Hoy se cumplen 74 años desde el nacimiento del aclamado cineasta colombiano Luis Ospina, una figura icónica y referente indiscutible en el mundo del cine latinoamericano. A lo largo de su carrera, Ospina no solo dejó una huella imborrable en el séptimo arte, sino que también se convirtió en un defensor incansable de la cultura y el cine de Cali.Ospina, nacido el 14 de junio de 1949 en Cali, es reconocido por su valiosa contribución a la cinematografía colombiana y latinoamericana. Como fundador del Grupo de Cali, un colectivo de artistas que incluía a Carlos Mayolo, Karen Lamsassonne y Andrés Caicedo, Ospina fue parte fundamental del movimiento denominado "Caliwood", que revolucionó la forma de hacer cine en Colombia en la década de 1970.Este movimiento cultural se caracterizó por su enfoque en el cine de género. Los cineastas exploraron géneros como el cine negro, el cine de terror y la comedia. Sus películas se distinguieron por su estilo audaz, provocador y experimental. Los directores que hicieron parte de “Caliwood” se inspiraron en movimientos cinematográficos como el cine de la Nouvelle Vague francesa y el cine independiente estadounidense. Buscaron romper con las convenciones narrativas y visuales establecidas, explorando nuevas formas de contar historias.Durante su carrera, Luis Ospina incursionó en diversos roles dentro del cine, siendo reconocido tanto como director, guionista y productor. Su filmografía abarca una amplia variedad de géneros y formatos, desde documentales hasta largometrajes de ficción. Además de su trabajo como cineasta también se desempeñó como crítico de cine y escritor. Sus reflexiones sobre el cine y la cultura han sido publicadas en diversos medios y revistas especializadas, y ha sido reconocido como una figura importante en la promoción y difusión del cine colombiano.Algunas de las películas que le recomendamos de él son:"Pura sangre" (1982): Esta película puede ser considerada una de las primeras producciones cinematográficas colombianas que se centran en el tema del vampirismo, contando la historia de un anciano que padece una extraña enfermedad y que requiere constantemente de la sangre de niños para poder sobrevivir."Agarrando pueblo" (1977): Un cortometraje de carácter crítico que reflexiona sobre el papel de los documentalistas y la manipulación de la realidad en la creación de películas. Esta obra se ha convertido en un referente del cine latinoamericano y ha sido aclamada internacionalmente."La desazón suprema: retrato incesante de Fernando Vallejo" (2003): Un documental que presenta una mirada íntima y reveladora del escritor colombiano Fernando Vallejo, autor de "La virgen de los sicarios". Ospina se adentra en la mente de Vallejo y nos muestra su visión cruda y provocadora de la sociedad."Un tigre de papel" (2007): la vida y obra de Pedro Manrique Figueroa, precursor de la técnica artística denominada como collage en Colombia. El documental hace un extenso recorrido por la vida del artista, iniciando en 1934 y finalizando en 1981, año en que Figueroa desapareció misteriosamente de la escena pública.“Todo comenzó por el fin” (2015): El último documental de Luis Ospina, concebido por el director como un autorretrato para exponer el origen y trayectoria de uno del Grupo de Cali o “Caliwood”, surgido en los años 70 como respuesta creativa, artística, intelectual e interdisciplinaria al caos político y social que en ese entonces causaban el narcotráfico y la violencia en la ciudad caleña y en el Colombia. Este espíritu inicial de la obra de Ospina tuvo un giro inesperado tras ser diagnosticado con un cáncer severo, que lo llevó a recluirse en una clínica. Desde ese momento, Todo comenzó por el fin ya no sería la historia del Grupo de Cali desde la mirada de un sobreviviente, sino desde el relato autobiográfico de un moribundo. Bonus: “Mudos Testigos” (2023): esta película que es dirigida por Ospina y Jerónimo Atehortúa es una hermosa pieza que reúne la totalidad del material sobreviviente del cine mudo colombiano. Como un collage cinematográfico, en esta obra póstuma de Ospina, se reeditan las imágenes, de tal forma que resulta en un solo filme imaginario: la historia de amor imposible de Efraín y Alicia que recorre la convulsa primera mitad del siglo XX en Colombia. Luis Ospina murió el 27 de septiembre de 2019 en Bogotá. Su muerte fue consecuencia de complicaciones de salud relacionadas con un cáncer que padecía desde hace varios años.No olvide conectarse con la señal en vivo de la HJCK.
“Este proyecto curatorial pretende reflexionar sobre el lugar que ocupa cada obra en la trayectoria del director Luis Ospina. El programa, por tanto, marca las pulsiones y tendencias del cine de Ospina, poniendo de manifiesto la indispensable relación con su generación y revelando cómo su filmografía se sigue transformando y escribiendo”, dice el curador Luis Esguerra Cifuentes. Estarán 22 títulos del director caleño de registro documental, ensayístico y ficción, clasificados en cuatro categorías que contienen largos y cortometrajes. Esta es la muestra digital más grande dedicada a Luis Ospina, que falleció en septiembre de 2019 a los 70 años.Hacer cine para no morir:Desde los años 80 y hasta los 2000, Luis Ospina parece concentrar su atención en la figura del artista marginal. Lo hace a través de personajes proscritos, rebeldes e identidades disidentes, que protagonizan un ciclo de películas interesadas en armar una suerte de historia alternativa de la cultura nacional.Ciudad solarLas series documentales de Ospina configuran testimonios. Son crónica y reflejo de la sociedad y de la época en que nacen. Este formato, al tiempo que le permitió a Ospina fijar en su trabajo fílmico un perspicaz registro de la ciudad en la que se crio, le proporcionó también las herramientas para prolongar el trabajo que sus primeras películas comenzaron. Un trabajo relativo al estudio histórico del cine y, en general, de la cultura.Lugar a dudasDentro de esta categoría se ubicaron un conjunto de piezas que, si bien establecen continuaciones temáticas y formales con las películas más icónicas de Luis Ospina, ofrecen estructuras, imágenes y narrativas que trazan el nivel más radical y experimental de su carrera como cineasta.Contra- historiasEstas películas funden la dimensión social y el experimentalismo, desvelan que para Luis Ospina el hecho artístico era indisociable de una postura política. Sus riesgos formales, siempre encaminados a expandir los límites del lenguaje cinematográfico, son un reflejo de ese compromiso en un visible sentido de ciudad.Luis Ospina estudió cine en la Universidad del Sur de California (USC) y en la Universidad de California (Ucla). Formó parte del Grupo de Cali, movimiento que se destacó en varias artes en la década de 1970 y, entre otras actividades, fundó el Cine Club de Cali. El movimiento cinematográfico que se gestó allí fue conocido como Caliwood.
La obra póstuma del reconocido cineasta caleño Luis Ospina, titulada ‘El ojo del turista: XIII Piezas fáciles’, será presentada por primera vez en la Cinemateca de Bogotá, haciendo una retrospectiva completa a su obra fílmica, con la proyección de 30 largometrajes del fallecido director. Y, además, abre las puertas a una exposición sobre su vida y obra.Además de director, guionista y productor de cine, Ospina fue uno de los pioneros del movimiento Caliwood, junto sus amigos el escritor Andrés Caicedo y el también cineasta Carlos Mayolo. Ellos junto con Ramiro Arbeláez, fundaron la revista Ojo al Cine dejando así un patrimonio en el cine colombiano tras su muerte en 2019, cuando tenía 70 años.Entre 2014 y 2016, Luis Ospina y la artista Lina González realizaron varios viajes a Oriente recolectando varias imágenes de lo recorrido que dieron forma al filme inédito ‘El ojo del turista: XIII Piezas fáciles’, un producto sin duda alguna que navega entre el cine experimental y las artes plásticas, que según la reseña, “se apropia de la narrativa de los diarios de viaje e indaga en la conexión con el espacio y los dispositivos que se emplean en su registro”.“Un proyecto que, tras casi dos años del fallecimiento del realizador, desvía su mirada hacia nuevos formatos y disciplinas artísticas, integrando en su legado cinematográfico y en la construcción de su memoria una apuesta que extiende su interés por dispersar límites entre el cine y otros campos de la creación”, describe la Cinemateca.La película, producida por Lina González, se expondrá en el Taller de la Imagen, y estará disponible del 27 al 29 de abril de 10:00 a.m. a 6:00 p.m. Adicional, del 22 al 30 de abril se llevará a cabo el proyecto curatorial ‘Creer en lo no se ha revelado’, que incluye la obra completa de Ospina, que incluye largos que se mueven entre el registro documental, el ensayo y la ficción.ExposiciónEste homenaje a Luis Ospina incluye una ponencia que estará abierta del 22 de abril al 20 de mayo en la Calle Museo, que muestra una selección de un archivo que abarca cinco décadas y que evidencia un legado cultural. Un riguroso trabajo de intervención e investigación que contó con Ospina a la cabeza y Luisa Fernanda Ordóñez como archivista principal, realizado entre 2009 y 2013.Ello, gracias a la donación de ese archivo para formar parte de los Fondos y Colecciones de la Cinemateca de Bogotá. Y que estará asequible para consulta de visitantes, estudiantes, investigadores y amantes del cine en general.Este archivo que hará parte de la ponencia, comprende algunos horizontes conceptuales sobre la vida y obra del director caleño, teniendo en cuenta que Luis Ospina ha sido un de los objetos de estudio prevaleciente para críticos e investigadores del cine en Colombia hasta el día de hoy.“El equipo de trabajo que hizo parte del proceso de investigación ha abogado por ampliar, a través de un detallado método de clasificación y catalogación, las potencialidades discursivas del director. En este sentido, el énfasis del trabajo con el archivo ha girado en torno a la apuesta por una organización curatorial dentro del mismo, que responda al diálogo entre una cronología coherente, y una serie de ejes temáticos que la alimentan”, explica la Cinemateca.Para iniciar este ciclo de retrospectiva integral y obra inédita de Luis Ospina, la agenda iniciará este sábado 24 de abril con un conversatorio virtual: ‘Los dos cuerpos del cineasta: obras póstumas de Luis Ospina’, que se transmitirá a las 11:00 a.m. en las redes sociales de la Cinemateca de Bogotá.Este proyecto es producido por Bruna Cine y curado por Luis Esguerra Cifuentes y Mateo Suárez Castiblanco, y cuenta con el apoyo de la Beca de curaduría audiovisual para la Cinemateca de Bogotá 2020, otorgada por el Instituto Distrital de las Artes - Idartes.
Luis Ospina estudió cine en la Universidad del sur de California desde 1968 hasta el año siguiente, y luego sigue con sus estudios en la universidad de California desde 1969 hasta 1972. Cuando termina sus estudios y vuelve a Colombia, empieza a hacer parte de importantes comunidades del cine en su ciudad natal, como el cine club de Cali, del cual fue codirector, la revista ojo al cine y la cinemateca del Museo de Arte Moderno La tertulia en la capital del valle.Como experiencia en trabajos cinematográficos, ha sido coproductor de películas, como “Jackpot”, filme alemán hecho en Colombia en 1976, y largometrajes como “Carne de tu carne” de Carlos Maloyo en 1983 y “La mansión de Araucaína” en 1986. También ha trabajado en este mismo rol en cortometrajes como “Viene el hombre” (creación colectiva, 1973), “La hamaca” (Carlos Mayolo, 1975), “Sin telón” (Carlos Mayolo, 1975), “Cartagena: Festival de cine” (Luis Crump,1976), “La otra cara de La Moneda” (Eduardo Carvajal, 1976), “Atrapados” (Juan José Vejarano, 1987), “Valeria” (Oscar Campo, 1987), entre otros importantes proyectos.Ha participado en el campo educativo, pues fue profesor de varias universidades importantes en Colombia como la Universidad del Valle, que desde 1979 hasta 1980 ejerció la docencia en la carrera de cine. También, dictó el taller de documental en la Pontificia Universidad Javeriana desde 2001 hasta 2004, y en la Universidad de los Andes del 2003 al 2004.Su trabajo lo ha llevado a ganarse importantes premios como la medalla al mérito de las comunicaciones “Manuel Murillo Toro” en 1986, la medalla al Mérito Cultural en Cine, concedida en el Festival Internacional de Arte de Cali (2001) y el trofeo del II Festival de Cine y Video “Cinmilímetros” de Cali “por su valioso aporte al cine colombiano” (2001). En 2007 la Universidad del Valle le confiere el Grado Honoris Causa en Periodismo y Comunicación Social de la Universidad del Valle y en 2010 el Ministerio de Cultura le otorga el Premio “Toda una vida dedicada al cine” y el Festival InVitro Visual reconoce su aporte al cine colombiano con el Premio Santa Lucía.Gracias a todo esto, la Biblioteca Luis Ángel Arango, con la colaboración de colegas y amigos artistas del director, harán una conmemoración a Ospina desde el miércoles 11 de diciembre hasta el 13 de diciembre, presentando conversatorios acerca de su obra y la exhibición de algunas de sus películas. Se llevará acabo en el Museo de Arte Miguel Urritia (MAMO), ubicado en la calle 11 #4-21 en Bogotá. Para el miércoles, día de apertura, desde las 4 hasta las 5 de la tarde se realizará la conferencia “Luis, el memorioso. Una introducción a la obra del director caleño”, en donde se presentará el porqué Ospina es una pieza importante para poder entender el cine colombiano por los últimos 60 años. Será presentada por Pedro Adrián Zuluaga, comunicador social y mágister el Literatura.Este mismo día se presentará, desde las 5 hasta las 6 de la tarde, la conferencia “Una aproximación a Cali en tiempos de vanguardia”, el cual será conducido por Katia Gonzales Martínez, investigadora de arte colombiano y candidata a doctora en Historia del Arte de la UNAM. Así, para seguir con este homenaje, se presentarán varias de sus películas el viernes 13 de diciembre. Este será el itinerario para seguir: “Oiga vea” desde las 4:15pm hasta las 4:45pm, y “Un tigre de papel” desde las 2:00pm hasta las 3:45pm.
El pasado viernes 27 de septiembre falleció a sus 70 años el cineasta Luis Ospina, una triste pérdida para el cine colombiano y el mundo cinematográfico, que ha rendido homenaje a su figura y obra en los últimos días. Lea también: Homenaje a Luis Ospina, el último rebelde de CaliwoodPara conocer la importancia de Ospina en la historia del séptimo arte en el país, el reconocido crítico de cine Manuel Kalmanovitz hizo una selección de cinco películas imperdibles que dirigió el último rebelde de Caliwood y explicó el impacto del trabajo que este desarrolló en conjunto con otros artistas y amigos suyos, como Carlos Mayolo, Andrés Caicedo, Ramiro Arbeláez y Sandro Romero Rey.Agarrando pueblo (1978)Para Kalmanovitz, Agarrando pueblo fue una película “clarividente” frente al futuro del cine nacional. En ella destacan “muchas cosas importantes, una de esas es el sentido del humor y otra es la conciencia. Es la película que definió la palabra ‘pornomiseria’”, explica el experto.Según la sinopsis oficial hecha por el propio Ospina, disponible en su página web, “Agarrando pueblo fue concebida dentro de un proyecto de mayor envergadura llamado El corazón del cine, haciendo alusión a un texto de Vladimir Maiakovski. En El corazón del cine, la pregunta por el sentido del mismo se lleva a un nivel casi que ontológico: la influencia de la sociedad de consumo y la insólita permeabilidad del cine político frente a esta, concluyen en un llamado al orden, esto debe terminar”.Todo esto, explica Kalmanovitz, “es una actitud con la que convivimos hasta el día de hoy. Sí ha sido un problema social y político del cine colombiano que temáticamente hay una fijación con las víctimas y los pobres, pero también en ese intento de retratarlos muchas veces lo que se hace es explotarlo”.Pura sangre (1982)Esta cinta es una reinterpretación de Ospina de una película de vampiros y una de las pocas cintas argumentales que hizo, “algo que también tiene que ver con problemas de financiación (…) uno ve de dónde venía la estética y los intereses de él, que hace parte de Caliwood, este grupo bastante reducido de gente que eran muy cinéfilos indiscriminadamente”.Este grupo veía “tanto lo que consideramos alta cultura como también tenían una gran apreciación por el cine B, entonces esa fue otra fuente de interés para todo ese grupo y para Luis Ospina en particular”, señala Kalmanovitz.La película presenta la historia de Roberto Hurtado, un anciano magnate azucarero, regresa a Cali después de hacerse un examen médico en los Estados Unidos. Lo acompañan en el avión privado su hijo Adolfo y el médico norteamericano Hughes. Este último le revela a Adolfo que su padre padece de una extraña enfermedad que exige transfusiones masivas de sangre de niños o adolescentes del mismo sexo. Dicha enfermedad ha convertido a Roberto Hurtado en un inválido de aspecto monstruoso. Vive aislado del mundo en un penthouse, desde donde controla su imperio económico. Su única comunicación con el mundo exterior es por medio de un circuito cerrado de televisión, según la sinopsis oficial.Todo comenzó por el fin (2016)Esta película es, básicamente, “un recuento de su vida”, un autorretrato del Grupo de Cali.Kalmanovitz explica que en la cinta se ve el gran peso de Andrés Caicedo “para toda esa generación (del llamado Caliwood)” y a la vez es “un gran documento de cómo esta generación existía. Un retrato de una forma de ser hombre y de la época que atravesó el país”.Todo comenzó por el fin es el autorretrato del Grupo de Cali, también conocido como Caliwood, un grupo de cinéfilos, que en medio de la rumba desenfrenada y del caos histórico de los años 70s y 80s, lograron producir un conjunto de obras cinematográficas que ya son parte fundamental de la historia del cine colombiano. A su vez, es la historia clínica del propio realizador, quien se enfermó gravemente durante la producción del film. Es el relato de un sobreviviente.La desazón suprema (2003)Una de las ideas recurrentes de Ospina fue ver y retratar al cine como algo que ayuda a conectarse a la gente. Así lo ve Kalmanovitz al analizar las cintas La desazón suprema y Nuestra película.“Tanto Lorenzo Jaramillo como Vallejo eran cinéfilos (igual que Ospina), por lo que es un tema recurrente en su obra y vida; era un tipo que se la pasaba viendo cine y era uno de sus temas, el cine como lubricante social y une gente”, explica.En La desazón suprema: retrato incesante de Fernando Vallejo Ospina realiza un documental sobre el escritor colombiano Fernando Vallejo. Como señala una reseña compartida en su página web, la cinta sigue “una estructura literaria y una intensa intertextualidad con obras de Vallejo y otros escritores”, constando de un prólogo con epígrafe y nueve capítulos (también con epígrafe cada uno) alrededor de diferentes episodios de la vida del escritor.Nuestra película (1992)Para esta película, Ospina entrevistó al pintor Lorenzo Jaramillo poco antes de morir. “El resultado no es un documental más sobre la vida y obra de un pintor sino una pequeña obra maestra del video”, como explica una crítica que el propio Ospina comparte en su web.
El cine colombiano está de luto. Al mediodía de este viernes en un hospital de Bogotá falleció a los 70 años de edad el director, guionista y productor de cine caleño Luis Ospina, una de las mentes más influyentes del séptimo arte en nuestro país.Nacido en la ciudad de Cali el 14 de junio de 1949, Ospina estudió cine en la Universidad del Sur de California USC y en la Universidad de California UCLA a principios de los 70.Junto a Andrés Caicedo, Carlos Mayolo y Ramiro Arbeláez, fue fundador de la revista Ojo al Cine y el Grupo de Cali, esa banda de jóvenes que en los años setenta se dedicaron a filmar la ciudad que los rodeó, que los llenó de ideas, pero que se los tragó vivos. Caliwood se quedó sin sus rebeldes. Lea también: Arte y pintura: la voz del fallecido Rodrigo ObregónEn este homenaje, HJCK recupera archivos con la voz de Luis Ospina, sus ideas, opiniones del cine e incluso un secreto íntimo de la obra de su amigo Andrés Caicedo, específicamente, frente al origen del título del cuento Calibanismo.En el año 2016, recién estrenada su película autobiográfica Todo comenzó por el fin, Ospina se aventuró a dar diez consejos imprescindibles sobre cómo hacer películas.En otro audio recuperado del archivo HJCK, en noviembre del año 2009 Ospina habló largo y tendido sobre su primer acercamiento al cine, además de reflexionar sobre las temáticas de sus principales obras y su encanto por el “mal cine”. Le puede interesar: Semana del Fanzine en la Biblioteca NacionalAl final de su vida, desde hace tres años, Ospina volcó en el cine revelaciones sobre su propia vida y el padecimiento que finalmente le quitó la vida, algo que se retrata en su filme Todo comenzó por el fin, que es precisamente una de las últimas reflexiones que compartió con el público, en un breve post en Facebook apenas hace un par de días, donde anunciaba de manera premonitoria que vivía una suerte de remake de su película que no le deseaba a nadie.
Este viernes falleció el director y productor de cine caleño Luis Ospina, reconocido por cintas como Todo comenzó por el fin, Pura Sangre, Soplo de vida, entre otras.Según fuentes cercanas al cineasta, y una publicación reciente que él mismo hizo en su página de Facebook, Ospina padeció otra vez los golpes de un cáncer, por lo que permanecía internado en un hospital.Este viernes falleció el director y productor de cine caleño Luis Ospina, reconocido por cintas como Todo comenzó por el fin, Pura Sangre, Soplo de vida, entre otras.Según fuentes cercanas al cineasta, y una publicación reciente que él mismo hizo en su página de Facebook, Ospina padeció otra vez los golpes de un cáncer, por lo que permanecía internado en un hospital.Esa enfermedad Ospina la retrató en la película Todo comenzó por el fin, un documental que no solo narra su vida, sino que es un recorrido por la escena artística de Cali a mediados de la década de 1980. Lea también: Arte y pintura: la voz del fallecido Rodrigo ObregónEl Archivo HJCK recupera la voz de Luis Ospina, quien el 4 de noviembre de 2009 habló sobre sus primeros acercamientos al cine, antes siquiera pensar en hacer su primera película, Vía Cerrada, del año 1964.
En Los últimos sufrimientos del Salvador (compuesta por Carl Philipp Emanuel Bach entre 1769 y 1770), se concentran, por así decirlo, los principios compositivos más esenciales y se ofrece una visión profunda del pensamiento de Bach sobre una nueva música que debe ser, sobre todo, un lenguaje del sentimiento.Un solo coral y seis arias contrastan con once recitativos acompañados, algunos de los cuales conducen directamente a ariosos, como por ejemplo, en las secciones donde se representa la traición de Judas Iscariote (Den Menschenfreund willst du verrathen).💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.O donde el silencio de Cristo ante Pilato se convierte en realidad en un silencio musical (Und doch, welch Beyspiel der Geduld); y finalmente, donde una sola palabra (muere) acompañada de un pizzicato en el bajo es suficiente para marcar la muerte del Salvador.En Música Antigua y del Barroco escucharemos la versión de la Cantata 'Die letzten Leiden des Erlösers' (Los últimos sufrimientos del Salvador), Wq 233, de Carl Philipp Emanuel Bach, que nos ofrecen Barbara Schlick y Greta de Reyghere, sopranos; Catherine Patriasz, contralto; Christoph Pregardien, tenor; Max van Egmond, bajo; el Collegium Vocale Gent y La Petite Band bajo la dirección de Sigiswald Kuijken.Esta obra será presentada en la nueva edición de Música Antigua y de Barroco, el próximo viernes santo (29 de marzo) a las 9:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.
El viernes de Semana Santa se lleva a cabo una de las conmemoraciones más representativas y profundas del cristianismo, en la que se recuerda la crucifixión y muerte de Jesús de Nazaret.Las Lamentaciones de Semana Santa forman parte de una tradición que tiene fuertes raíces en la música sacra desde el siglo XV: antes de Joseph Hector Fiocco, el mismo tema había sido planteado por Orlando di Lasso, Carissimi, Alessandro Scarlatti, Charpentier, François Couperin, por citar sólo los más conocidos. Después de Fiocco, el último en el orden cronológico fue Igor Stravinsky con Threni en 1958.Para la Semana Santa, la liturgia pedía lecturas cantadas de piezas extraídas de las Lamentaciones del profeta Jeremías; que en el ámbito de la cultura francesa tomaron el nombre de "Leçons des Ténèbres" (Lecturas de las tinieblas), pues con cada verso se apagaba una vela hasta que finalmente la iglesia quedaba en total oscuridad, representando el descenso temporal de Cristo al inframundo.Otra de las muchas obras que han sido compuestas para dicha conmemoración y que ha sido poco difundida es la Passio per il Venerdì Santo (Pasión para el Viernes Santo) de Giuseppe Giordani o Giordaniello, compositor italiano quien nació en Nápoles el 19 de diciembre de 1751 y falleció en Fermo el 4 de enero de 1798. 💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.Giordani estudió música con Domenico Cimarosa y Niccolò Antonio Zingarelli, y en 1774 fue nombrado director de música de la capilla de la catedral de Nápoles. En 1776 escribió su Passio per il Venerdì Santo, y su primera ópera (L'Epponina) fue lanzada en 1779.Y finalmente en esta edición del Concierto de la Tarde escucharemos la primera lección de las Lamentaciones que compuso Estêvao de Brito, el compositor portugués que vivió entre los años 1575 y 1641.Si bien la polifonía floreció más tarde en Portugal que en la mayoría de los demás países europeos, las Lamentaciones de De Brito deben mucho a los antecedentes españoles, al tiempo que llevan al límite ciertos aspectos del estilo del Renacimiento tardío, como gran parte de la música portuguesa de principios del siglo XVII.Todas estas obras serán transmitidas el viernes santo (29 de marzo) a las 3:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.
La Misa de Réquiem de Giuseppe Verdi, una obra monumental en el repertorio de la música clásica, es una expresión inigualable de emoción, drama y grandeza. Compuesta en memoria del escritor y poeta italiano Alessandro Manzoni, Verdi creó una obra que trasciende los límites litúrgicos y se convierte en una experiencia musical y espiritual profundamente conmovedora.Verdi comenzó a concebir su Réquiem en 1868, cuando Manzoni falleció, pero no fue hasta 1873 que completó la obra. Aunque Verdi era conocido principalmente por sus óperas, su incursión en la música sacra con esta obra resultó ser igualmente impresionante. La Misa de Réquiem no es una composición litúrgica convencional, sino más bien una visión personal de Verdi sobre el texto latino tradicional, que abarca una amplia gama de emociones humanas, desde la angustia hasta la esperanza.La Misa de Réquiem de Verdi consta de siete secciones principales: el "Requiem" (Requiem aeternam), el "Dies Irae", el "Offertorio", el "Sanctus", el "Agnus Dei", el "Lux aeterna" y el "Libera me". Cada sección está marcada por una intensidad dramática excepcional y una variedad de recursos musicales que muestran la habilidad de Verdi para crear tensión y emoción.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.El "Dies Irae", en particular, es una de las secciones más impactantes de la obra, con sus tumultuosos coros y orquestación apasionada que retratan el juicio final y la ira divina de manera vívida y dramática. Contrastando con esto, el "Lux aeterna" ofrece un momento de paz y serenidad, con su hermosa melodía y armonías celestiales.Verdi demostró una maestría excepcional en la escritura coral y orquestal en esta obra, utilizando técnicas innovadoras para crear una atmósfera de intensidad emocional y espiritual. Su capacidad para combinar elementos operísticos con la solemnidad de la música sacra resultó en una obra que trasciende los límites del género y continúa cautivando al público hasta el día de hoy.El legado de la Misa de Réquiem de Verdi perdura a través de su influencia en generaciones posteriores de compositores y su impacto duradero en el repertorio de conciertos. Su habilidad para capturar la profundidad de la experiencia humana y elevarla a un plano espiritual lo convierte en uno de los trabajos más significativos en el canon de la música clásica.La Misa de Réquiem de Giuseppe Verdi es una obra monumental que combina la grandeza operística con la devoción sacra de una manera única y conmovedora. A través de su música poderosa y emotiva, Verdi nos lleva en un viaje espiritual que nos confronta con nuestras propias emociones y nos recuerda la fragilidad y la trascendencia de la vida humana. Su legado perdura como un testimonio eterno de la capacidad de la música para elevar el alma y trascender las barreras del tiempo y del espacio.Podrá escuchar esta obra maravillosa en la edición especial de nuestro Concierto de la Tarde, hoy jueves santo. Esta versión estará interpretada por Katia Ricciarelli, Shirley Verrett, Plácido Domingo, Nicolai Ghiaurov, Orquesta y Coro del Teatro alla Scala bajo la dirección de Claudio Abbado y estará al aire a las 3:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.
Como parte de su segundo ciclo de cantatas, en 1724, en Leipzig, el alemán Johann Sebastian Bach compuso Herr Jesu Christ, du höchstes Gut, una cantata sacra, específicamente una cantata de iglesia, conocida en español como Señor Jesucristo, oh bien supremo.Bach, uno de los compositores más importantes del período barroco, compuso esta obra religiosa durante su primer año como Thomaskantor en Leipzig, donde fue responsable de la música en las principales iglesias de la ciudad. Para poner en contexto, Thomaskantor ó "Kantor de Santo Tomás" fue el título honorífico y cargo que tuvo el compositor alemán entre 1723 y 1750.Durante esos años, Bach fue el encargado de la educación musical y la dirección de la música en las principales iglesias de la ciudad de Leipzig, especialmente en las de Santo Tomás y en San Nicolás. Este cargo musical durante la labor de Bach fue considerado uno de los más respetados e influyentes de la Alemania protestante, participando no solo en actos religiosos y académicos, sino también en elecciones del concejo municipal y homenajes de la ciudad.“Señor Jesucristo, oh bien supremo” es una cantata de iglesia que incluye movimientos de coral, arias solistas y recitativos con un movimiento final de coral. La obra está escrita para voz solista (soprano), un coro de cuatro partes (SATB), y un conjunto instrumental que suele incluir cuerdas y continuo (órgano u otros instrumentos de bajo).Pese a que se desconoce la autoría del texto de la cantata, se sabe que está basado en el himno en el himno del mismo nombre (Herr Jesu Christ, du höchstes Gut), del poeta y teólogo Bartholomäus Ringwaldt.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.El himno original tiene un carácter de oración penitencial y de súplica a Cristo. En el mismo sentido, la cantata, en su conjunto, reflexiona sobre la relación de los devotos con Cristo, expresando arrepentimiento, confianza y gratitud por la misericordia divina.Algunas grabaciones notables de esta cantata incluyen las realizadas por John Eliot Gardiner con el grupo Solistas Barrocos Ingleses y el Coro Monteverdi, y la grabación de Karl Richter con la Orquesta Bach de Múnich.En la HJCK podrá escuchar esta obra sacra interpretada por Kurt Equiluz (tenor), Max van Egmond (bajo), el Coro de Niños de Hannover, el Collegium Vocale de Gent y el Leonhardt Consort bajo la dirección de Gustav Leonhardt🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
La muestra exhibirá desde retratos del siglo XVI realizados por Hans Holbein el Joven a fotografías contemporáneas de Hiroshi Sugimoto o los trajes utilizados en el popular musical 'SIX', en la primera exhibición histórica desde la reapertura de la galería de arte londinense el año pasado.Así, recogerá más de 140 trabajos con referencias a las vidas de Catalina de Aragón, Ana Bolena, Juana Seymour, Aaa de Cléveris, Catalina Howard y Catalina Parr, incluidas pinturas, dibujos, libros, fotografías o trajes, algunos nunca vistos antes.Con las diferentes obras que hablan de las seis esposas del Tudor, la National Portrait Gallery pretende "poner el foco narrativo en estas mujeres extraordinarias y no en su tristemente célebre marido", como se recoge en la nota de prensa.El objetivo es que el público aprenda sobre las relaciones de las distintas reinas con la corte y con el rey, además de sobre sus intereses, su ideología o sus creencias y valores, entre otros aspectos de sus vidas.Entre los trabajos destacados que se expondrán se encuentra un retrato de Ana de Cléveris pintado por Edgar Degas, la caja con las herramientas de escritura de Catalina de Aragón o el libro de horas de Ana Bolena.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.Estas obras de la época interactúan con otras posteriores, que mostrarán cómo la cultura popular ha reinterpretado y representado a las seis mujeres, recordadas por el momento de su muerte y no por sus vidas —en inglés, existe la rima 'Divorced, beheaded, died / Divorced, beheaded, survived' ('Divorciada, decapitada, muerta / Divorciada, decapitada, superviviente')—.Como dijo el director de la National Portrait Gallery, Nicholas Cullinan, la muestra espera "generar la empatía" de los asistentes.Y también pretende "recordarnos que debemos reflexionar sobre las historias que construimos colectivamente y la facilidad con la que podemos terminar definiendo a las personas por un único momento de sus vidas", destacó.La exposición, acompañada de la publicación de un libro del mismo título escrito por la comisaria, Charlotte Bolland, permanecerá abierta durante los meses de verano hasta el 8 de septiembre.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.