochester y la Sinfónica de Barcelona, entre otras orquestas. Así como ha sido directora de increíbles orquestas, ha sido reconocida por su trabajo. Ganó la Medalla de la Excelencia Sphinx en el 2021, en el 2022 recibió el Premio de Asistencia a la Carrera en Estados Unidos de la Fundación Solti y ganó el cuarto Concurso Internacional de Dirección Sir Georg Solti de la Orquesta Sinfónica de Chicago. La maestra Lina González-Granados también es directora artística de Unitas Ensemble, una orquesta de cámara que interpreta las obras de compositores latinoamericanos y que presenta música clásica en zonas vulnerables de Estados Unidos. Para celebrar su trayectoria y trabajo en la Orquesta Sinfónica Nacional, el viernes 8 de julio a las 8:00 p.m. se estará presentando en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo dirigiendo la orquesta y tocando tres obras mágicas, Paraíso según María de Juan Davis Osorio, el Concierto para piano de George Gershwin y la Sinfonía Número 5 de Dmitri Shostakóvich.Puede adquirir las entradas en tuboleta.com.Conéctese a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
La Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia lanza este viernes 6 de mayo, a través de las plataformas digitales, su nuevo álbum ‘Hecho en Casa’, una producción discográfica que recopila las mejores grabaciones realizadas para su serie documental ‘Contra el Olvido’ y que fueron producidas durante la pandemia del COVID-19. La gran novedad para este álbum, es su proceso de grabación, puesto que tiene como materia prima las grabaciones hechas por cada uno de los músicos de la Orquesta, desde sus casas, utilizando los micrófonos de sus teléfonos celulares.Sin duda alguna, la carta de presentación de este álbum es su particular proceso de grabación. Al respecto, el maestro Olivier Grangean, director musical del proyecto, nos cuenta lo siguiente: “Todas las semanas le pedimos a los músicos que grabaran, ellos solos, en su casa y con los dispositivos que tuvieran a la mano, algo que para una orquesta, que acostumbra a interpretar y grabar en conjunto, es totalmente surrealista. Algo que nunca habíamos vivido”.La idea de grabar desde casa implicó superar una infinidad de obstáculos, uno de ellos el ruido. Los niños llorando, riendo o gritando; el taladro del vecino, el perro ladrando, las sirenas de la ambulancia que pasa cerca a la casa, el vendedor de tamales y el pitido de los carros, entre muchos otros, constituyeron una verdadera odisea para todos. “A todos los músicos les tocó ingeniarse de alguna manera un home studio y aprender a grabarse ellos mismos, y ese fue el gran reto de todo esto”, concluye el ingeniero de sonido Carlos Silva, encargado del proceso de masterización del álbum.Asimismo, el maestro Juan Antonio Cuéllar, Gerente de la Orquesta, señala que “sin lugar a dudas nos ha caracterizado la adaptación, la habilidad de cada uno de los músicos de la Sinfónica Nacional para enfrentarnos a los desafíos que nos presentan los nuevos proyectos, que antes de la pandemia eran bastante normales, y que durante el confinamiento y el distanciamiento implicaron un reto sin precedentes para una orquesta sinfónica, y que hemos superado con creces a través de la innovación y de la lucha por mantenernos vigentes”.En el proceso de posproducción de este álbum se trabajó en la idea de que el sonido de la Orquesta debía asemejarse a como si estuviera en el escenario real. Así lo explico el ingeniero de mezcla Mauricio Cano: “Logramos dar en el punto de reverberación para lograr ese ambiente de gran teatro y que se sintiera que la Orquesta está allá, subida en el escenario, dando lo mejor de sí y en unión total con su director que por supuesto se encontraba en otra parte del mundo por las circunstancias que ya conocemos”.‘Hecho en Casa’ también cuenta con la colaboración de artistas de gran reconocimiento internacional como el violonchelista Santiago Cañón-Valencia, el pianista Eduardo Rojas, el violinista Julián Gil, el bajo-barítono Valeriano Lanchas, la soprano Lina Marcela López y el ensamble vocal francés Les Métaboles dirigido por Léo Warynski, quienes se grabaron a distancia, logrando resultados excepcionales.Respecto a la música que hace parte del álbum, se encuentran obras famosas de grandes compositores como Beethoven, Verdi, Mozart, Tchaikovsky y Berlioz, entre otros, y de compositores colombianos como Diego Vega, Adolfo Mejía y Luis Fernando Franco; música que sin duda alguna será para el deleite de todo aquel que quiera escuchar esta particular y memorable producción.“Todavía no sabemos hasta donde va a llegar este proyecto, no conocemos el alcance que tendrá. Lo que sí sabemos es que por primera vez una orquesta se ha atrevido a experimentar” expresa Juan Jacobo Restrepo, compositor y músico percusionista de la Sinfónica Nacional, quien estuvo a cargo del proceso de edición del álbum. Finalmente, el maestro Juan Antonio concluye con gran entusiasmo: “¡Lo hicimos! Convertimos en posible algo que no era posible para una orquesta sinfónica”.¿Cómo fue el proceso para grabar este álbum?El proceso que se estableció para la producción de este álbum, consta de cinco titánicas etapas: elaboración de una maqueta de audio de referencia, la grabación desde casa, edición, mezcla y masterización.La primera de ellas, el proceso de elaboración de maqueta de audio, estuvo en manos de Antonio Medellín Fajardo, un joven estudiante de composición con grandes habilidades para la producción de sonido, quien construye cada obra, en permanente comunicación con el director de la Orquesta, a partir de sonidos virtuales que se asemejan con mucha precisión a la interpretación que puede hacer una orquesta real. A esas maquetas, que se caracterizan por el altísimo nivel de expresividad, se les agrega un metrónomo para ayuda a los músicos a mantener el tempo de la obra. Una vez finalizada la maqueta, es enviada a los músicos de la Orquesta, para que cada uno realice sobre ella la grabación.Luego de que los músicos hacen sus grabaciones, estas pasan por un proceso de revisión por los jefes de cada fila de instrumentos y luego de ser aprobadas, son enviadas a Juan Jacobo Restrepo, compositor y músico percusionista de la Sinfónica, quien recibe más de 80 audios e incluso en otras ocasiones muchos más, para realizar finalmente el proceso de edición, eliminar ruidos y armar toda la estructura de cada pieza. Para una obra relativamente corta, este proceso puede tardar entre 10 a 16 horas, dependiendo de la cantidad de audios y de la calidad de cada uno de ellos.La cuarta etapa es el proceso de mezcla, a cargo de Mauricio Cano, ingeniero de sonido que ha ganado seis premios Grammy, dos premios Shock y un premio India Catalina. Por sus manos han pasado producciones de artistas como Carlos Vives, Andrés Cepeda, Shakira, Fonseca, Martha Gómez, Juan Carlos Coronel y Totó la Momposina, entre otros. Mauricio, por supuesto, trabaja muy de la mano del director de la Orquesta, puesto que los intereses artísticos del maestro deben respetarse y quedar reflejados en la mezcla de cada obra.Finalmente la última etapa es el proceso de masterización a cargo de Carlos Silva, ingeniero de sonido y músico, miembro de la Audio Engineering Society y miembro de la Academia Latina de la Grabación (Latin Grammy), de la cual ha recibido dos premios y 11 nominaciones, así como dos nominaciones al Grammy Anglo. Esta etapa le da el toque final a cada obra dejándola lista para ser reproducida en las diferentes plataformas.
Algunos de estos eventos irán desde la última semana de febrero hasta los primeros días del mes de marzo. El primero de ellos será el "Concierto para clarinete No. 1 en fa menor" de Carl Maria Von Weber, considerado uno de los fundadores de la escuela romántica de la ópera alemana. La interpretación estará a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia. El programa estará bajo la dirección del Maestro venezolano Manuel Hernández Silva que ha estado como invitado en importantes Orquestas Sinfónicas del mundo, como la de Viena, Israel o Seúl. Además, en el montaje también se interpretará la "Sinfonía No. 4 de Tchaikovsky", considerada una de las piezas más personales del autor.Por otro lado, para los amantes de la música andina, el trío "Los Hermanos Saboya" harán un recorrido musical por los últimos 100 años de esta música tradicional colombiana en ocho grandes referentes en el marco de los 20 años del Festival "Colombia al parque". Además antes del concierto habrá un conversatorio moderado por Eliécer Arenas Monsalve donde se hablará sobre la evolución desde 1920 hasta 2022 de los tríos, sus instrumentos y estilos de interpretación. Este último pueden entrar completamente gratis con inscripción previa. Por último llega a Bogotá en concierto el trabajo musical de Victoria Sur nominado al Grammy Latino en 2021, llamado "Nanas Consentidoras", considerado "una ofrenda al universo de la música infantil" distribuido en 10 nanas originales. Este montaje estará acompañado de Valentina Garay (Voz), David Heincke (Tiple), Esther Rojas (Bajo) y Ángel Henao (Percusión). ¿Quién es Victoria Sur? Victoria Eugenia Hernández es una cantautora colombiana nacida en Armenia con más de 30 años de carrera artística dónde ha estado presente en géneros como el jazz, la música latinoamericana y la canción infantil. Es en este último donde obtuvo una nominación para el Grammy con su álbum "Nanas Consentidoras" en el 2021 y que tendremos la oportunidad de ver en esta programación. ¿Dónde queda el Teatro Colón?El Teatro Colón construido desde 1885 por el arquitecto Pietro Cantini y llamado así por el presidente Rafael Nuñez con motivo de la celebración del IV centenario del Descubrimiento de América, queda ubicado en el centro de la ciudad de Bogotá en la Calle 10 # 5- 32 en el barrio La Candelaria. Pueden consultar la programación completa en la página web del Teatro Colón.
85 memorables años de vida, cumple la Orquesta Sinfónica Nacional en este 2021. Para esta ocasión, interpretará el mismo programa que interpretó en su primer concierto: la Obertura de Ifigenia en Áulide de Christoph Willibald Gluck, la Sinfonía Concertante para violín y viola de Mozart, y la Sinfonía “Italiana” de Felix Mendelssohn.La Sinfónica, a lo largo de su extensa historia, ha sufrido diferentes cambios. Su conformación se llevó a cabo en 1936 bajo el nombre de Orquesta Sinfónica Nacional, constituida como una agrupación independiente, apoyada por el Gobierno Nacional. A pesar del mecenazgo estatal, que cada año era más insuficiente para cubrir las necesidades de la agrupación, la Orquesta logró sobrevivir hasta 1952, cuando luego de importantes gestiones se logró consolidar la existencia de la Orquesta Sinfónica de Colombia.Allí se dispuso que la otrora Orquesta Sinfónica Nacional, convertida ahora en una nueva institución musical, quedara adscrita al Ministerio de Educación Nacional. Finalmente, en diciembre del año 2002, la Orquesta fue liquidada por el Gobierno Nacional, junto con la Banda Nacional. Al año siguiente (2003), fue creada la Asociación Nacional de Música Sinfónica, entidad bajo la cual se constituyó la orquesta que hoy en día se mantiene, y que recoge todo el trabajo sinfónico cosechado por sus antecesoras: la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia.La batuta de la gala musical será del maestro Alejandro Posada, quien fue el primer colombiano en la historia del país en ser nombrado director titular de una orquesta profesional europea y que en la actualidad, es uno de los directores de orquesta más destacados de América Latina. Posada, a lo largo de su carrera, ha dirigido cerca de 75 orquestas sinfónicas en más de 20 países y para esta ocasión, hará honor a quien en su momento lideró a la Orquesta en sus primeros conciertos, el maestro Guillermo Espinosa.Los solistas de la noche serán los maestros Angélica Gámez en el violín y Raúl García en la viola, quienes sin duda nos recordarán el virtuosismo de Herbert Froehlich y de Gerhard Rothstein, respectivamente; maestros que se desempeñaron como solistas en ese memorable primer concierto, en una fría, pero acogedora noche de agosto de 1936.Además, un emotivo souvenir recibirán los asistentes al concierto, pues les será entregado el programa de mano en una edición especial, el cual cumplirá con las características gráficas de aquel que se entregó en el primer concierto. También, recibirán el cartel oficial de esta conmemoración, impreso en la especial técnica de serigrafía, y que fue ilustrado por José Rosero, uno de los artistas más reconocidos de Colombia. Sin lugar a dudas, auténticas piezas de colección.El jueves 19 de agosto estará dedicado a la Orquesta, a su público, a su lucha por conservar y fortalecer la cultura musical del país; un propósito que sigue vigente y que ahora y con más fuerza, desea transmitir al pueblo colombiano. Reserve desde ya su entrada para que viva junto a la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, una noche de música y emociones. Entradas desde $35.000 en la taquilla del Teatro o en las taquillas de Tu Boleta.¿Cómo ha sido el camino de la Orquesta Sinfónica Nacional?Podría considerarse que los antecedentes de la Orquesta Sinfónica Nacional se remontan a 1846 cuando se fundó en Bogotá la Sociedad Filarmónica de Conciertos por iniciativa de Henry Price y José María Caicedo y Rojas, entre otros ilustres interesados en la vida cultural de la capital de la joven nación. Once años de vida tuvo la Sociedad Filarmónica de Conciertos que permitió que se escucharan por estas latitudes, quizás en muchos casos por primera vez, algunas páginas musicales de compositores como Mozart, Haydn, Beethoven, Rossini, Weber, entre otros, aparte de algunas obras de autores nacionales como José Joaquín Guarín y, del ciudadano inglés pero colombiano por adopción, Henry Price.Durante las últimas décadas del siglo XIX se vuelve a encontrar una orquesta en la Academia Nacional de Música que había sido fundada por Jorge W. Price –hijo de Henry Price-, institución antecesora del actual Conservatorio de Música de la Universidad Nacional. En 1910, al retorno de Europa del maestro Guillermo Uribe Holguín y al quedar la Academia bajo su dirección –la cual desde entonces se llamó Conservatorio-, se organizó con profesores y alumnos, la Orquesta Sinfónica del Conservatorio.En 1920 dicha orquesta fue reorganizada bajo el nombre de Sociedad de Conciertos Sinfónicos del Conservatorio, con la cual funcionó hasta el retiro del maestro Uribe Holguín de la dirección de dicha institución en 1935. La Orquesta dejó de depender del Conservatorio y, manteniendo el mismo personal, se convirtió a partir de 1936 en institución autónoma e independiente, cambiando una vez más su denominación por Orquesta Sinfónica Nacional, la cual, bajo la Dirección de su Titular Guillermo Espinosa, ofreció su primer concierto el 17 de agosto de ese año.A pesar del mecenazgo estatal, que cada año era más insuficiente para cubrir las necesidades de la agrupación, la Orquesta logró sobrevivir hasta 1952, cuando luego de importantes gestiones se logró consolidar la existencia de la Orquesta Sinfónica de Colombia mediante la reglamentación del Decreto Extraordinario Nº 2916 del 24 de noviembre de 1952. Allí se dispuso que la otrora Orquesta Sinfónica Nacional, convertida ahora en una nueva institución musical, quedara adscrita al Ministerio de Educación Nacional. La ahora llamada Orquesta Sinfónica de Colombia, ofreció su primer concierto en julio de 1953, bajo la batuta del maestro estoniano Olav Roots.En 1968 la Orquesta Sinfónica de Colombia fue adscrita a la Subdirección de Bellas Artes del Instituto Colombiano de Cultura, y a partir del 31 de diciembre de 1997, la Orquesta entra a formar parte del Ministerio de Cultura, creado el 7 de agosto del mismo año.En diciembre del año 2002, la Orquesta es liquidada, junto con la Banda Nacional, por el gobierno de turno. Sin embargo, al año siguiente (2003), fue creada la Asociación Nacional de Música Sinfónica, entidad bajo la cual se constituyó la orquesta que hoy en día se mantiene, y que recoge todo el trabajo sinfónico cosechado por sus antecesoras: la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, una agrupación que se compuso por varios de los maestros de la anterior orquesta, y que incluyó en su plantilla a una nueva generación de músicos. ¿Qué célebres artistas han actuado con la Sinfónica Nacional?Durante su larga historia, con la Orquesta han actuado famosos solistas como Jasha Heifetz, Leonid Kogan, János Starker, Paul Tortelier, Erna Sack, Nicanor Zabaleta, Marian Anderson, Joaquín Achúcarro, Paul Badura-Skoda, Claudio Arrau, Giorgy Sandor, Artur Rubinstein, Daniel Heifetz, Christine Walewska, Narciso Yépez, Nobuko Imai, Pierre Fournier, Eva Marton, Katia Richiarelli, Olga Borodina, Alexander Hvorostovsky, Luis Bacalov, Johannes Moser, Andrea Bocelli, Benjamin Schmid, Roberto Alagna, José Carreras, Gabriela Montero y Anna Netrebko, artistas que hacen parte de una extensa lista.También, ha sido dirigida en memorables conciertos por eminencias como Paul Hindemith, Igor Stravinsky, Aram Khachaturian, Aaron Copland, Antal Dorati, Blas Galindo, Roque Cordero, Carlos Chávez y en tiempos más cercanos, Andrés Orozco-Estrada, Rossen Milanov, Carl St. Clair, Henrik Schaefer, Olivier Grangean y Gustavo Dudamel, entre muchos otros.
A la Fundación Nacional Batuta y a la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia las une la convicción profunda del poder transformador de la música. Desde el año 1991, Batuta ha buscado crear oportunidades para estimular y desarrollar el talento musical de miles de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, para quienes la actividad musical es a la vez protección, educación y proyecto de vida.Por su parte, la Sinfónica Nacional de Colombia, la primera Orquesta profesional del país, integrada por músicos que representan los más altos estándares profesionales en la música clásica, es llamada a trabajar de forma cercana con los niños y jóvenes que ven en estos maestros consagrados un ideal de vida, un modelo a seguir y una oportunidad de crecimiento.Esta vez, Batuta y la Sinfónica Nacional unen esfuerzos para forjar una alianza de apoyo a los adolescentes y jóvenes más destacados del Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles Batuta, quienes han encontrado en la práctica musical un camino de vida y que desean construir una sólida carrera en la música. Mediante esta estrategia, 19 maestros de la Sinfónica Nacional ofrecerán tutorías a aquellos participantes que se encuentran en un nivel avanzado de formación y que son parte del programa Talentos Batuta en Puerto Asís (Putumayo), Villa del Rosario (Norte de Santander), Quibdó (Chocó) y Bogotá D.C. Para llevar a cabo este proceso de formación, se desarrollará un primer ciclo de seis semanas, que iniciará durante este segundo semestre de 2020.En cada una de estas clases musicales podrán participar 20 estudiantes seleccionados de violín, viola, contrabajo, violonchelo, flauta traversa, clarinete, fagot, corno y percusión.Esta estrategia de atención especial, que fue creada por la Fundación Nacional Batuta en 2018, está orientada a que los jóvenes más destacados de los procesos de formación musical, vinculados al Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles - Batuta, puedan cumplir su sueño de ser músicos profesionales. Talentos Batuta cuenta con dos componentes. El primero consiste en un acompañamiento académico de alto nivel para fortalecer las habilidades musicales de los beneficiarios; y el segundo está relacionado con la consolidación de alianzas para brindar un apoyo financiero a aquellos estudiantes que, por su nivel socioeconómico, no pueden acceder con facilidad a la educación superior.El apoyo de los músicos voluntarios de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia representa una alianza fundamental en este propósito de conectar nuestros talentos y nuestras regiones desde el poder transformador de la música y es una muestra más de la importancia de trabajar solidariamente por el fortalecimiento del sector musical del país.
El maestro Juan Antonio Cuéllar, músico, compositor y educador de amplio reconocimiento a nivel nacional e internacional, asume un reto importante para el movimiento cultural del país al ocupar la gerencia de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, y de su entidad rectora, la Asociación Nacional de Música Sinfónica.Doctor y Magister en música de Indiana University, el maestro Cuéllar es reconocido como compositor de numerosas obras que han sido interpretadas y grabadas por importantes agrupaciones en Colombia y en el exterior. Además de su trabajo creativo, Juan Antonio Cuéllar es profesor asociado del Departamento de Música de la Universidad Javeriana, de cuya Facultad de Artes fue decano entre 2002 y 2008, y asesor de la Fundación Azteca de Grupo Salinas en México.Es evidente su pasión por el arte, tanto así que para él, la música ha tenido una presencia definitiva en su vida. Ahora, como gerente de una de las orquestas más importantes del país, tiene como claro objetivo expandir el poder transformador de la música hacia todo el territorio nacional, aferrado a la idea de que “la Sinfónica debe ser una orquesta que genere orgullo nacional”.En sus palabras se hace evidente el enorme aprecio y respeto que le tiene a la Orquesta. Para él es un privilegio trabajar con un grupo de extraordinarios músicos y con una organización que ha asumido la responsabilidad de transformar al país con la música, y con la música sinfónica en concreto.Importante también es el camino que se ha propuesto desarrollar para la Asociación Nacional de Música Sinfónica. Su reto es convertirla en una entidad que agremie al mundo de la música sinfónica en Colombia, uniendo los esfuerzos de múltiples organizaciones: orquestas sinfónicas profesionales, programas de formación musical en música sinfónica para niños y jóvenes, instituciones de educación superior con programas de formación profesional en música, teatros, festivales y otras tantas iniciativas de gran proliferación y proyección en el país.Para el maestro Cuéllar, esta es una maravillosa oportunidad para seguir aportando a la transformación social desde la música.
—Diez... Veinte... Treinta... Aquí tiene su semana, maestro Flores.—Diez... Veinte... Treinta... —contó pausadamente el viejo, estirando con fuerza los billetes que luego lió y guardó en una cartera de cuero negruzco—. Conforme, patrón, muchas gracias y hasta el lunes.—Oiga, maestro, ¿no sería posible que mañana saliera a trabajar? Quisiera que me arreglara unos estantitos en el escritorio.—Yo no trabajo en domingo.—Lo sé, don Flores, pero un día es un día... Ya está, diga que sí.—Yo trabajo toa la semana, es mi deber, es mi obligación, pero el domingo descanso. Pa eso hizo Dios el domingo; pa descansar.—Convenido. Pero por esta vez no podría...—Ya fijé que no —atajó el viejo firmemente.—Se tendrá en cuenta su buena voluntad —dijo molesto el joven.Hablaban el patrón —o sea el administrador de la hacienda— y don Santos Flores, a través de la ventana del escritorio del primero que, protegida por una reja de hierro, abría sobre el corredor.Llegaba la noche con un silencio hondo, con una paz de vida que se aquieta, buscando en el reposo pujanza para la brega del siguiente día. Diversos rumores, al turbarlo, hacían luego más profundo ese silencio: un último aletear de pájaros en busca del nido; el paso de un gañán que horqueta al hombro caminaba- hacia su puebla; el trote brioso de un caballo; relinchando por la piara; el grito de una mujer que decía: "Vení, condenao", con estridencias broncíneas en-1a voz; el ulular de una lechuza anunciadora de la noche.Con todas las gamas del azul desvanecíase el paisaje en una especie de niebla: azul verdoso los prados; azul sombra los montes; azul negro, cordilleras; azul ópalo el cielo; azul plata las estrellas.— ¿Mi güena voluntá pa servir a l'hacienda desde que nací? Bien puee tomarse en cuenta... Sesenta años tengo y ni un día e trabajo hei faltao a mi obligación. Usté lo sabe y los patrones lo saben mejor que usté hablaba don Santos sin reproche, pero con una voz íntegra que no admitía discusión.—Bueno, bueno —contestó el joven conciliadoramente—, allá usted con sus razones. Hasta el lunes.—Hasta el lunes, patrón.Era interesante el viejo carpintero, recia figura hecha en músculos que los años iban enjutando. Sólo eso y blanquear los cabellos había conseguido el tiempo, porque el cuerpo se alzaba de un firme trazo único. A hachazos parecía haber sido hecha la fisonomía resuelta, de empecinado: cuadrada la barbilla, filudas como aristas las quijadas, delgados los labios descoloridos, recta la nariz, horizontales casi las cejas, rectangular la frente amplia, cerrados de expresión los grandes ojos de iris gris acero que iban derechos en busca de la mirada del interlocutor. La voz acordaba con el resto: fría, sin modulaciones, lenta, iba buscando con tino las palabras que mejor tradujeran su pensamiento."Es como un peñasco —pensó el administrador al verlo fundirse al azul de la noche en el fondo de la alameda—. ¡Y que vaya a casarse!"2Venido de varias generaciones que nacieran y murieran en la hacienda, Santos Flores —como todos los hombres de su familia fue carpintero.Muy niño aún, ayudaba a- su padre en cuanto sus fuerzas le permitían. Las horas de solaz que para los otros chiquillos eran correrías locas a través de los potreros en busca de nidos y frutas, para Santos eran paciente trabajo de carpintería que daba por resultado una cajita, una repisa, un banco. A los diez años entro a formar, parte del personal de la hacienda como ayudante de carpintero, bajo las órdenes de su, padre.Desde entonces no se le conoció otro goce que el trabajo, ni otra distracción que salir los domingos a dar una vuelta a caballo por los caminos comunales, ni otro afecto que el cariño a sus progenitores.En la austeridad de una vida hecha de deber cumplido pasaron lentos y monótonos los años. Murió el viejo maestro carpintero y Santos lo reemplazó en el puesto.Entre los montañeses aislados de la ciudad por enormes distanciar, se conserva íntegra la tradición casi feudal del vivir de nuestros abuelos. El patrón es el señor omnipotente del cual se soporta todo sumisamente, aunque en lo hondo se lo reconozca injusto. Ese sentimiento es mudo. La primacía del señor sobre el inquilinaje la ejerce en la puebla el padre, el marido o el hermano mayor sobre el resto de la familia. Así como el patrón lega al morir cuanto posee a sus descendientes, el montañés deja a los suyos el oficio que tuviera, con algo que más aún semeja su idiosincrasia a la del señor de otros tiempos: es el hijo mayor quien lo sucede.Santos Flores reemplazó a su padre en la carpintería y en el hogar.Tenía un carácter de hierro. Los principios morales y religiosos que la madre le inculcara se modelaron en ese metal, y nunca, nada ni nadie pudo borrarlos. Mientras vivió el padre fue un obediente a su mandar, luego tomó la dirección de la familia, reducida solamente a la mama Rosario, y bien supo ésta que era el hijo tan despótico como fuera el marido.— ¿Por qué no te casai? —preguntaba a veces, tímidamente, mama Rosario.—Porque aún hay tiempo pa tener un hijo.—La Juana del molino me gusta hartazo. Es limpia y comedida y de cara no es naíta e pior. Es l'única que me gustaría pa nuera.—Entoavía no pienso en casarme.Recién cumplía Santos Flores cuarenta años cuando la mama Rosario, de una gripe, fuese al otro mundo en busca de "su finao" que según ella la esperaba en la puerta del cielo.Este golpe rompió el equilibrio de sus hábitos. Por volver a ellos, inmediatamente, Santos Flores resolvió casarse.Eligió a Juana —la que tanto le- gustaba a su madre—, una mujercita bondadosa que sólo se ocupaba en bruñir el hogar modesto, plegándose humilde a cuanto Santos decía. Siempre taciturno, jamás contrariado, adivinado en sus menores deseos, el hombre fue bueno con ella y. la hizo feliz a su modo.Lo que no podía perdonarle, y en sus raras y frías cóleras le reprochaba como falta propia, era que en vez de un Santos Segundo Flores que siguiera la tradición de maestros Flores en la hacienda, le hubiera dado, con do años de diferencia de una a otra, tres hijas que se llamaban María Juana, María, Mercedes y María del Tránsito.Cuatro años después, al dar a luz un hijo varón que nació muerto, Juana murió, sumiendo a. Santos en un dolor silencioso, tanto más hondo persistente cuanto menos se deshacía en palabras y gestos.Junto al dolor —superándolo a ratos— estaba el sentimiento de humillación que el no tener un hijo le producía. En esos momentos pensaba en casarse nuevamente. Pero la recta visión de sus deberes paternales lo hacía desistir de ese, propósito, por no darles madrastra a las niñas. Cuando estuvieran mayores...Sí, entonces, ¿por qué, no casarse y lograr el ansia del hijo?La madre de Juana quiso reclamar el cuidado de las nietas. Santos Flores cortó todo proyecto de la molinera con esta frase sin vuelta:—Mis hijas son mías y. naiden más .que yo las criará.María Juana —que tenía a la sazón diez años— tomó el trabajo de la casa. Don Santos y ella se levantaban al amanecer, aseaban la -puebla; ordeñaban la vaca, preparaban el desayuno. Cuando el padre se iba, María Juana vestía a, las pequeñas y toda la mañana se le pasaba cuidándolas juiciosamente, al par que vigilaba la olla con los porotos y tenía lista la leche para el ulpo.A mediodía llegaba don Santos. Almorzaba de prisa y al pitar la sirena volvía el hombre a su trabajo. A eso de las cinco la mujer del campero Silva venía a lavar, a tostar, a moler trigo, a hacer, en fin, todos los trabajos que María Juana no podía realizar.Y la niña se esmeraba en su papel de madrecita que a sus propios años le daba importancia y —alma de servidumbre— vivía pendiente de los deseos de los demás, tratando de imitar en todo "el modo de los grandes", seria y razonable por naturaleza, obsesionada como su padre por el cumplimiento del deber.María Mercedes —Meche familiarmente—, era en lo físico idéntica a don Santos, pero en cuanto a carácter, el polo opuesto. Risueña, parlanchina, impulsiva, caprichosa, vivía en perpetua movimiento que impacientaba al padre. Y cuanto más crecía la niña, más rudos eran los choques de ambos caracteres. El padre exigía sumisión y obediencia pasiva; la hija quería libertad y obedecer sólo a su idea. A veces la discusión subía de tono, y el padre —exasperado— le pegaba. Pero ni razones ni golpes conseguían hacerla obedecer.—Sos pior que macho —decía don Santos:—Pior que yo es usté. ¿Por qué no m'eja ir a jugar con los chiquillos e don Silva?—Ya t'ije que no.—Es que yo l'igo que voy no más...—Vos m'andái buscando las manos.—Si quere pegarme aquí me tiene —y se lo quedaba mirando, desafiadora, con sus ojos de acero tan semejantes a los del padre, que unos parecían reflejo de los otros.Eran luchas que sumían a María Juana en un mar de estupores. Para ella, llevarle la contraria a don Santos era algo horrendo y, aunque le dolieran como recibidos en carne propia los golpes dados a Meche, encontraba muy naturales aquellas palizas.María del Tránsito —la Tatito— era un pobre ser de timidez que vivía en perpetuo sobresalto de desagradar, un ser de recogimiento únicamente se encontraba tranquila al estar sola, y que en presencia de don Santos transpiraba de angustia, no sabiendo qué hacer de su persona para disimularse. Las riñas de su padre con Meche la aterrorizaban hasta el punto de desmayarse cuando llegaban a hechos.Ya más grandes, empezaron a asistir a la escuela: juiciosa y aprovechada María Juana; díscola, pero admirable de comprensión, cuando se interesaba por el tema, Meche; opaca en su medianía Tatito, que sólo cobraba vida e inteligencia en la clase de religión.Al correr el tiempo se acentuaron en ellas sus diferentes personalidades, y al cumplir dieciocho años, María Juana era una agradable muchacha, atrayente por la bondad que emanaba de ella, óptima dueña de casa, hábil tejedora de lamas y choapinos, seria, humilde y, como su padre, rígida en sus principios y aferrada al deber.Meche seguía siendo la desesperación de todos, pues a sus características de niña agregaba ahora una coquetería endiablada que traía locos a los mozos de la hacienda. Mas tenían que contentarse con mirarla de lejos al pasar frente a la casita: conociéndola a fondo y temiendo una aventura que le costara la honra, tanto don Santos como María Juana la vigilaban estrechamente.—El que venga a las derechas que hable conmigo —decía don Santos.La pequeña vivía en éxtasis desde que hiciera la primera comunión en Curacautín. La religión fue un sedante para su angustia. Suave y opacamente desprendida de toda pasión humana, se le iban los días rezando, arreglando altares, mirando estampas.La pubertad le trajo innumerables trastornos físicos. La anemia roía su pobre cuerpecillo endeble, desmayos y vértigos la asediaban periódicamente y a tanto llegó su flacura que don Santos se asustó y, acompañado por la abuela molinera, fue con la niña a Victoria a consultar médico. .Siguiendo un régimen alimenticio muy nutritivo alternado con remedios, sin hacer otra cosa que hilar, pasaba Tatito días enteros sentada en un sillón, tirando de la hebra mecánicamente, muy delgada, muy blanca, señoril en su pose arcaica, toda ojos visionarios la cara comida por la enfermedad, extraña en aquel medio de rostros rudos, de figuras recias, de almas roqueñas.Una mañana don Santos las llamó a su pieza luego de desayunar, y pausadamente, con voz resuelta y expresión cerrada, dijo:—Ustedes ya están grandes y una madrastra no las irá hacer sufrir. Yo quero casarme y ya tengo palabreá a la Chabela Rojas. Ya está too arreglao. A mediados del otro mes será el casorio.Las muchachas lo oían estupefactas y un mismo impulso las hizo protestar.—Pero... —alcanzó a decir Tatito, abriendo enormes los ojos.— ¿Se quere casar? ¿Usté se quere casar? —dijo María Juana.— ¡Ja! ¡Ja! —rió Meche, insultante—. Se quere casar con la Chabela... El veterano templándose y mientras las hijas encerrás a canidao pa que naiden las vea. ¡Ja! ¡Ja!—Cállate —ordenó el viejo.—No quero. ¿Por qué voy a callarme? Si es pa morirse e la risa. ¡La Chabela es de la mesma edá que la María Juana!—Ya t'ije que te callaras.—Y yo dije que no quería callarme na... La Chabela Rojas e madrastra e nosotras. ¡Qu'irrisión más grande!—Ustedes serán las honrás. Ella es muy señorita y muy güena y. too se lo merece.— ¿La Chabela se lo merece too? ¿Usté está malo e la cabeza? Bien pue ser que le haigan hecho tomar alguna cosa... La Chabela Rojas muy señorita... Predúnteselo al patroncito... él le pegaría el señorío...—Eso sí que no te lo aguanto. Cállate o te costará caro.—No me callo... aunque me pegue... Predúnteselo tamién a don Fanor, el sobrino del señor Rodríguez. Predúnteselo... ¡Ay!... ¡Ayayaycito!— ¿No te querís callar? ¿No te querís callar?—Predúnteselo a los dos. ¡Ay! ¡Ay! ¡Ayayay!—Toma... Toma...Mala bestia...—Taitita lindo... ¡Por Diosito! —gentil, implorando, María Juana— Mi Señor, la va a matar... ¡Ay! Creo en Dios Padre... —musitaba Tato, alba como un lienzo y a punto de desmayarse.—Mala bestia la Chabela, qu'es una perdía —un bofetón más fuerte alcanzó a Meche en la boca y dando un traspié cayó de lado, sangrando abundantemente por la nariz.—Me vis acriminar —dijo el viejo, pesaroso.María Juana acudía a la otra, a Tatito, que había caído desmayada sobre la cama.—Vos tenis la culpa —prosiguió don Santos, dirigiéndose a Meche, que en el suelo, arrodillada, sollozaba convulsa—, me volvís loco con tus porfías. Con ésta creo que no quedrás más leución. El casorio es pa media-dos del otro mes. No hay güelta. Y no pongan malas caras y prepárense p'arreglar la casa. Hay mucho qui'acomodar pa recebir a la nueva señora. Ya lo saben.Cuando el viejo salía, Meche se irguió y dijo frenética:—Si usté se casa con la Chabela me voy puerta afuera. ¡Por ésta sé lo juro! Ya lo sabe.No contestó don Santos. Bien sabía que la última palabra era siempre de la rebelde. Pero mala hasta el punto de inventar una calumnia no la imaginaba. ¿De dónde sacaría las feas historias que achacaba a Chabela? Le amargó el día el saetazo de la frase: "Predúnteselo al patroncito. Predúnteselo..." Tanto le hería, tanto lo hacía sufrir, que en la tarde, al ir a ver a Chabela al despacho donde vivía con sus padres, le contó el incidente, taladrándola con sus ojos de acero.La muchacha lo oyó tranquila, sonrió mimosa y dijo:—Puras envidias. Cosas piores ha d'inventar la Meche pa que no se case conmigo.Y el viejo volvió a la confianza por obra de los ojos que tan serenos y verídicos parecían. Además su amor —un amor que llegara callado, tomándolo íntegro y sin vuelta— no pedía sino que le adormecieran recelos.Meche trató en otra ocasión —cuando tuvieron que dejar a la novia el dormitorio que ellas ocupaban, la pieza más espaciosa de la casita— de volver a su protesta de macho taimado que se niega a dar vueltas a la noria, por el solo placer doloroso de recibir una paliza que lo haga más consciente de su esclavitud.Fue su último grito de rebelión. Desde entonces hasta el día del matrimonio cosió, hiló, tejió, ayudó en todo a la par que las otras, en los preparativos que se hacían rumbosamente.Don Santos parecía haberlas olvidado. Absorto en sus pensamientos, sólo salía de su mutismo para dar breves órdenes. Además, lo veían poco. Almorzaba y comía en el despacho. Llegaba a acostarse. Se levantaba al alba, desayunaba servido por María Juana; revisaba la labor hecha por las muchachas el día anterior, hacía algunas hacía algunas indicaciones y se iba, tras de mirarlas muy fijo con sus ojos agudos como puñales.
Este mes la programación del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo estará llena de conciertos y obras magníficas, entre estos dos espectáculos imperdibles, la obra Juguetes Rotos de la directora argentina Carolina Román y el concierto de la Sinfónica Nacional de Colombia junto al Tambuco Ensamble de Percusión.En primer lugar, la directora y dramaturga argentina Carolina Román presenta su obra Juguetes Rotos por Producciones Rokamboleskas, una compañía de teatro española. Estas funciones hacen parte de la programación de España país invitado de honor en el Teatro Mayor. Juguetes Rotos narra la historia de una amistad entre Mario, un joven que abandona su pueblo, y Dorin, una transexual del mundo del espectáculo. Mario trabaja en una peluquería y Dorin lo lleva a enfrentarse a sus sueños de ser mujer. En este espejo en el que Mario se mira también se refleja un mundo de purpurina peligroso y revelador.Este proyecto propone una reflexión sobre la identidad sexual y sobre el mundo no-binario de España de las décadas de 1960 y 1970, en contrapunto con el del presente. En este entramado social muchas personas se vieron gravemente afectadas por un sistema que no los admitía ni reconocía más allá de los escenarios y la prostitución.Producciones Rokamboleskas nace de la mano de Fabián Ojeda (Premio Max 2017) y Nacho Guerreros, dos profesionales con una amplia trayectoria en las artes escénicas. Desde 2017 su actividad principal es la producción, coproducción y producción en gira de obras teatrales, apostando por la profesionalización del sector escénico en España y la calidad de los espectáculos.Carolina Román es dramaturga, actriz y directora. En Buenos Aires cabalgó entre sus estudios de periodismo en la Universidad de Buenos Aires y el teatro. Sus maestros más influyentes fueron Raúl Serrano, Alberto Félix Alberto y Augusto Fernández, entre otros. Junto a sus hermanas creó el Videoclub del Ángel, un proyecto especializado en cine de autor con el que organizaron modestos ciclos por el territorio.Las funciones serán el viernes 16 y sábado 17 de junio a las 8:00 p.m., la boletería está entre $55.000 y $80.000, la puede adquirir en la página web del teatro.Por otro lado, la Orquesta Sinfónica Nacional estará junto a Tambuco, uno de los ensambles de percusión más reconocidos en México (y el mundo) y a la directora inglesa Catherine Larsen Maguire.Tambuco interpretará junto a la Orquesta la pieza Metal de tréboles del también mexicano Javier Álvarez, una obra que a través de su discurso sonoro evoca a la naturaleza e impulsa a los músicos a explorar formas alternativas de tocar sus instrumentos. Esta obra y las otras tres que componen el programa, serán dirigidas por Catherine Larsen-Maguire, quien durante 10 años se desempeñó como Principal de fagot de la Komische Oper en Berlín, para después dedicarse de lleno a la dirección.Para abrir y cerrar la noche, la Orquesta interpretará dos obras del compositor estadounidense Aaron Copland, compositor clásico norteamericano por excelencia, quien además tenía un particular atractivo por la música latinoamericana. Para iniciar la velada, Three Latin American Sketches, una obra que se caracteriza, en palabras del compositor, “por sus melodías, ritmos y temperamento espontáneo y jovial”, y Rodeo: Four Dance Episodes, la versión sinfónica construida por el mismo compositor del ballet bajo el mismo nombre, en la que presenta fragmentos inalterados de conocidas melodías americanas. Completa el repertorio, Huapango, de José Pablo Moncayo, obra muy reconocida y de gran colorido que retrata la música popular de la zona de Veracruz en el Golfo de México.El concierto será el miércoles 28 de junio a las 8:00 p.m., la boletería va desde los $25.000 hasta los $80.000 y está disponible en la página del Teatro Mayor.Escuche lo mejor de la música clásica por la señal en vivo de la HJCK.
En "Bramidos de agua dulce" (Escarabajo, 2020), la poeta conversa con el río Sinú, cuyas aguas serpentean a lo largo de la ciudad de Montería, en el Caribe colombiano; en su obra, el río adquiere vida propia y se convierte en un personaje central que, con cada corriente, lleva consigo los lamentos de la muerte y la violencia que asolan a las mujeres trans de esa urbe.A través de sus versos, la autora plasma algunas "experiencias aterradoras", pero también la resiliencia y lucha que vivieron estas mujeres hace más de 40 años: "Ante el temor de ser arrestadas y torturadas por la Policía, las mujeres trans que ejercían la prostitución en la época (...) preferían lanzarse al río Sinú"."Contar estas experiencias de vida desde una voz travesti, que es mi propuesta política, es controlar la narrativa de lo que se dice de nosotras", declara enfática a EFE Bárcenas, quien asegura que históricamente han sido interpretadas por personas cisgénero, heterosexuales y blancas que "terminan perpetuando lo que significa ser trans".Poesía en "clave travesti"Según la poeta, su "propuesta política" permite asumir el dominio de la narrativa en torno a las mujeres trans, que ha sido relegada al ámbito de la marginación, el sufrimiento y el trabajo sexual: "Me parece injusto" y, en su lugar, aboga por reivindicar nuevas perspectivas de "ser travesti"."La 'clave travesti' trata de posicionar la experiencia de vida de una mujer negra trans en la poesía", explica la escritora de 25 años, quien asegura que esta inclusión "no suele suceder en la literatura" porque "el canon literario es racista y transfóbico".En este contexto, Bárcenas reconoce que dichas experiencias se están convirtiendo en un nicho altamente lucrativo en la actualidad. A pesar de ello, la autora destaca que el reconocimiento y valoración de sus palabras y obras literarias son el mayor obstáculo que ha tenido que enfrentar.Escritura que abre horizontesEl contexto familiar y el entorno conservador en el que creció la poeta "no estaban preparados para comprender y aceptar" su identidad, lo cual generaba miradas opresoras y prejuiciosas hacia su persona y su cuerpo. Por lo que la colombiana encontró, desde temprana edad, un refugio íntimo y seguro en la escritura que le permitía plasmar sus sensaciones, experiencias y dar voz a su cuerpo en tránsito que ella describe, metafóricamente, como "florecer".La escritura también le dio conciencia del poder de la palabra y la expresión poética; fue una herramienta que le permitió forjar otro futuro, alejándose de los estereotipos limitantes que la sociedad asigna a las personas trans como "la prostitución, la peluquería o la calle". "La poesía me salvó porque me pude agenciar otro destino", explica Bárcenas, quien señala que no le parece negativo que sean prostitutas o peluqueras, sino que eso "sea lo único que la sociedad quiera que seamos".Dignificación y reconocimiento permanenteA propósito del Día Internacional del Orgullo LGBTI, que se celebra el 28 de junio, Bárcenas destaca que "la dignificación de las vidas trans va más allá de una celebración temporal y requiere cambios estructurales en diversos ámbitos".La activista enfatiza en la importancia de contratar a personas trans y brindarles espacios de manera continua: "Una verdadera inclusión implica tener en cuenta a las personas trans todo el tiempo, lo cual les proporcionaría la estabilidad económica tan necesaria en sus vidas porque aún enfrentan obstáculos para acceder a empleos, espacios culturales y académicos que no han sido diseñados con su inclusión en mente".La monteriana señala que durante esta celebración se percibe como "la cuota trans" y reflexiona sobre cómo muchas instituciones instrumentalizan la imagen de las personas trans en lugar de brindarles una participación genuina.Aunque le genera conflicto, también reconoce que esta situación puede ser una oportunidad para abrir camino a otras mujeres trans y ampliar su representación en diversos escenarios. "Ser reconocida como una travesti que pudo transformar su realidad y abrir nuevos horizontes para otras mujeres", así le gustaría a Flor ser recordada por sus hermanas travestis y por la sociedad.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Desde la creación en el año 2001, el Ciclo Rosa se reafirma cada año como la apuesta por la diversidad, como el puente para una transformación en las estéticas y narrativas de la creación audiovisual, que se mueven entre los distintos géneros cinematográficos, los múltiples formatos estéticos y las diversas maneras de narrar y representar el cuerpo, la sexualidad y el género mediante lo audiovisual.El Ciclo Rosa se ha convertido en un espacio alternativo para la muestra audiovisual y la discusión alrededor de la visibilidad LGBTIQ+. Por el Ciclo han pasado figuras significativas de la creación e investigación audiovisual nacional e internacional y se ha promovido la emergencia de nuevas formas de representación de los géneros y las sexualidades en su diversidad y complejidad.La edición del 2023 está conformada por una Muestra Internacional curada por Cédric Succivalli, crítico de cine y programador italiano, ha sido jurado en festivales como San Sebastián y el Festival de Cannes (jurado de la Palma Queer), entre otros. Succivalli propone 5 programas con un rango ecléctico de voces queer que lo han impresionado profundamente durante los últimos años. Esta muestra estará acompañada por su curador y presentará títulos: Lobo y perro, Fire at the Lake, The Lost Boys, Errante corazón, Exalted Mars, entre otros.La Muestra Nacional es resultado, por primera vez, de una convocatoria pública donde se recibieron más de 60 obras audiovisuales de todos los formatos y duraciones, provenientes de todo el territorio nacional. La muestra se compone de un largometraje: Clara y tres programas de cortometrajes: Fuerza salvaje, Afectos disidentes y Feminidades construidas.Además, el Programa Furia presentará películas que suspendan momentáneamente las convenciones sociales y permitirá que se avive la pasión por encima de la razón. Los personajes de Furia son complicados, difíciles de entender, rabiosos e inmorales, en esencia, queer. Por otro lado, en el Foco Jorge Cadena, intimidad y rebeldía, un recorrido entre lo personal y lo colectivo, lo introspectivo y lo político de este cineasta colombiano radicado en Suiza, los asistentes podrán ver una serie de cortometrajes que ha realizado en la última década, en un ir y venir constante entre su origen en el Caribe colombiano y su mirada extranjera en el mundo. Presentado por Swiss Films.Para complementar la agenda de películas se tendrán dos estrenos Internacionales: Medusa Deluxe de Thomas Hardiman y Lingua Franca de Isabel Sandoval. En estrenos nacionales: Wërapara de Claudia Fischer, Petit mal de Ruth Caudeli y Anhell69 de Theo Montoya.Esta edición tendrá la segunda versión de la Toma Rosa que se llevará a cabo del 9 de junio hasta el 1 de julio en la Galería de la Cinemateca de Bogotá, los días jueves, viernes y sábados. La Toma Rosa es un espacio para la juntanza y la circulación de propuestas interdisciplinarias vinculadas a diferentes prácticas artísticas en el marco del Ciclo Rosa, como una forma de apropiación de la Cinemateca por parte de todos los ciudadanos. Esta versión reunirá 13 artistas que fueron seleccionados a través de una invitación pública, quienes proponen un viaje por actividades literarias, audiovisuales, escénicas (circo, música, teatro, performance) de diseño gráfico, de artes plásticas y de Artes vivas.Ricardo Cantor, gerente de Artes Audiovisuales del Idartes, comenta “el Ciclo Rosa llega a su edición 22, y se ha convertido -como un rito- en un lugar de encuentro y conversación alrededor de las narrativas de representación y autorepresentación queer a través del cine y el audiovisual y su encuentro con otras prácticas artísticas y culturales como el performance, la literatura, la música, las artes visuales y la danza. En 2023, con un panorama internacional, el programa furia, el foco de Jorge Cadena, estrenos nacionales e internacionales sumado a 3 componentes convocados por invitaciones públicas: muestra nacional, la toma rosa y diálogos ciclo rosa junto con la exposición GenIA, El Cine & Yo con Daniela Maldonado y el Laboratorio Cuerpo Cyborg-Tecnogénero ensamblamos -como en un collage- una amalgama de lenguajes, estéticas y relatos que indagan en la expresión y las disidencias del género, del afecto y del amor.”Este año en la Sala E se realizará la Exposición GenIA: exploraciones inmersivas y con inteligencia artificial en clave de género, esta se basa en las posibilidades de intersección entre la tecnología y la identidad de género. Las obras realizadas y presentadas por la ciudadanía exploran estos temas desde una perspectiva descolonial, transfeminista, transterritorial, que reflexionan sobre la ética, la autonomía, la justicia y la dignidad; utilizando herramientas de inteligencia artificial para crear experiencias particulares. La exposición contará con visitas guiadas en inglés y español.Del 15 junio al 3 de agosto se realizará Laboratorio cuerpo cyborg-tecnogénero, en la Cinemateca de Bogotá y en el Castillo de las Artes, un encuentro de 16 sesiones los días lunes y jueves, el ingreso es libre con inscripción previa. El 28 de junio para participar en Lecturas de película - Reflejos de violetas en el turbio estanque: Inventario personal del cine homosexual debe hacer inscripción previa.El Ciclo Rosa tendrá una sesión especial de El Cine & Yo con Daniela Maldonado, lideresa comunitaria y activista social del sector poblacional trans de la ciudad de Bogotá, esta actividad de entrada libre, será el 21 de junio a las 7:00 p.m.Del 21 al 28 de junio se llevarán a cabo los Diálogos Ciclo Rosa, un espacio que abre y amplía conversaciones colectivas en torno a narrativas y disidencias del afecto. La selección de estos encuentros llegaron a través de invitación pública, en la que se recibieron propuestas con múltiples formas y formatos (talleres, ponencias, estudios de caso, material de archivo, mesas redondas, proyección y conversación, lecturas performativas, conversatorios, paneles, testimonios, entre otros)Durante los días del Ciclo Rosa se lanzarán las convocatorias para el Premio Dunkel Rosa 2023 y el 4° Laboratorio de Escrituras Audiovisuales Queer.Para más información puede consultar toda la agenda del Ciclo en la página web de la Cinemateca de Bogotá. No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK.
Bautizada la estatua imposible, "es una obra creada por cinco maestros diferentes que nunca habrían podido colaborar en la vida real", afirma a la AFP Paulina Lunde, portavoz de Sandvik, la empresa que diseñó esta escultura gracias a tres programas diferentes de IA.De acero inoxidable, mide 150 centímetros de alto y pesa 500 kilos. Esta expuesta por el museo de Tecnología de Estocolmo y representa a una mujer, cuya mitad del cuerpo debajo del busto está cubierta por una especie de túnica y lleva un globo -hecho de bronce- en su mano izquierda.La idea era crear una mezcla entre los estilos de cinco escultores que marcaron cada uno su época: Miguel Ángel (Italia, 1475-1564), Auguste Rodin (Francia, 1840-1917), Kathe Kollwitz (Alemania, 1867-1945), Kotaro Takamura (Japón, 1883-1956) y Augusta (Estados Unidos, 1892-1962)."Algo en su apariencia hace sentir que no fue creada por un ser humano", señala Julia Olderius, una responsable de innovación dentro del museo.El espectador puede percibir la musculatura inspirada en Miguel Ángel, mientras que la mano recuerda a las creadas por Takamura.Para lograrlo, los ingenieros de Sandvik alimentaron el programa con abundantes imágenes de esculturas creadas por estos artistas. La inteligencia artificial propuso luego varias imágenes en 2D que, según ella, reflejaban el sello de cada uno de estos escultores."Estas imágenes en 2D fueron incorporadas por nuestros ingenieros en un modelado 3D y, a partir de ahí, nos concentramos en la fabricación", destaca Lunde.¿Pero es arte, o más bien una hazaña técnica? "Creo que es arte", afirma Olderius, que considera que esta apreciación le corresponde al público.Sobre la cuestión más general de la irrupción de la IA en este campo, muestra el mismo optimismo. "No hay que tener miedo de lo que la IA hace con la creatividad, el concepto, el arte y el diseño", juzga. "Simplemente hay que adaptarse a un nuevo futuro", donde la tecnología tiene un lugar de pleno derecho en la creación y el diseño, añade. No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.