“Este proyecto curatorial pretende reflexionar sobre el lugar que ocupa cada obra en la trayectoria del director Luis Ospina. El programa, por tanto, marca las pulsiones y tendencias del cine de Ospina, poniendo de manifiesto la indispensable relación con su generación y revelando cómo su filmografía se sigue transformando y escribiendo”, dice el curador Luis Esguerra Cifuentes. Estarán 22 títulos del director caleño de registro documental, ensayístico y ficción, clasificados en cuatro categorías que contienen largos y cortometrajes. Esta es la muestra digital más grande dedicada a Luis Ospina, que falleció en septiembre de 2019 a los 70 años.Hacer cine para no morir:Desde los años 80 y hasta los 2000, Luis Ospina parece concentrar su atención en la figura del artista marginal. Lo hace a través de personajes proscritos, rebeldes e identidades disidentes, que protagonizan un ciclo de películas interesadas en armar una suerte de historia alternativa de la cultura nacional.Ciudad solarLas series documentales de Ospina configuran testimonios. Son crónica y reflejo de la sociedad y de la época en que nacen. Este formato, al tiempo que le permitió a Ospina fijar en su trabajo fílmico un perspicaz registro de la ciudad en la que se crio, le proporcionó también las herramientas para prolongar el trabajo que sus primeras películas comenzaron. Un trabajo relativo al estudio histórico del cine y, en general, de la cultura.Lugar a dudasDentro de esta categoría se ubicaron un conjunto de piezas que, si bien establecen continuaciones temáticas y formales con las películas más icónicas de Luis Ospina, ofrecen estructuras, imágenes y narrativas que trazan el nivel más radical y experimental de su carrera como cineasta.Contra- historiasEstas películas funden la dimensión social y el experimentalismo, desvelan que para Luis Ospina el hecho artístico era indisociable de una postura política. Sus riesgos formales, siempre encaminados a expandir los límites del lenguaje cinematográfico, son un reflejo de ese compromiso en un visible sentido de ciudad.Luis Ospina estudió cine en la Universidad del Sur de California (USC) y en la Universidad de California (Ucla). Formó parte del Grupo de Cali, movimiento que se destacó en varias artes en la década de 1970 y, entre otras actividades, fundó el Cine Club de Cali. El movimiento cinematográfico que se gestó allí fue conocido como Caliwood.
La obra póstuma del reconocido cineasta caleño Luis Ospina, titulada ‘El ojo del turista: XIII Piezas fáciles’, será presentada por primera vez en la Cinemateca de Bogotá, haciendo una retrospectiva completa a su obra fílmica, con la proyección de 30 largometrajes del fallecido director. Y, además, abre las puertas a una exposición sobre su vida y obra.Además de director, guionista y productor de cine, Ospina fue uno de los pioneros del movimiento Caliwood, junto sus amigos el escritor Andrés Caicedo y el también cineasta Carlos Mayolo. Ellos junto con Ramiro Arbeláez, fundaron la revista Ojo al Cine dejando así un patrimonio en el cine colombiano tras su muerte en 2019, cuando tenía 70 años.Entre 2014 y 2016, Luis Ospina y la artista Lina González realizaron varios viajes a Oriente recolectando varias imágenes de lo recorrido que dieron forma al filme inédito ‘El ojo del turista: XIII Piezas fáciles’, un producto sin duda alguna que navega entre el cine experimental y las artes plásticas, que según la reseña, “se apropia de la narrativa de los diarios de viaje e indaga en la conexión con el espacio y los dispositivos que se emplean en su registro”.“Un proyecto que, tras casi dos años del fallecimiento del realizador, desvía su mirada hacia nuevos formatos y disciplinas artísticas, integrando en su legado cinematográfico y en la construcción de su memoria una apuesta que extiende su interés por dispersar límites entre el cine y otros campos de la creación”, describe la Cinemateca.La película, producida por Lina González, se expondrá en el Taller de la Imagen, y estará disponible del 27 al 29 de abril de 10:00 a.m. a 6:00 p.m. Adicional, del 22 al 30 de abril se llevará a cabo el proyecto curatorial ‘Creer en lo no se ha revelado’, que incluye la obra completa de Ospina, que incluye largos que se mueven entre el registro documental, el ensayo y la ficción.ExposiciónEste homenaje a Luis Ospina incluye una ponencia que estará abierta del 22 de abril al 20 de mayo en la Calle Museo, que muestra una selección de un archivo que abarca cinco décadas y que evidencia un legado cultural. Un riguroso trabajo de intervención e investigación que contó con Ospina a la cabeza y Luisa Fernanda Ordóñez como archivista principal, realizado entre 2009 y 2013.Ello, gracias a la donación de ese archivo para formar parte de los Fondos y Colecciones de la Cinemateca de Bogotá. Y que estará asequible para consulta de visitantes, estudiantes, investigadores y amantes del cine en general.Este archivo que hará parte de la ponencia, comprende algunos horizontes conceptuales sobre la vida y obra del director caleño, teniendo en cuenta que Luis Ospina ha sido un de los objetos de estudio prevaleciente para críticos e investigadores del cine en Colombia hasta el día de hoy.“El equipo de trabajo que hizo parte del proceso de investigación ha abogado por ampliar, a través de un detallado método de clasificación y catalogación, las potencialidades discursivas del director. En este sentido, el énfasis del trabajo con el archivo ha girado en torno a la apuesta por una organización curatorial dentro del mismo, que responda al diálogo entre una cronología coherente, y una serie de ejes temáticos que la alimentan”, explica la Cinemateca.Para iniciar este ciclo de retrospectiva integral y obra inédita de Luis Ospina, la agenda iniciará este sábado 24 de abril con un conversatorio virtual: ‘Los dos cuerpos del cineasta: obras póstumas de Luis Ospina’, que se transmitirá a las 11:00 a.m. en las redes sociales de la Cinemateca de Bogotá.Este proyecto es producido por Bruna Cine y curado por Luis Esguerra Cifuentes y Mateo Suárez Castiblanco, y cuenta con el apoyo de la Beca de curaduría audiovisual para la Cinemateca de Bogotá 2020, otorgada por el Instituto Distrital de las Artes - Idartes.
Luis Ospina estudió cine en la Universidad del sur de California desde 1968 hasta el año siguiente, y luego sigue con sus estudios en la universidad de California desde 1969 hasta 1972. Cuando termina sus estudios y vuelve a Colombia, empieza a hacer parte de importantes comunidades del cine en su ciudad natal, como el cine club de Cali, del cual fue codirector, la revista ojo al cine y la cinemateca del Museo de Arte Moderno La tertulia en la capital del valle.Como experiencia en trabajos cinematográficos, ha sido coproductor de películas, como “Jackpot”, filme alemán hecho en Colombia en 1976, y largometrajes como “Carne de tu carne” de Carlos Maloyo en 1983 y “La mansión de Araucaína” en 1986. También ha trabajado en este mismo rol en cortometrajes como “Viene el hombre” (creación colectiva, 1973), “La hamaca” (Carlos Mayolo, 1975), “Sin telón” (Carlos Mayolo, 1975), “Cartagena: Festival de cine” (Luis Crump,1976), “La otra cara de La Moneda” (Eduardo Carvajal, 1976), “Atrapados” (Juan José Vejarano, 1987), “Valeria” (Oscar Campo, 1987), entre otros importantes proyectos.Ha participado en el campo educativo, pues fue profesor de varias universidades importantes en Colombia como la Universidad del Valle, que desde 1979 hasta 1980 ejerció la docencia en la carrera de cine. También, dictó el taller de documental en la Pontificia Universidad Javeriana desde 2001 hasta 2004, y en la Universidad de los Andes del 2003 al 2004.Su trabajo lo ha llevado a ganarse importantes premios como la medalla al mérito de las comunicaciones “Manuel Murillo Toro” en 1986, la medalla al Mérito Cultural en Cine, concedida en el Festival Internacional de Arte de Cali (2001) y el trofeo del II Festival de Cine y Video “Cinmilímetros” de Cali “por su valioso aporte al cine colombiano” (2001). En 2007 la Universidad del Valle le confiere el Grado Honoris Causa en Periodismo y Comunicación Social de la Universidad del Valle y en 2010 el Ministerio de Cultura le otorga el Premio “Toda una vida dedicada al cine” y el Festival InVitro Visual reconoce su aporte al cine colombiano con el Premio Santa Lucía.Gracias a todo esto, la Biblioteca Luis Ángel Arango, con la colaboración de colegas y amigos artistas del director, harán una conmemoración a Ospina desde el miércoles 11 de diciembre hasta el 13 de diciembre, presentando conversatorios acerca de su obra y la exhibición de algunas de sus películas. Se llevará acabo en el Museo de Arte Miguel Urritia (MAMO), ubicado en la calle 11 #4-21 en Bogotá. Para el miércoles, día de apertura, desde las 4 hasta las 5 de la tarde se realizará la conferencia “Luis, el memorioso. Una introducción a la obra del director caleño”, en donde se presentará el porqué Ospina es una pieza importante para poder entender el cine colombiano por los últimos 60 años. Será presentada por Pedro Adrián Zuluaga, comunicador social y mágister el Literatura.Este mismo día se presentará, desde las 5 hasta las 6 de la tarde, la conferencia “Una aproximación a Cali en tiempos de vanguardia”, el cual será conducido por Katia Gonzales Martínez, investigadora de arte colombiano y candidata a doctora en Historia del Arte de la UNAM. Así, para seguir con este homenaje, se presentarán varias de sus películas el viernes 13 de diciembre. Este será el itinerario para seguir: “Oiga vea” desde las 4:15pm hasta las 4:45pm, y “Un tigre de papel” desde las 2:00pm hasta las 3:45pm.
El pasado viernes 27 de septiembre falleció a sus 70 años el cineasta Luis Ospina, una triste pérdida para el cine colombiano y el mundo cinematográfico, que ha rendido homenaje a su figura y obra en los últimos días. Lea también: Homenaje a Luis Ospina, el último rebelde de CaliwoodPara conocer la importancia de Ospina en la historia del séptimo arte en el país, el reconocido crítico de cine Manuel Kalmanovitz hizo una selección de cinco películas imperdibles que dirigió el último rebelde de Caliwood y explicó el impacto del trabajo que este desarrolló en conjunto con otros artistas y amigos suyos, como Carlos Mayolo, Andrés Caicedo, Ramiro Arbeláez y Sandro Romero Rey.Agarrando pueblo (1978)Para Kalmanovitz, Agarrando pueblo fue una película “clarividente” frente al futuro del cine nacional. En ella destacan “muchas cosas importantes, una de esas es el sentido del humor y otra es la conciencia. Es la película que definió la palabra ‘pornomiseria’”, explica el experto.Según la sinopsis oficial hecha por el propio Ospina, disponible en su página web, “Agarrando pueblo fue concebida dentro de un proyecto de mayor envergadura llamado El corazón del cine, haciendo alusión a un texto de Vladimir Maiakovski. En El corazón del cine, la pregunta por el sentido del mismo se lleva a un nivel casi que ontológico: la influencia de la sociedad de consumo y la insólita permeabilidad del cine político frente a esta, concluyen en un llamado al orden, esto debe terminar”.Todo esto, explica Kalmanovitz, “es una actitud con la que convivimos hasta el día de hoy. Sí ha sido un problema social y político del cine colombiano que temáticamente hay una fijación con las víctimas y los pobres, pero también en ese intento de retratarlos muchas veces lo que se hace es explotarlo”.Pura sangre (1982)Esta cinta es una reinterpretación de Ospina de una película de vampiros y una de las pocas cintas argumentales que hizo, “algo que también tiene que ver con problemas de financiación (…) uno ve de dónde venía la estética y los intereses de él, que hace parte de Caliwood, este grupo bastante reducido de gente que eran muy cinéfilos indiscriminadamente”.Este grupo veía “tanto lo que consideramos alta cultura como también tenían una gran apreciación por el cine B, entonces esa fue otra fuente de interés para todo ese grupo y para Luis Ospina en particular”, señala Kalmanovitz.La película presenta la historia de Roberto Hurtado, un anciano magnate azucarero, regresa a Cali después de hacerse un examen médico en los Estados Unidos. Lo acompañan en el avión privado su hijo Adolfo y el médico norteamericano Hughes. Este último le revela a Adolfo que su padre padece de una extraña enfermedad que exige transfusiones masivas de sangre de niños o adolescentes del mismo sexo. Dicha enfermedad ha convertido a Roberto Hurtado en un inválido de aspecto monstruoso. Vive aislado del mundo en un penthouse, desde donde controla su imperio económico. Su única comunicación con el mundo exterior es por medio de un circuito cerrado de televisión, según la sinopsis oficial.Todo comenzó por el fin (2016)Esta película es, básicamente, “un recuento de su vida”, un autorretrato del Grupo de Cali.Kalmanovitz explica que en la cinta se ve el gran peso de Andrés Caicedo “para toda esa generación (del llamado Caliwood)” y a la vez es “un gran documento de cómo esta generación existía. Un retrato de una forma de ser hombre y de la época que atravesó el país”.Todo comenzó por el fin es el autorretrato del Grupo de Cali, también conocido como Caliwood, un grupo de cinéfilos, que en medio de la rumba desenfrenada y del caos histórico de los años 70s y 80s, lograron producir un conjunto de obras cinematográficas que ya son parte fundamental de la historia del cine colombiano. A su vez, es la historia clínica del propio realizador, quien se enfermó gravemente durante la producción del film. Es el relato de un sobreviviente.La desazón suprema (2003)Una de las ideas recurrentes de Ospina fue ver y retratar al cine como algo que ayuda a conectarse a la gente. Así lo ve Kalmanovitz al analizar las cintas La desazón suprema y Nuestra película.“Tanto Lorenzo Jaramillo como Vallejo eran cinéfilos (igual que Ospina), por lo que es un tema recurrente en su obra y vida; era un tipo que se la pasaba viendo cine y era uno de sus temas, el cine como lubricante social y une gente”, explica.En La desazón suprema: retrato incesante de Fernando Vallejo Ospina realiza un documental sobre el escritor colombiano Fernando Vallejo. Como señala una reseña compartida en su página web, la cinta sigue “una estructura literaria y una intensa intertextualidad con obras de Vallejo y otros escritores”, constando de un prólogo con epígrafe y nueve capítulos (también con epígrafe cada uno) alrededor de diferentes episodios de la vida del escritor.Nuestra película (1992)Para esta película, Ospina entrevistó al pintor Lorenzo Jaramillo poco antes de morir. “El resultado no es un documental más sobre la vida y obra de un pintor sino una pequeña obra maestra del video”, como explica una crítica que el propio Ospina comparte en su web.
El cine colombiano está de luto. Al mediodía de este viernes en un hospital de Bogotá falleció a los 70 años de edad el director, guionista y productor de cine caleño Luis Ospina, una de las mentes más influyentes del séptimo arte en nuestro país.Nacido en la ciudad de Cali el 14 de junio de 1949, Ospina estudió cine en la Universidad del Sur de California USC y en la Universidad de California UCLA a principios de los 70.Junto a Andrés Caicedo, Carlos Mayolo y Ramiro Arbeláez, fue fundador de la revista Ojo al Cine y el Grupo de Cali, esa banda de jóvenes que en los años setenta se dedicaron a filmar la ciudad que los rodeó, que los llenó de ideas, pero que se los tragó vivos. Caliwood se quedó sin sus rebeldes. Lea también: Arte y pintura: la voz del fallecido Rodrigo ObregónEn este homenaje, HJCK recupera archivos con la voz de Luis Ospina, sus ideas, opiniones del cine e incluso un secreto íntimo de la obra de su amigo Andrés Caicedo, específicamente, frente al origen del título del cuento Calibanismo.En el año 2016, recién estrenada su película autobiográfica Todo comenzó por el fin, Ospina se aventuró a dar diez consejos imprescindibles sobre cómo hacer películas.En otro audio recuperado del archivo HJCK, en noviembre del año 2009 Ospina habló largo y tendido sobre su primer acercamiento al cine, además de reflexionar sobre las temáticas de sus principales obras y su encanto por el “mal cine”. Le puede interesar: Semana del Fanzine en la Biblioteca NacionalAl final de su vida, desde hace tres años, Ospina volcó en el cine revelaciones sobre su propia vida y el padecimiento que finalmente le quitó la vida, algo que se retrata en su filme Todo comenzó por el fin, que es precisamente una de las últimas reflexiones que compartió con el público, en un breve post en Facebook apenas hace un par de días, donde anunciaba de manera premonitoria que vivía una suerte de remake de su película que no le deseaba a nadie.
Este viernes falleció el director y productor de cine caleño Luis Ospina, reconocido por cintas como Todo comenzó por el fin, Pura Sangre, Soplo de vida, entre otras.Según fuentes cercanas al cineasta, y una publicación reciente que él mismo hizo en su página de Facebook, Ospina padeció otra vez los golpes de un cáncer, por lo que permanecía internado en un hospital.Este viernes falleció el director y productor de cine caleño Luis Ospina, reconocido por cintas como Todo comenzó por el fin, Pura Sangre, Soplo de vida, entre otras.Según fuentes cercanas al cineasta, y una publicación reciente que él mismo hizo en su página de Facebook, Ospina padeció otra vez los golpes de un cáncer, por lo que permanecía internado en un hospital.Esa enfermedad Ospina la retrató en la película Todo comenzó por el fin, un documental que no solo narra su vida, sino que es un recorrido por la escena artística de Cali a mediados de la década de 1980. Lea también: Arte y pintura: la voz del fallecido Rodrigo ObregónEl Archivo HJCK recupera la voz de Luis Ospina, quien el 4 de noviembre de 2009 habló sobre sus primeros acercamientos al cine, antes siquiera pensar en hacer su primera película, Vía Cerrada, del año 1964.
La primera latina en ganar un Óscar habló antes del estreno de "80 for Brady", un filme que se estrena este fin de semana y en el que comparte protagonismo con Jane Fonda, Sally Field y Lily Tomlin.A sus 91 años, la intérprete participó el año pasado en hasta cinco proyectos cinematográficos o televisivos y en 2023 formará parte de otros tantos, entre ellos la décima entrega de la exitosa saga de acción "Fast & Furious".La vida está "más bonita que nunca" para una actriz que aseguró sentirse "muy afortunada" de que la industria de Hollywood siga contando con ella: "No sé lo que ha pasado, pero parece que he empezado una carrera nueva. No tengo descanso".Además, advirtió entre bromas que le quedan fuerzas para continuar durante mucho tiempo y en papeles diversos, "mientras no sea algo indecente"."Vivo mi vida al límite, lo que me sigue inspirando es trabajar, trabajar y trabajar", resaltó Moreno, quien compone junto a Helen Hayes el reducido grupo de figuras condecoradas con la llamada triple corona de la actuación, al conseguir los premios Óscar, Emmy y Tony a lo largo de su trayectoria.Maura es el nombre del personaje al que encarna la exponente latina en "80 for Brady" (Paraomount Pictures), película en la que un grupo de amigas de la tercera edad viaja para ver el Super Bowl en directo y conocer en persona a su héroe Tom Brady, que esta semana se retiró definitivamente de los terrenos de juego.La leyenda del equipo de fútbol americano New England Patriots (Boston, Massachussetts) también aparece en esta comedia dirigida por Kyle Marvin que consiguió conformar un elenco de actrices oscarizadas como Jane Fonda, Sally Field, Lily Tomlin y la propia Rita Moreno.De hecho, el filme se estrena tan solo 9 días antes de la final de la National Football League, que este año enfrentará a Kansas City Chiefs y a Philadelphia Eagles en el State Farm Stadium de Glendale (Arizona, EE.UU.)."Termino la película siendo muy amiga de las tres y admirándolas aún más por su talento y por ser graciosísimas", explicó la puertorriqueña, que en 2004 fue reconocida con la Medalla Presidencial de la Libertad, el premio civil de más alto nivel de los Estados Unidos.Moreno dijo parafrasear a Fonda y definió el filme como una "historia de amistad femenina" porque "solo" ellas son capaces de "mirar a los ojos con dolor y saber que se necesita ayuda".Sobre su papel en "80 for Brady", cinta que ya fue presentada en el Festival Internacional de Cine de Palm Springs (EE.UU.), reveló que pudo improvisar ciertas partes y que se sintió "conmovida" encarnando a una mujer viuda que "echa de menos a su marido", pero que a la vez siente "esa atracción por los hombres que nunca se pasa".En las últimas semanas, Moreno también se ha prodigado en el programa de televisión "Lopez vs. Lopez" (NBC) junto a los hispanos George Lopez y Mayan Lopez, el cual le sirvió para "continuar un constante proceso de reciclaje profesional", según cuenta."Cuando trabajo con gente más joven, todos me dicen que estoy muy de actualidad. Yo trato de seguir aprendiendo y mis nietos me informan de lo que está de moda hoy", argumentó la también ganadora de un premio Grammy en 1973 por la banda sonora del programa infantil "The Electric Company".La prolongada carrera de Moreno la avala como una de las latinas pioneras en la meca del cine, pero la actriz sigue aprovechando cualquier resquicio para reivindicar la "notable infrarrepresentación" de esta comunidad en la industria audiovisual estadounidense."Esto me enrabieta (enoja) mucho. No sé por qué todavía no se nos conceden papeles importantes con más frecuencia. Queda mucho camino por hacer, incluso con respecto a lo que ya han conseguido los afroamericanos", concluyó la primera latina en ganar un Óscar gracias a su rol de Anita en "West Side Story" (1961). Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"Wasserschlangen II" (Serpientes de agua II) fue terminada alrededor de 1907 y adquirida por Jenny Steiner, una empresaria textil judía que fue mecenas del movimiento artístico de la Secession y, especialmente, de su fundador y líder, Gustav Klimt.La pieza se encuadra dentro del periodo dorado del artista y supone "una auténtica obra maestra", resume Stephanie Auer, comisaria asistente de la muestra "Klimt, inspirado por Van Gogh, Rodin, Matisse...", que se inauguró en la galería Belvedere.Expoliada por los nazisEn junio de 1938, poco después de que Austria fuera anexionada por la Alemania nazi, la empresaria logró huir de Viena y su fortuna fue confiscada. Dos años después, la pieza estaba en posesión del propagandista nazi Gustav Ucicky, del que se rumoreaba era hijo ilegitimo de Klimt.En el año 2013, su viuda lo vendió en una subasta por 103 millones de euros (112 millones de dólares), de los que tuvo que entregar la mitad a los herederos de Jenny Steiner. La pieza fue inmediatamente revendida por 168 millones de euros (183 millones de dólares), lo que hace de ella la séptima pintura más cara de la historia.En todo ese devenir, "Wasserschlange II" apenas se ha expuesto en un par de ocasiones al público en los últimos cien años. En Viena se vio por última vez en 1964. Y el pasado octubre fue exhibida cuando esta exposición se inauguró en el Museo Van Gogh de Ámsterdam, que ha organizado la retrospectiva en colaboración con la Belvedere.Traerla ahora a Viena tampoco ha sido fácil, debido al enorme coste de la prima del seguro, que sobrepasaba la capacidad de responsabilidad civil del Estado austríaco.Finalmente, el Museo Belvedere llegó a un acuerdo con los actuales propietarios, que asumieron los gastos extras del seguro a cambio de un proceso de restauración y de análisis realizado por los expertos del museo, el más importante del mundo en Klimt y que acoge su obra más conocida, "El Beso". "La obra llegó en un estado excelente y sólo fueron necesarias pequeñas intervenciones", explica Auer.La técnica del besoA través de un análisis mediante distintas tecnologías, incluidas radiografías, infrarrojos y microscopios, se ha concluido que Klimt, que esa época experimentó con el uso de metales como la plata, el oro y el platino, empleó la misma técnica usada en "El Beso".También se ha comprobado que Klimt fue cambiando la composición del cuadro y la posición de las figuras. Con esta exposición se trata de mirar a Klimt desde la perspectiva de los artistas que lo inspiraron.Durante mucho tiempo, Klimt había sido visto como "un planeta que gira en su propio sistema solar", en palabras de la directora del Belvedere, Stella Rollig."Vemos a Klimt con nuevos ojos: como un artista abierto e innovador, que estudió otro arte, nunca ocultó sus fuentes, siempre sintió curiosidad por las nuevas tendencias e incorporaba sus sugerencias a su obra", explica Rollig.Entre las 90 piezas que forman la muestra, se cuentan, más allá de la obra de Klimt, ejemplos de Van Gogh, Matisse, Rodin Toulouse-Lautrec, Monet, Cézanne y Margaret Macdonald Mackintosh. Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Así lo adelantó en declaraciones a EFE antes del recital "¡Celebración!", que ofrecerá en Valencia con invitados especiales, como los cantantes Joan Manuel Serrat, Miguel Poveda y Antonio José, así como su hija."He cambiado y espero que para bien -explicó-. He aprendido mucho, algunas cosas más que otras, pero creo que he aprendido; me conozco un poco mejor, la edad te da cierta serenidad también y ya conozco bien mi profesión, y aunque ha cambiado mucho el mundo de la música, hacer canciones y cantarlas... Eso no ha cambiado".La artista se siente "emocionada" y "nerviosa", admite, pues en este concierto, además de ser el inicio de la gira, también se grabará su disco nuevo."Hay muchas cosas que pueden fallar, incluida mi voz, ¡ojalá no!, pero también estoy muy emocionada porque me voy a reencontrar con canciones que hace mucho que no canto y con un público que está esperando también escucharlas y con una banda maravillosa que me acompaña, o sea, va a ser una noche de muchas emociones", comentó.Nacida en París hace 59 años y criada en España, Sole Giménez reconoce que llegar hasta aquí "no ha sido fácil"; y sobre los artistas que la acompañan, lo tiene claro: "¡Es que no me lo creo!".Tras elogiar la categoría profesional y humana de Miguel Poveda y Antonio José, asegura que "el gran maestro Serrat" es para ella "un referente".Tenerlo al lado en el escenario "es un auténtico regalo", como pasó, al revés, hace unos meses, cuando ella participó como invitada en el segundo de los recitales de despedida de Serrat, también en Valencia.¿Y cuál es el secreto para estar 40 años en la música? "Lo único que sé es que he trabajado muchísimo, no he dejado que lo hagan otros, lo he hecho yo y lo he hecho a todos los niveles. Es trabajo, trabajo y trabajo, implicación, compromiso, responsabilidad y amor, amor por la música y por lo que haces", resaltó.Respecto a la gira, avanzó que su intención es ir a todas las ciudades posibles y también, evidentemente, saltar el océano "y estar en Latinoamérica: México, Chile, Colombia…"."Creo que es un repertorio que nos va a llevar por muchos sitios porque hay mucha gente deseando escucharlo de nuevo. Hace mucho que no canto bastantes de estas canciones", concluyó. Le invitamos a conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"Pessoa, el hombre de los sueños" (Ediciones del subsuelo) es la biografía de setecientas páginas en las que Manuel Moya (Fuenteheridos, España, 1960) trata de acabar con la leyenda de que Pessoa careció de vida."Fue un hombre de su tiempo que leía y componía novelas policiales, que se interesó por el ocultismo y los alienistas, que participó en la opinión pública, que fue inventor, publicista, editor, traductor, bebedor, hacedor de horóscopos, poeta vanguardista, creador de heterónimos, y, sobre todo, un escritor exigente", dice a EFE el biógrafo.Moya decidió escribir esta biografía al comprobar que "cosas que había escuchado y repetido sobre Pessoa no eran del todo ciertas, como que era un tipo indolente, triste y solitario, casi fantasmal, que no tenía biografía, que era prácticamente inédito y que había vivido de espaldas a su tiempo; todo eso pertenece a la leyenda, al mito que todos hemos construido sobre Pessoa y que no se corresponde con la verdad".Vivió las vanguardiasPessoa, según Moya, "fue de carne y hueso, vivió en un tiempo difícil, pero a la vez fascinante; nació en la Lisboa de 1888, en pleno decadentismo, con las caídas de las monarquías, la revolución industrial y el colonialismo que desembocaron en la Primera Guerra Mundial; vivió en primer plano el colonialismo, su juventud transcurrió en Sudáfrica, vivió las vanguardias, inventó ismos como el Paulismo, el Interseccionismo o el Sensacionismo..."También vivió la expansión de Lisboa, la caída de la monarquía en Portugal, la convulsa República, la dictadura salazarista y estuvo "muy presente y muy vivo intelectualmente cuando todo esto sucedía; todo eso lo vivió en primera persona, a pie de calle... Él hubiera querido recluirse en la torre de marfil, pero no fue así".A casi un siglo de la muerte del autor del "Libro del desasosiego", su biógrafo asegura que "es necesario formular un Pessoa nuevo, si cabe más fascinante que el que conocemos; había que hablar de sus penurias, de su alcoholismo, de su vida política, todo lo cual puede ser incómodo pero hace mucho más real al personaje"."El trabajo del biógrafo de hoy día no está tanto en desentrañar novedades en torno a la vida de Pessoa, cuanto en limpiar toda esa maraña de equívocos que se ha montado a su alrededor; he tratado de reconstruir su vida no con suposiciones sino con datos concretos que ayuden a saber más del personaje", insiste.Para Moya, "hay aspectos de Pessoa que se han mantenido más o menos ocultos y otros que se han sobredimensionado; entre los primeros su actividad política y sus simpatías por gobiernos no democráticos, justificando la dictadura, o su alcoholismo. Entre los segundos, su visión ocultista, que le da un aspecto misterioso. Estuvo muy interesado por el ocultismo, pero creo que a distancia, sin llegar a creérselo demasiado".Constructor de mundos"Fue un constructor de mundos y de sueños, o de mundos-sueños y eso, el alcoholismo, la heteronimia, el esoterismo, el sueño, la locura... eran temas que a la fuerza habrían de interesar a un escapista en el sentido de soñador, como él era", añade sobre Pessoa, a quien considera "uno de los escritores y personajes más fascinantes del siglo XX".Contra la creencia común, Moya mantiene que fue "un hombre sociable, muy sociable aunque rutinario, y que durante horas se encerraba en su mundo, porque de no ser así no hubiera dejado casi 30.000 documentos... Pero nada que ver con el tipo huraño y solitario que se nos ha contado, visitaba con frecuencia a sus familiares, acudía a varias oficinas, se reunía en tertulias, tenía amistad con sus vecinos, con los tenderos, con los barberos, con los camareros, tenía amigos o conocidos en todas partes aunque fuese celoso de su intimidad".Fue también Pessoa "un trabajador incansable; lo intentó todo, pero en todo fracasó; un soñador que carecía de dinero y tenía que buscarse la vida como dios le diera a entender... Otro de sus mitos es que publicó poco en vida y no es cierto: Publicó más de doscientos poemas en diarios y revistas, folletos y trescientos artículos, fue traducido en vida al español y al francés, se hicieron ensayos sobre su obra estando vivo, se le hicieron entrevistas, publicó cuatro libros, tres en inglés y uno solo en portugués. Fue considerado el más grande poeta portugués del momento". Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
En paralelo, según confesó en rueda de prensa en Barcelona, empezó "un fenómeno muy extraño", puesto que mi padre me hablaba todo el rato dentro de mi cabeza, lo que no había pasado nunca, en un diálogo que, seis meses después, continuaba".Ante ello, cogió el bolígrafo y una de sus muchas libretas y se dejó guiar por la voz de su progenitor para construir este artefacto literario, en el que se transmuta en Patrick, dándose cuenta durante el proceso de escritura de una idea: "Yo nací cerca de la muerte, gracias al poder de la palabra de mi padre, con lo que no debe ser casualidad que me haya transformado en escritora".Publicado por Anagrama, Nothomb (Etterbeek, Bélgica, 1966), nunca pensó que haría un libro sobre su padre por "una razón muy curiosa e idiota, porque pensaba que no moriría nunca".En "Primera sangre", Nothomb descubre la infancia de él, con episodios hilarantes, así como el momento más trascendental de su vida, cuando ante un pelotón de fusilamiento, en 1964, en el Congo, se salvó en el último segundo de una muerte segura.Una tragedia en el CongoEn primera persona del singular masculino, rememora en la obra cuando Patrick era muy joven, a los 28 años, y siendo cónsul en el Congo, al inicio de su carrera diplomática, "vivió una tragedia, el mayor secuestro de rehenes del siglo XX, unas 2.000 personas, a manos de unos rebeldes, convirtiéndose por su cargo en el portavoz de toda aquella gente"."Cada mañana -contó- los rebeldes los ponían a todos en fila y les decían que los matarían. Y mi padre decía que sí, pero que primero tendrían que hablar. Y empezaba a hacerlo, sin parar, hasta que llegaba la noche, todos tenían sueño y se iban a dormir, salvando la vida hasta el día siguiente".Con la nueva jornada volvía a empezar el mismo ritual, "defendiendo Patrick la palabra, transformado en Sherazade (la protagonista de "Las mil y una noches), hasta que un día, los rebeldes ya muy nerviosos, dijeron basta y le llevaron a él ante un pelotón de fusilamiento de doce hombres", como se lee al principio de la novela."Mi padre -prosiguió- pensó que moría y en lo que era el último segundo de su vida apareció el jefe de los rebeldes y dijo que aquello era una broma y que no dispararan. Ese hombre le preguntó si tenía hijos y él respondió que dos, repreguntándole si querría un tercero. Mi padre le contestó: eso dependerá de usted, señor presidente. Una frase genial, de la que yo soy fruto, porque fue allí cuando decidió que tendría un tercer hijo, yo".Escribiendo la obra se ha dado cuenta, asimismo, "de la carga que esto significa" para ella.Otros protagonistas de la historia son la distante madre de su progenitor y, especialmente, el abuelo de su padre, Pierre Nothomb, propietario de un castillo en el sur de Bélgica, aristócrata venido a menos hasta el punto de que dos de sus trece hijos murieron de hambre.A pesar de que su padre adoraba a Pierre, ella, que no lo llegó a conocer, lo "detesta", tanto porque "escribía una poesía ridícula, terrible, como porque no alimentaba a sus hijos, aunque aquí, como quien habla es mi padre, intenté entender la seducción que ejercía -comentó-".Preguntada si ha sido más difícil ser Jesús, como en su anterior título "Sed", o ahora su progenitor, precisó que ha sido "diferente", porque el libro sobre Jesucristo lo llevaba preparando desde niña, a lo largo de cincuenta años, y este nunca lo planteó.Por otra parte, desveló que el libro sí le ha permitido acabar haciendo el duelo por la muerte de su padre: "He ido más allá, porque mi padre murió bien y al final del libro dejó de hablarme dentro de la cabeza, noté que estaba contento".Con la sensación de que ahora también le conoce mejor, avanzó que, si en sus dos últimos libros ha tratado sobre "el padre y el hijo", ahora lo que vendrá es el "espíritu santo". Le invitamos a conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.