"Es un programa discriminatorio, porque no se hizo en todas las partes de la ciudad, solo fue para algunos barrios" pobres, dice a la AFP Wilson Niño, del colectivo SURVAMOS, que pinta sus propios murales en Ciudad Bolívar como acto de "resistencia" contra las intervenciones del gobierno local.Desde 2012 Niño y otros artistas invitan a grafiteros a intervenir esta barriada de callejones intrincados y anclados a una montaña en el extremo sur de Bogotá.Bautizada "Museo Libre", la iniciativa buscaba "descentralizar" la oferta artística que suele concentrarse en barrios acomodados de esta ciudad de ocho millones de habitantes. Pero luego de que la alcaldía interviniera entre 2016 y 2019 casi 15.000 fachadas de la zona como parte de un proyecto de "arte urbano responsable", el festival tomó un nuevo significado:"Acá habíamos pintado nosotros pero vinieron ellos y no se tomaron el tiempo de buscar otros espacios. Pintaron en donde estaba pintado y no les interesó", reclama Niño, quien asegura haber visto una decena de murales del colectivo "tapados" por la alcaldía."Teníamos que ver cómo resistir a esas entidades públicas o megaproyectos", agrega el artista de 32 años. Desde entonces, el colectivo ha pintado una treintena de nuevos murales.Consultada por la AFP, la alcaldía de Ciudad Bolívar defendió el proceso de "embellecimiento" del barrio sobre la base de "la teoría de las ventanas rotas", según la cual los espacios deteriorados fomentan la delincuencia. Popular en Nueva York durante la década de 1990, esta política divide opiniones en las grandes urbes."Maquillar la pobreza"Sicarios en moto se escabullen por los callejones de Ciudad Bolívar. Es una escena que se repite en la exitosa serie de televisión "Pandillas, guerra y paz", emitida y retransmitida desde 1999. La producción -junto a los indicadores de violencia- cargó a los 770.000 habitantes de la empobrecida localidad con el estigma de la delincuencia.En un esfuerzo por "cambiarle la cara" a la zona, la Alcaldía de Bogotá inauguró a finales de 2018 un teleférico de 3,3 kilómetros para acceder a las colinas más lejanas y marginales. También construyó parques, vías y las coloridas intervenciones que SURVAMOS cuestiona:"Yo he vivido acá y he visto que las necesidades de la gente no son pintura (...) es como una burla a la misma comunidad cuando la gente necesita otra clase de mejoras", anota Luisa Forero, quien firma sus murales como M de Maga. Desde el cielo, las pequeñas casas del barrio forman una colcha de retazos con techos de hojalata que se defienden del viento sostenidos por ladrillos. Programas similares encienden el debate en Río de Janeiro, La Paz, Ciudad de México y otras ciudades.CARDO, un muralista chileno que participó en esta edición del Festival, cree que el esfuerzo gubernamental "puede ayudar" aunque "hay matices" que no comparte "como el de 'hermosear' o maquillar la pobreza". Pero la alcaldesa de Ciudad Bolívar, Tatiana Piñeros, que asumió en 2020, defiende las intervenciones:"Cuando recuperamos espacios sucios o deteriorados cambian las situaciones asociadas al delito (...) han venido mejorando los indicadores (de seguridad)", dice a la AFP. Según Piñeros la administración de Bogotá aspira a llevar el programa a más barrios."Concentrar todas las intervenciones en un solo sitio sería discriminatorio (...) Nuestra tarea ha sido democratizar el tema. Queremos llegar a más puntos", explica. En 2022, Ciudad Bolívar fue la localidad (agrupación de barrios) con más homicidios de la capital (179), aunque la cifra es menor a los 191 casos del año anterior.¿Gratis?Cada año, los integrantes de SURVAMOS ofrecen su trabajo a cambio de materiales para el festival. Esta vez recibieron aerosoles y otros insumos en retribución por murales privados y talleres.La décima edición de Museo Libre contó con la participación de una veintena de artistas, entre ellos extranjeros y nombres de peso en la escena local como Stinkfish, cuyos murales han estado en la pasarela de Prada, una de las principales casas de moda italianas. Ninguno cobró por su trabajo.Las pinturas de la Alcaldía y las del festival conviven en la fachada de Ramiro Muñoz, un hombre de 52 años que ve con buenos ojos ambos proyectos. La iniciativa del Distrito le dio un toque de color al barrio y pavimentó la calle de tierra que pasaba frente a su casa. Museo Libre dibujó en su fachada una mujer desnuda y una pantera.Él mismo invitó a los artistas a intervenir su casa. "Solo les pregunté si era gratiniano (gratis)" admite entre risas. Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"Contar con esta exposición significa que estoy entrando en un sueño, porque después de 15 años de trabajo tener este espacio en el primer museo del grafiti que existió del mundo hace que entienda que mi obra tiene reconocimiento", señaló Diana Ordóñez, conocida como Ledania, en una entrevista este lunes con Efe.La artista de 35 años, uno de los exponentes en la escena del arte callejero o urbano, dice que "Private Spaces" (Espacios Privados), como se denomina la exposición del Museo del Grafiti, no es "lineal" sino una "experiencia", porque "hay una instalación y sonido".La exposición se inaugura este jueves y la artista bogotana aún está trabajando en los murales."Toda las instalaciones de mi trabajo están pintadas, ya que el aerosol es la materia prima con la que creo, es la materia básica. Es un juego entre el aerosol y donde se aplica", subraya la artista formada en las calles de Bogotá, quien reconoce que la experiencia internacional ha condicionado su estilo. El museo inaugura cada tres meses una nueva exposición de arte urbano.El arte sin sinceridad no trasciende"En los últimos años he estado viviendo en culturas muy alejadas de Latinoamérica. Tuve la oportunidad de estar en Asia, diferencias que han hecho que tenga un montón de herramientas distintas", explicó sobre su estilo y lo que podrá verse en la exposición.Respecto a cuál es la clave para que haya conseguido destacar entre tantos artistas del género, la colombiana aseguró que cree que ha sido importante no compararse con otros creadores. Simplemente, dijo, "hacer lo que me sale de mi ser". "Por último la sinceridad. Siento que en el arte si no hay sinceridad no se llega a ningún lado", apuntó.El Museo del Grafiti subraya en su web que "el trabajo de Ledania celebra el color y la naturaleza en escenarios poblados por criaturas imaginarias en un lugar improvisado, entre mágico y místico". Lea también: "Bruma", exposición para homenajear a la artista Beatriz González.Según la presentación, el arte de Ledania conjuga la formación clásica -tiene una maestría en Artes Visuales y Plásticas en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá- con la experiencia de años dedicados a los grafitis en las calles. Pero no todo es el arte urbano, Ledania es una artista multimedia, con trabajos en fotografía, diseño gráfico, publicidad, maquillaje artístico y elementos decorativos como ropa y accesoriosLa artista, cuyo nombre se deriva de la unión de Leda, seducida por Zeus en la mitología griega, y su nombre de pila, Diana, continúa exhibiendo en todo el mundo en lugares como la Bienal de Curitiba en Brasil, Art Expo Malaysia y el Festival Artscape en Suecia.Un cambio de aires por Asia"Mi arte no solo refiere a Bogotá, sino también a Tokio y Singapur, por citar a las dos ciudades en las que me quedé durante la pandemia", señala sobre las influencias de sus trabajos repartidos por los muros de las ciudades de todo el mundo y que ahora trae a Miami. "Pero a pesar de ello mi escuela fueron las calles de Bogotá pintando grafiti", subraya Ledania, una artista que es parte de la comunidad LGBT, a la que trata de ayudar desde su compromiso social."Mi estilo es raro, ya que aunque es abstracto tiene muchas figuraciones de por medio y siento que son muy característicos los personajes que no tienen género", asegura Ledania, que reconoce escapar de toda norma social estricta "que separa entre macho y hembra".El prestigio ganado estos años le llevó a colaborar con Disney en la película "Encanto", donde intervino en el diseño de vestuario y en un muro de 22 pisos de altura. La colombiana ha sido reclamada además por la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) para un trabajo en un estadio en Alemania, tareas que, subraya, "salen de la norma del artista pero que aunque parecieran comerciales en realidad me permite pintar lo que me plazca".Allison Freidin, una de las fundadoras del Museo del Grafiti de Miami, señaló a Efe que contar con Ledania, cuya exposición se podrá visitar hasta el 18 de noviembre, es importante porque es una de las pocas mujeres que destacan en el género y por estar tradicionalmente alejado el grafiti de los centros de arte.Escuche lo mejor de la música clásica por la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.