Emily Dickinson dedicó parte de su vida a clasificar y coleccionar flores, las dividía en tipos y colores, guardaba muestras en su jardín. Ese lugar que sería material y combustible para su escritura de diferentes formas: primero, de cerca con la capacidad del tacto y luego a lo lejos, desde la mirada en la ventana. Podríamos decir que la poesía de Dickinson es un jardín con todo tipo de flores, algunas que mueren lentamente y otras que reviven cada tanto de formas monstruosas y bellas.Tania Ganitsky es una escritora, poeta y traductora colombiana. Realizó el pregrado de Estudios Literarios en la Universidad Javeriana y estudió una maestría de Literatura y Filosofía en la Universidad de los Andes. A los 12 años decidió encaminarse por la poesía y en el 2006 ganó el Concurso Nacional de Poesía de la Universidad Externado de Colombia por su colección de poemas El don del desierto. En el año 2014 recibió la mención a mejor obra inédita del Premio Nacional de Poesía por su primer libro Dos cuerpos menos.Ganitsky comenzó su investigación acerca de la escritura de Dickinson como una exploración de lo incompleto en su forma de escribir, esto resultó en un libro publicado por la editorial Planeta en el que hace un trabajo de excavación en lo profundo de la poesía como trabajando un jardín.“Emily Dickinson y lo incompleto” es una conversación entre ambas, usted y la poeta, ¿cómo fue el primer encuentro que tuvo con Dickinson?La primera vez que leí a Dickinson tenía 17 años, vivía en Bogotá y mi mamá (que vivía en Estados Unidos) me mandó de regalo la obra completa de Dickinson. Ese fue mi primer acercamiento a su poesía, en ese libro hay 1800 poemas que tenían palabras muy complejas. A veces la poesía es difícil de leer cuando no estamos muy acostumbrados y Dickinson no es muy narrativa en sus poemas, entonces había muchas cosas que no entendía, pero me encantaban las imágenes, la oscuridad, las emociones y sensaciones que me hacía tener. Estas fueron unas primeras lecturas, no muy lúcidas, pero muy emocionales.¿Cuál es la diferencia de leer la poesía de Dickinson por deseo a tener que explorarla de una forma casi que arqueológica para rastrear sus disparadores poéticos o los porqués de la puesta en forma de sus textos?En el libro lo que hago es desmenuzar los poemas y creo que eso me salva de hacer algo que podría ser tedioso o demasiado racional con sus poemas. Lo que a mí me impresiona de Dickinson es como era de experimental y de contemporánea en el siglo XIX, revisar esas prácticas de escritura tan vanguardistas me da mucho placer, cada vez me maravilla más y no implica agotar el poema en sí.Este trabajo ha sido una traducción analítica de los poemas inéditos de Emily Dickinson, ¿cómo surgió la idea de investigar su poesía hasta el punto de analizarla y explicarla a otros?Yo hice un doctorado acerca de lo incompleto en la literatura, ahí estudié a Dickinson y sus propias formas, las prácticas escriturales eran muy resistentes a la industria literaria y a la forma de editar poesía en el siglo XIX. En los últimos años he dado la cátedra de Dickinson en la Universidad de Los Andes y en la Pontificia Universidad Javeriana, allí empezamos a explorar esas formas con mis estudiantes, también estudiamos las formas estructurales de publicar poesía.Después, Alejandra Algorta, editora de Cardumen, comenzó a editar en Planeta y me propuso hacer un libro sobre Dickinson para la editorial y esa fue la oportunidad de publicar esos fragmentos con una editora con la que ya había trabajado, que me dejó ser y me orientó; así que coincidió todo para que juntas pensáramos cómo podíamos darle vida a esos poemas que no estaban listos para ser publicados en formato de libro en el siglo XIX.💬 Únase a nuestro canal de Whatsapp aquí. ¿Cree que hay algún riesgo en este tipo de escritura que no se enmarca completamente en ningún género literario?. Sí, uno se arriesga a que no pueda circular, se arriesga a que no sea económicamente viable para algunas editoriales. Dickinson asumió ese reto y fue más importante escribir como ella quería escribir que conformar unos estándares de lectura y de publicación en su tiempo. Creo que hoy en día también es un reto, pero las editoriales están más abiertas a lo híbrido, este ensayo es una mezcla entre la crítica, la poesía, la traducción y la autobiografía y finalmente hubo un lugar para él.De ahí también me gustaría saber cómo la poesía deja huellas, porque al fin y al cabo lo que parece que sigue usted en el libro son las migas de Dickinson. ¿Usted como poeta, cómo entiende ese rastro?Dejar huella es dejar un vacío que a veces está antes pero que también puede estar después. La literatura son huellas que uno sigue, no solo que uno deja atrás y también es distinta la reacción si uno lee o escribe. Como escritora, yo puedo aprender de Dickinson a generar nuevas formas de silencio, de pausas, de crear el ritmo, como poeta ella me enseñó a relacionarme con los espacios que deja en medio de las palabras, a aprovechar la ambigüedad poética de las palabras. En las lectoras se relaciona con que también hemos sentido lo que ellas han escrito, eso valida las formas de sentir que nos habían atravesado, pero en las que no nos habíamos detenido por incapturables lingüísticamente.Lo lindo de la poesía, en general, es que uno atrapa cosas que ha vivido, las explora y les da más existencia porque las miras mejor y las exploras mejor. Una vez lees o escribes sobre esa experiencia se amplifica y se potencia.Me gustaría que habláramos acerca de una frase que menciona en el libro, "el lenguaje como arma letal", ¿cómo lo interpreta, ¿qué significa eso que podemos leer en muchas partes, pero no sabemos bien a qué se refiere y cómo cree que Dickinson lo aplicó en su escritura?Hay un poema de Dickinson muy violento en el que dice que las palabras son espadas que se pueden clavar en la persona que lee y creo que eso es de doble sentido porque a veces el lenguaje puede ser muy hiriente y a veces uno puede lastimar a las personas con las palabras, pero hay otra forma de compartir unas heridas que es a lo que se refiere la poeta cuando dice que las palabras son espadas. También verlas como armas letales me hace pensar en cambios sociales más grandes y yo pienso que hay algo social en esto, es permitirnos relacionarnos de una manera mucho más íntima con las otras personas desde lo afectivo y desde un pensamiento mucho más sintiente.Hay una palabraque lleva una espadapuede atravesar a un hombre armado –arroja sus barbadas sílabasy enmudece de nuevo –pero donde cayólos que se salvan diránen un patriótico díaque algún hermano con charreterasentregó su alma.(“Palabras como espadas, de Emily Dickinson)La voz poética es algo de lo que también se habla en el libro, ¿cuándo saber que existe una voz poética y cuándo sabemos que vale la pena de llevarla al plano de la escritura?La voz poética en literatura es la manera en que tú llamas la persona que narra el poema, entonces siempre existirá la voz poética. Muchas veces asumimos que esa voz coincide con la persona que escribe el poema porque también estamos acostumbradas a pensar que el poema no es ficción.Pero Dickinson, por ejemplo, tiene una tendencia a ficcionalizar en el poema. Una vez le escribió una carta a alguien y dice "cuando hablo de mí en el poema, no estoy hablando de mí sino del representante del verso", entonces es una voz poética ficcional, trabajada y el poema es un objeto estético, la manera en que eso se relaciona con la biografía de la autora, no está dada.La voz y la parte corpórea en el poema hace que la escritura no sea algo solo mental sino algo físico, eso que está escrito también tiene que ver con el cuerpo, tanto en su proceso de haber sido escrito como en lo que está hablando. Por ejemplo, Dickinson habla mucho de la voz y por ende del dolor físico que hace que se le vaya la voz y tenga que escribir a esquirlas de sonido y silencio justamente por el dolor de la voz.La escritura de Dickinson fue corregida por no tener la forma "correcta", hablemos del "desorden" de la escritura y por qué es fundamental para escribir poesía.Si hablamos de escribir una idea o un sentimiento Dickinson lo refleja muy bien en sus prácticas de escritura (que es lo que exploro en el libro) porque muchas veces escribe un poema y duda en qué palabra dejar, entonces ella lo que hace es no escoger una palabra final, sino que deja la opción para usar cualquiera.Los editores estaban acostumbrados a recibir poemas en una sola línea y sin notas al pie, bajo ese concepto de la versión final encontraron que Dickinson no las hacía y decidieron por ella, elegían la palabra que más sentido tenía para ellos en vez de pensar que les estaban proponiendo una forma nueva de leer. Eso fue muy innovador, pero se consideró una debilidad, pensando en que dudaba y no era capaz de tomar las decisiones finales.En mi caso, soy muy ordenada y sí uso las versiones finales, busco la palabra que quede más acorde a lo que estoy escribiendo. Organizo todos mis poemas en cuadernos y los transcribo juiciosamente, luego empiezo a buscar para armar un libro. Siento que hoy no es viable como poeta dejar cosas regadas porque ahora es muy chévere hacer libros, si a Dickinson le hubieran tocado nuestros editores de hoy tal vez habría querido hacer un libro porque no le habrían corregido su estilo y habrían entendido su forma de escritura. Aunque uno haga algo que se puede ver desordenado, entra perfectamente en el proyecto de libro. Se naturaliza el desorden en cuanto tengas alguien que te lo acolite.Tenemos mucho que aprender del desorden de Dickinson, nosotros no aprendimos que la poesía podía tener esas posibilidades porque estuvimos leyendo libros editados de una manera muy tradicional, pero creo que las generaciones que vienen sí tendrán acceso al desorden de una manera muy visible que potencia las formas de escribir y de leer.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"Y te da una idea sobre los temas psicológicos de lo que sucede en un país", añade Vélez, quien explica que la represión en el país sudamericano formó parte de su familia y su infancia de manera indirecta, pues muchos intelectuales y artistas que habían llegado a España huyendo de Argentina acudían al programa literario 'Encuentros con las letras', dirigido por su padre Carlos Vélez.La autora de 'Nuestra casa en el árbol' y 'El jardín de la memoria' quería escribir en esta ocasión sobre una chica joven, una periodista que descubre que no es hija de quien cree y a demás se da cuenta de que su padre es un secuestrador.Esa historia cobró fuerza al leer un artículo sobre un miembro de Montoneros - la organización guerrillera peronista surgida en la década de 1970 - secuestrado y llevado a la Escuela de Mecánica de la Armada, el más grande centro clandestino de detención y tortura de la dictadura argentina, donde le obligaron a falsificar para que los militares se hicieran con las propiedades de los detenidos.Una novela "difícil"Las vivencias aparentemente dormidas en sus “repisas mentales” se materializaron en 1998 cuando comienza el borrador de lo que sería 'La hija de Gardel'.“Ahora parece que la novela está ambientada en esa fecha, pero en realidad refleja aquella época en España”, señala, marcada por los juicios en la Audiencia Nacional de los acusados de la represión, los testimonios de las víctimas y las declaraciones en la prensa."Esta es una novela difícil", afirma la escritora, por el tema que trata y lo complejo que resulta publicar sobre asuntos difíciles, lo que hizo que regresara varias veces al borrador del libro y lo enriqueciera con el paso de los años y una profunda investigación acerca de los desaparecidos, las torturas, los vuelos de la muerte, los asesinatos y las adopciones ilegales.La búsqueda de la verdad y la identidadLa novela, editada bajo el sello Contraluz, tiene estilo cinematográfico y un lenguaje directo, despojado de adornos, en el que su autora combina la destreza literaria con su formación como periodista y guionista.Ana, una de las protagonistas, representa una versión joven de la escritora, "obsesionada por la verdad, la veracidad y la objetividad”, y desde esa visión Vélez crea su novela, con saltos temporales que se convierten en metáforas del sentir de sus propios personajes, atormentados por la culpa y el silencio.Para la escritora española su apuesta es atrevida al abordar la represión en Argentina, un tema que en teoría le es ajeno, pero que, desde el lenguaje periodístico y el cine, es capaz de contar y de sumergir al lector en un pasado doloroso."En una historia que va más allá de un contexto geográfico, de una concepción preestablecida del bien y el mal y en la que nadie es quien dice ser", añade.En las 272 páginas de 'La hija de Gardel' cada personaje busca su propia identidad, que forma parte también de la identidad de un país, y en ese tránsito literario, sin juzgar y emitir valoraciones morales, la autora también reflexiona en qué nos hace ser como somos.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El novelista expresó este lunes su preocupación por el crecimiento del populismo de extrema derecha en muchos países y en Alemania, en concreto, atribuyéndolo, en parte, a que "no nos contamos las historias que deberíamos, tanto en redes sociales como en general", según dijo en conferencia de prensa telemática desde su estudio de Bremen (Alemania)."La gente -prosiguió,- sólo ve lo negativo que hay en el mundo y en los demás, por lo que, cuando contamos historias, debemos explicar las cosas positivas, hablar de lo que nos une".Al final, argumentó que "los seres humanos somos todos similares: queremos vivir en paz, tener una buena vida, reírnos con los amigos, estar bien y que nos quieran un poco. Lo importante al escribir es el potencial positivo de las personas y mis libros hablan de ello, sean un drama o una comedia".En este caso la obra descubre a los lectores la relación entre su padre y su madre, un judío vienés, cuya familia pereció en el Holocausto, y una joven viuda de Bremen, que se llevaban 21 años, y que se conocieron en una heladería de esta ciudad cuando él trabajaba de marino mercante y ella ya tenía una pequeña hija.La fuerza del amorSin ninguna intención de idealizar ese romance, llevaba una docena de años pensando en que debía contarlo por "la fuerza y la resiliencia de ambos, porque es la historia de dos personas normales, aunque con aspecto de héroes de la vida cotidiana, demostrar cuánta fuerza se puede sacar del amor".Los dos, Joschi y Waltraut, "estaban muy traumatizados por los sucesos de su vida, puesto que mi padre tuvo que huir de la Viena de 1938 por el Holocausto y pudo emigrar a lo que entonces era Palestina, mientras que mi madre enviudó con apenas veinte años y se convirtió en madre soltera".David Safier resaltó que su padre, con problemas de alcoholismo, "se enamoró de mi madre y lo hizo de tal manera que decidió volver al país de los perpetuadores, a la Alemania de después del Holocausto, sólo por ese amor tan grande"."Mi madre se enamoró de un hombre 21 años mayor y judío. Lo que les unía era que ambos eran muy inusuales, muy locos, no seguían un camino recto, ni luego tampoco lo harían", dijo.Aunque él aparece en la obra tangencialmente, reconoce que la manera de ser de los dos, así como los traumas que sufrieron, le influenciaron a la hora de convertirse en autor."Si solo escribiera del amor, sería hipócrita y yo lo que quiero es que la novela sea auténtica, verdadera. En Alemania, han dicho, además, que utilizo un tono de ternura y es así, no tengo rencor, tengo empatía y una comprensión total hacia ellos". Pagar un precioTampoco obvia que para llevar adelante la relación "pagaron un precio (...). Mi madre le dijo a mi padre que sólo tendría un hijo con él si dejaba de beber y ella acabó rompiendo con su familia para poder estar juntos"."Para mi padre, esa relación fue una nueva oportunidad en su vida, cuando ya contaba con cincuenta años, supuso abrir un camino y fue una gran suerte. Para mi madre, no tanto", manifestó el escritor.Como es habitual en sus títulos, el humor está presente en esta novela, de la que cree que será difícil que llegue a la gran pantalla, como conocedor de este mundo tras años como guionista, porque "es demasiado cara de realizar, recorre ochenta años y todo el mundo".Pero sí llegará a los escenarios teatrales en 2025 en Bremen, su ciudad natal. "Les costó convencerme, pero (...)vi que querían relatar lo mismo que yo explico en la novela, con lo que tengo confianza en ellos", concluyó Safier.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Esta cita "refuerza el compromiso de estrechar también nuestras relaciones en el campo de la cultura, la literatura, el audiovisual y los intercambios musicales", afirmó la ministra de Cultura de Brasil, Margareth Menezes, quien encabeza la delegación de ese país a la feria.La inauguración de la principal cita literaria de la isla, realizada en la fortaleza histórica de La Cabaña, contó con la presencia del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y otras autoridades de ambos países.En ese encuentro, Menezes, quien es una afamada cantante brasileña, insistió en que la cita se enmarca dentro de la "reactivación" de las relaciones con Cuba, impulsada con el tercer y actual mandato del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. "La potencia de este encuentro materializa esta gran oportunidad del fortalecer los intercambios desde la cultura", agregó Menezes.El gigante suramericano, histórico aliado de La Habana con las anteriores presidencias de Lula y Dilma Rousseff, traerá cerca de 6.000 volúmenes editados en español a la Feria de La Habana. El país fue invitado de honor a este evento literario en 2005.El programa artístico incluye la participación de una veintena de autores brasileños -entre ellos Frei Betto-, el estreno de 7 películas, así como una amplia programación musical.El mayor evento literarioLa Feria del Libro 2024 se dedicará a la investigadora e intelectual cubana Isabel Monal y al escritor y profesor Francisco López Sacha.El programa incluye otras manifestaciones culturales como la música, las artes escénicas y plásticas, y por primera vez se desplazará a varios barrios habaneros, indicó el presidente del Instituto Cubano del Libro y del comité organizador, Juan Rodríguez.Con la temática ´Leer es construir identidad´, la Feria cubana se enfocará en promover la lectura para "la formación de la conciencia individual y colectiva, y la búsqueda del pensamiento crítico", anunció.Luego de su etapa habanera, la fiesta literaria recorrerá la región occidental de la isla -del 28 de febrero al 3 de marzo-, estará en el centro del 6 al 10 de marzo y finalizará en las provincias orientales del 13 al 17 de marzo.Se espera la venta y exposición de 3 millones de libros impresos y 2.000 digitales.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
En una entrevista con EFE, el escritor se define como “muy aficionado” a la mitología, por lo que fusionó la griega con la mexicana en una obra que retrata “amores desgraciados” desde un tono “bastante violento”.Soler, hijo de exiliados catalanes que reside en Barcelona (España), narra el romance entre Artemisa, una mujer bella y poderosa cuyas historias de amor están destinadas al fracaso y un toro blanco surgido de un lago.Esta aventura se entremezcla con las relaciones anteriores -y futuras- de Artemisa, así como con la vida en el ficticio pueblo de Los Abismos, donde se desarrolla la acción, y con el devenir de Wenceslao, amigo inseparable de la protagonista y reconocido inventor homosexual.Los "anclajes" mitológicos Soler actualiza el mito del rey Minos, cuya esposa se enamoró de un toro blanco fruto de un castigo de Poseidón, para relatar la historia de amor de Artemisa. Para él, hay una relación “platónica” entre la protagonista y el animal: “Lo que está contando Platón es el momento en el que Zeus nos corta a todos por la mitad y sale un hombre y una mujer y nos deja en busca de esa parte que nos quitó. El toro y Artemisa pueden ser eso”.Por otra parte, la mujer que cría a Artemisa en ausencia de su madre, Rosamunda, es el "anclaje" que la liga con el mundo prehispánico, muy presente pese a ser hija de un matrimonio griego: “Ella es la que provoca esta identificación con la diosa Xilonen. De pronto, se convierte en la diosa de los dos mundos”. “En los mitos están todos los miedos, todos los anhelos y deseos, toda la violencia de la especie”, opina.Los amores "desgraciados"“Creo que son más interesantes las historias de amor desgraciadas. Las felices, pues le importan a la pareja, ¿pero qué contarás de una pareja feliz?”, se pregunta el autor. También habla de los enamoramientos con “una fuerza de la naturaleza” de manera literal o encarnada en personas como Artemisa, así como de los romances de su pasado y su futuro, entre los que destaca Teodorico, hijo de campesinos “que ha dedicado su vida a escapar de esa condición”.Además, Soler apunta al amor "desgarrador" como el vehículo para abordar un asunto polémico. “Artemisa es una mujer bellísima decidida a utilizar su belleza para abrirse paso. La historia del mundo está llena de mujeres que han conseguido cosas insólitas a partir de su belleza. Esto ya no se puede decir en el siglo XXI, por eso yo no solo lo digo, lo he escrito en una novela”, remacha.La violencia "desaforada"‘En el reino del toro sagrado’, la violencia “desaforada” es clave, aunque Soler reconoce las dificultades que tuvo para encontrar el tono adecuado. “No quería que fuera una novela solo violenta y me preocupé por contrapesarla mucho con zonas de humor”, explica.Esto le permitió integrarla como un “elemento más” de la historia, una violencia que las personas llevan “con naturalidad”, sobre todo en entornos rurales como el del libro. Wenceslao es uno de los personajes que más experimenta la ira de sus conciudadanos debido a su orientación sexual, a pesar de ser admirado por su talento.Soler lo imagina como “un niño que creció a la contra”, al igual que Artemisa “por ser la bella, la rica y la rebelde”, lo que les une y les comporta una dosis de violencia por parte de su entorno.Finalmente, el autor, caballero de la irlandesa Orden del Finnegans, desvela que camufla entre sus obras palabras inusuales, tanto en castellano como en otras lenguas, y ahora el catalán está presente en este libro.“Por primera vez, he colado dos palabras en catalán. (...) Me hace ilusión que un investigador del siglo XXIV que lea mis novelas se encuentre con esto, porque a pesar de la mexicanidad de la novela, la estaba escribiendo en Barcelona”, confiesa.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
En una entrevista con EFE, Ojeda (1988) dice que la idea nació precisamente de esa 'fiesta' que sus amigas hacen en medio del miedo a pisar la calle por las constantes balaceras que se desatan en Guayaquil, el epicentro de la violencia en Ecuador, cuyo Gobierno declaró un conflicto armado interno para hacerle frente a los grupos criminales."Están haciendo la poesía, el baile, la música, a pesar de todo lo que dice el Estado y la sociedad, tomada por los narcos y las bandas, de que hay que quedarse en la casa y apenas respirar", explica."Eso me hizo pensar mucho -continúa- en la juventud y la necesidad de buscar un futuro… El cuerpo para sobrevivir necesita seguir haciendo la vida", sostiene la autora, considerada como una de las voces literarias más relevantes de Latinoamérica."Pareciera que en un contexto en donde tu vida está en peligro constantemente, en donde hay tanta muerte y tanto dolor es imposible hacer la fiesta, pero es ahí mismo donde más se necesita, porque si no llevas el cuerpo a un espacio de goce, de liberación, de imaginación, estás muerto políticamente, como comunidad, y lo único que te queda es la parálisis social", añade la escritora, que vive en España desde hace varios años.Tras éxitos como "Las Voladoras", "Mandíbula" o "Nefando", Ojeda vuelve a imponer el terror en su nueva novela, publicada por Random House, que cuenta la historia de Noa y Nicole, dos amigas que deciden escapar de la violenta Guayaquil para asistir al 'Ruido Solar', un macrofestival popular que anualmente congrega a miles de jóvenes a los pies de uno de los numerosos volcanes de los Andes ecuatorianos.Aunque el libro no solo habla de violencia y de fiesta, también habla de la amistad y los afectos que se convierten en refugio, de la música como un lugar de goce, pero también como un lugar de abismarse; de la búsqueda de un padre y de un sentido de pertenencia en un mundo que solo conoce la pérdida y el desamparo.Ojeda explica que escribir esta novela fue difícil, porque el terror y la violencia que desconciertan a quien la lee son parte del día a día de su familia y amistades. "Había ratos en los que tenía mucha rabia y frustración y otros en donde sólo había tristeza o donde sólo había alegría y deseo de vivir", aclara."Chamanes eléctricos en la fiesta del sol" es también la novela que más tiempo le tomó escribir, precisamente por todo lo que le hacía sentir. "La he escrito desde finales de 2018 hasta 2023, un tiempo en el que degeneró la situación en Ecuador"."Mi libro iba sufriendo cambios conforme iban pasando cosas porque, bueno, yo estoy en una situación segura porque ahora estoy fuera del país, pero ¿qué tipo de seguridad es? Está seguro tu cuerpo a medias porque si algo le pasa mañana a mi madre o a mi hermana o a mis amigues mi cuerpo va a sufrir también", afirma.Ojeda recuerda que cuando empezó a escribir el libro ni siquiera estaba en su cabeza hablar sobre las bandas narcocriminales. "Eso fue entrando en el libro, pero no porque quería trabajar algo de actualidad, sino porque la escritura me lo fue pidiendo, porque era lo que yo tenía en mi cabeza todo el rato porque estaba leyendo las noticias y hablando con mi familia y mis amigues"."La pregunta es: cómo no se cuela en la escritura algo que tienes en la cabeza todo el rato. Eso es imposible, se termina colando", concluye.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Así lo indicó durante una entrevista con EFE en una librería del sur de la capital mexicana, en la que remarcó que la pasión por el fútbol en México tiene unas particularidades especialmente literarias, dado que "las ilusiones son mucho más importantes que la realidad"."Esto explica que el fútbol tenga una afición muy entregada con jugadores que rinden muy poco. En nuestros partidos, la afición se esfuerza más que los deportistas. El grito de guerra en las tribunas de la selección mexicana es 'sí se puede', lo cual es una demostración empírica de que normalmente no se ha podido", reflexionó. "El fútbol en México -subrayó- es un pretexto para celebrarnos colectivamente".Sobre las relaciones entre el fútbol y la literatura, Villoro aseguró que "son dos formas del juego". "Durante mucho tiempo se pensó que el fútbol pertenecía a las aficiones vulgares y muchos autores lo repudiaron, pero ya muchos autores de generaciones anteriores a la mía han practicado con excelencia la literatura de fútbol, si pensamos en Eduardo Galeano o Manuel Vázquez Montalbán", afirmó Villoro.El autor de 'El Testigo' (2004) destacó su interés en la "capacidad discursiva del fútbol", al asegurar que "cualquiera que sea aficionado sabe que una jugada que dura dos segundos en el campo se puede recrear durante horas en una tertulia con amigos y cervezas".Los protagonistas de 'No fue penal', novela corta publicada por la editorial Almadía, son 'El Tanque', un mal jugador pero apasionado del fútbol que termina siendo director técnico; y Valeriano Fuentes, un delantero estrella que no disfruta del deporte y al que una lesión lo obliga dejar los campos de juego."Quise narrar las consecuencias de una jugada fatídica que selló para siempre el destino de dos jugadores, que habían sido grandes amigos, y que se reencuentran muchos años después uno como jugador y el otro como videoárbitro", agregó.El escritor, uno de los más celebrados del México contemporáneo y gran aficionado al deporte, criticó la "comercialización terrible" que vive el fútbol a nivel general."Hay un abuso comercial de la pasión. El fichaje inmoderado de jugadores, que los jugadores brasileños o argentinos, o africanos no pueden jugar para su gente, porque son fichados casi como juveniles. Casi podíamos pensar en fichajes prenatales o en la cuna de nacimiento, con equipos convertidos en transnacionales de mercenarios", lamentó.Por último, mostró su disgusto sobre el formato del próximo Mundial de fútbol que tendrá lugar en México, Estados Unidos y Canadá en 2026. Villoro señaló que "es un despropósito porque incluye a demasiados países, los traslados van a ser muy largos, los cambios de temperatura y altitud terribles, se augura un fracaso como organización colectiva".No obstante, reconoció que la pasión por el deporte le ganará y espera estar en el partido inaugural que se celebrará en junio de 2026 en el estadio Azteca, muy cerca de donde se realizó la entrevista.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Moro, que cumplirá 69 años el próximo 11 de febrero y que está en Colombia como invitado del Hay Festival, se muestra sorprendido por la acogida que ha tenido en el país 'Nos quieren muertos' (Espasa), libro en el que desgrana la historia del líder político Leopoldo López y su esposa, Lilian Tintori, opositores al Gobierno de Nicolás Maduro, una ventana que aprovecha para explicar lo que pasa en ese país."Venezuela es un eslabón de una cadena mucho más grande, de una alianza que se está perfilando cada vez más unida y capitaneada por Rusia, China e Irán, de autocracias que están realmente desafiando las democracias del mundo", asevera Moro, frecuente visitante de Colombia y amplio conocedor del país petrolero.Sin titubear agrega: "Venezuela pertenece a esa alianza y esa alianza es la alianza de la autocracia y todos ellos, a todos los que creemos en la libertad, a todos los demócratas, nos quieren muertos, pero bien muertos".Para Moro, ganador del Premio Planeta 2011 por 'El imperio eres tú', el peligro hoy "está en esa alianza de países autocráticos que amenazan la democracia en el mundo y hay que saber de qué lado estamos. Estamos de un lado o estamos del otro".Venezuela a través de LeopoldoLeopoldo López le plantó cara a Hugo Chávez en 2007, puso contra las cuerdas a Nicolás Maduro y logró sobrevivir a las mazmorras del régimen chavista: fue uno de los que convocó las manifestaciones del 12 de febrero de 2014 en Caracas, que terminaron con tres muertos y decenas de heridos, por lo que fue acusado de instigar a la violencia y condenado a casi 14 años de cárcel.Tras pasar por un breve periodo de arresto domiciliario escapó y permaneció en la Embajada de España en Caracas hasta octubre de 2020. De allí salió a Madrid tras huir de Venezuela a través de Colombia.Esas y otras razones fueron las que llevaron a Moro a escribir 'Nos quieren muertos', en la que quiere contar "la verdad" de los millones de venezolanos que han salido de su país huyendo del régimen de Maduro."Cuando me lo he encontrado (a Leopoldo López) después de la pandemia, recién llegado al exilio (en Madrid), desorientado (...) me ha contado sus últimos 10 años, yo inmediatamente vi que había en él un libro", explica Moro.Y agrega: "Era más que un libro, era contar su verdad, pero su verdad es también la de los ocho millones de venezolanos que han tenido que abandonar el país porque no pueden vivir allí".Las razones para escribir la historia las refuerza Moro al subrayar que mientras está en Bogotá "hay familias enteras cruzando la selva del Darién en unas condiciones penosas, una pobreza absoluta, deseando llegar a Canadá a morirse de frío porque no pueden vivir en su país"."Prefieren eso a quedarse en su país. Esa es la realidad de Venezuela hoy en día", añade.Por eso resalta que "es una historia tan viva como lo es la vida misma", al tiempo que destaca que si bien el protagonista es López, su esposa, Lilian, se ganó un espacio por su carácter y liderazgo, el mismo que la convirtió en una defensora de derechos humanos.En cuanto a Leopoldo, lo califica de "héroe, porque da los últimos, pasos esos que nadie quiere dar y los da en solitario".No van a dejar el poder por las buenasAl referirse a la actualidad de Venezuela, Moro asegura que la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de ratificar la inhabilitación política de la líder opositora María Corina Machado, que le impide concurrir en las elecciones presidenciales de este año, es una muestra más de la dictadura y de la persecución política."Esa gente no va a dejar el poder por las buenas nunca. Esa gente ha cogido el poder sin respetar las reglas del juego democrático y no las van a respetar ahora", enfatiza.Igualmente asegura que las únicas elecciones que se van a permitir en Venezuela son "las están seguros de ganar". "Como no haya una presión internacional fortísima (...) como no haya realmente un apoyo a María Corina consistente y fuerte de la comunidad internacional, esta gente no se va a mover, y ni siquiera en esos casos pienso que se mueva", concluye Moro.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"Me siento honrada de contribuir al lanzamiento del libro de mi madre", fallecida en enero de 2023 a los 54 años, anunció en Instagram su hija, la actriz estadounidense Riley Keough, conocida por sus papeles en la película "Mad Max: Furia en el camino" y la serie "Daisy Jones and the Six".La publicación lleva al enlace del sitio web "lisamariebook.com", en el que se afirma que el libro saldrá a la venta el 15 de octubre de 2024."Antes de su muerte en 2023, (Lisa Marie Presley) había estado trabajando durante años en unas memorias crudas, fascinantes y únicas, grabando incontables horas de una vulnerabilidad impresionante, que finalmente fueron plasmadas en papel por su hija, Riley Keough", promete el sitio.Hija única de Elvis y Priscilla Presley, que se divorciaron en 1973, Lisa Marie Presley siguió una carrera musical, sin alcanzar el éxito del "Rey" Elvis. Sufría adicción a los opiáceos y analgésicos, y no ocultaba su vulnerabilidad.Su muerte, hace un año, que se debió según la autopsia a complicaciones relacionadas con una operación quirúrgica para perder peso, provocó una oleada de homenajes del mundo del espectáculo estadounidense.Lisa Marie Presley era la heredera de la casa familiar y de la finca de Graceland, en Memphis (sur), que se ha convertido en lugar de peregrinación y devoción para los fans de Elvis que acuden a visitar su tumba.Según los medios de comunicación estadounidenses, Riley Keough se ha convertido a su vez en la heredera.La figura de Elvis, genio del rock inspirado en el góspel y el blues de Tennessee, ha vuelto a la palestra gracias a la película "Elvis" (2022), de Baz Luhrmann, en la que el cantante es interpretado por Austin Butler, a quien Lisa Marie Presley rindió un emotivo homenaje.Más recientemente, la película "Priscilla", de la directora Sofia Coppola, cuenta la historia de Elvis, sus excesos y arrebatos violentos, a través de los ojos de su esposa. Elvis Presley murió en 1977, a los 42 años.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El volumen más prestado en los centros de la Biblioteca Pública de Nueva York (que engloba los distritos de Manhattan, Bronx y Staten Island) fue 'Lessons in Chemistry', la primera novela de Bonnie Garmus, publicada en 2022, y que cuenta la historia de una química en la década de 1970 que pierde su trabajo y acaba enseñando ciencia a las mujeres a través de un programa de cocina.La novela fue adaptada a la televisión este año de la mano de Apple TV, con la actriz Brie Larson en el papel protagonista.En Brooklyn, el distrito más poblado de la ciudad, el libro más popular fue 'I'm Glad My Mom Died', una autobiografía de la cantante y actriz Jennette McCurdy centrada en su difícil relación con su madre, que falleció en 2013.Mientras que en Queens el libro más prestado fue 'Fourth Wing', de Rebecca Yarros, una novela de fantasía para adultos y la primera parte de una serie de cinco libros, 'The Empyrean', cuyos derechos ya compró Amazon."Este año (nuestros lectores) se inclinaron por escritores de color (...) y autores cuya popularidad creció tras hacerse virales en las redes sociales", escribió en un mensaje el bibliotecario jefe de Queens, Nick Buron.Sus decisiones "muestran un deseo de explorar nuevas temáticas, así como cambios en la forma en que nuestros clientes descubren y se relacionan con los libros", añadió.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"El ejército ruso ha aniquilado las ciudades ucranianas. Ha exterminado sobre todo la cultura", denunció Loznitsa anoche al presentar el filme, fuera de competición, en las sesiones especiales de certamen de la Costa Azul gala, acompañado por parte de su equipo y por el delegado general del festival, Thierry Frémaux.La guerra lleva presente en Europa "desde hace diez años", recordó el también realizador del exitoso documental 'Maidan' sobre los disturbios civiles de 2013 y 2014 en la plaza central de Kiev, en referencia a que las agresiones rusas comenzaron hace mucho más de dos años, con la anexión unilateral de la península de Crimea en 2014.Pero a comienzos de 2022, enfatizó el director, el conflicto adoptó un "carácter extremadamente salvaje" con la invasión del país a gran escala por parte del régimen de Vladímir Putin.Fue ese mismo año cuando Loznitsa se embarcó en el rodaje de The Invasion, un camino que en cierta medida concluyó anoche, en la tercera jornada de la 77 edición del Festival de Cannes, mostrando al público el "dolor inconmensurable" de todos los ucranianos. "Contamos hoy con compartir ese dolor con vosotros", dijo Loznitsa.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.La vida interrumpida por las alarmas antiaéreasYa desde su introducción, con imágenes de funerales de soldados caídos en la defensa de Ucrania, The Invasion obliga a recordar que la guerra continúa, a pesar de que su peso en titulares haya decaído, y el impacto que eso tiene en millones de personas todos los días.Loznitsa, fiel a su estilo de planos generales estáticos y pacientes en los que la acción se va revelando por sí misma, bucea en todo tipo de escenas de lo cotidiano de su país.Es un día a día que a veces queda completamente transformado por la presencia permanente del conflicto, pero que en otras ocasiones, a fuerza de costumbre, prosigue solo sutilmente trastocado por la guerra.En las bodas, los novios van vestidos con su uniforme militar. En las calles se reparten víveres indispensables. En las escuelas, los niños dibujan tanques y las profesoras intentan continuar con su lección con normalidad, aunque tengan que dar la clase en refugios antiaéreos por la amenaza de las bombas rusas.Hasta en las librerías, los dependientes invitan tranquilamente a los clientes a salir del local porque han sonado las alarmas y hay que ponerse a cubierto.El realizador ucraniano muestra también que los libros han sido, de hecho, una parte significativa de la guerra al nivel cultural, a través de imágenes de la destrucción de cientos de ejemplares firmados por autores rusos o relativos esa cultura -ni Dostoyevski se salva-, en un intento de reafirmar la identidad ucraniana frente al invasor.De vuelta al nivel más humano de las consecuencias de la guerra, Loznitsa también visita un centro de rehabilitación en el que hombres y mujeres con miembros amputados aprenden a vivir con sus nuevas extremidades ortopédicas y muestra cómo sus compatriotas de fe cristiana ortodoxa continúan con los tradicionales baños helados triples para conmemorar el bautismo de Cristo.Las imágenes de los bombardeos están presentes, pero son siempre de los momentos posteriores. Es decir, no están las explosiones, pero sí sus consecuencias.Y es que a Loznitsa no le ha interesado hacer un documental sobre el frente de batalla -al estilo, por ejemplo, de la oscarizada este año 20 Days in Mariupol ('20 días en Mariúpol')-, sino sobre todo el dolor del pueblo que se encuentra detrás.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El filme, que lleva más de un mes en las carteleras, muestra no solo la distancia cultural, sino también la falta de acceso para entender cómo se percibe la realidad en las comunidades más alejadas del territorio andino peruano."En este país llamado Perú existen varias naciones y, por ende, somos culturas diferentes, me parece que todavía eso no se entiende", declaró Tito Catacora.El codirector, quien quedó a cargo del proyecto tras la muerte repentina de su sobrino Oscar durante el rodaje de la película, señaló que la obra busca mostrar "que el ser humano es cada vez más egocéntrico y piensa que la naturaleza está para dominarla y explotarla"."Nuestra cultura originaria considera que en este mundo nada es inerte, una piedra no es un objeto, sino que tiene vida", aseguró antes de añadir que, desde esa lógica, "el trato es distinto" en la relación con el mundo.El nuevo cine peruano'Yana Wara', que va por su quinta semana en cines a nivel nacional, se describe como una película de arte. "Hacemos este tipo de obras con la finalidad de que el espectador pueda reflexionar y proponer soluciones a los problemas que abordamos", sostuvo Catacora.La elección de lugares, el extenso territorio altiplánico, la lengua aimara como idioma principal en la película y la propuesta visual en blanco y negro, fueron hechas en conjunto por sus directores; sin embargo, el corte final fue liderado por Tito.La etapa de rodaje y edición llevó a que Tito pueda darle un toque más "racionalista y atrevido", lo que hizo que 'Yana Wara' tomara otro rumbo al que Oscar hubiera elegido."Obviamente yo soy más racionalista, a diferencia de Oscar, que era más emotivo. Si él hubiera culminado la película sería distinta. Pero creo que no se ha perdido el espíritu, eso se conserva" añadió.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.El Perú distanteAunque la ausencia de Oscar fue determinante en la elaboración final de 'Yana Wara', la propuesta de hacer un cine 'diferente', que revele la esencia y reivindique a la cosmovisión andina, es algo que perdura tras su muerte."Nosotros, los pueblos originarios, al estar aislados adolecemos de muchos servicios, educación, salud o incluso orden interno, pero no podemos hacer nada" comentó Tito.Aludió de esa manera a las circunstancias de la muerte de Oscar, quien sufrió una apendicitis en un lugar remoto de los Andes sin servicios de salud, una circunstancia que al igual que sus personajes de ficción lo condujo a la muerte."Un día antes estábamos grabando y es algo raro, pero es lo que ha ocurrido", comentó Tito, quien junto a su familia y el equipo técnico de la película trabajaba con Oscar."He evitado comentar lo que pasó exactamente, porque no soy médico, nosotros somos más pragmáticos, por más que se hable de mi sobrino y se realicen homenajes, mi sobrino no va volver", remarcó.Tito agregó que "solo sus familiares" lo llevan "en el corazón" y para ellos "él ya es como un dios menor". Reconoció, además, que "hacer cine es difícil" en Perú, aunque el legado que construyeron con Oscar es algo que desea continuar. "Seguiremos hasta donde tengamos las posibilidades", prometió. Añadió que, en 'Yana Wara', se puede ver el contraste entre lo místico y lo humano, la visión andina y la de ciudades como Lima Metropolitana.Se menciona, por ejemplo, a personajes fantásticos como el 'Anchanchu', un espíritu maligno que es considerado dueño de la riqueza, y al que muchos mineros se encomiendan por oro y plata. "Nosotros pensamos que, para dar a conocer nuestra visión, era necesario tratar sobre los espíritus malignos", dijo Catacora.A partir de eso, sus directores incorporaron otros temas, como la violencia de género, la medicina andina y la justicia comunal."Para nosotros hablar del 'Anchanchu' no es ningún mito ni algo fantasioso, sino es algo real y tangible, yo mismo los he escuchado y sé cómo se expresan, alguien me dirá que estoy delirando, pero no es así", concluyó.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El cantautor cubano Silvio Rodríguez lanzará en junio Quería Saber, su primera producción discográfica en tres años y en la que incluye temas compuestos durante este "maltrecho" siglo, informaron este jueves sus estudios Ojalá."El próximo viernes, 7 de junio, se presentará en las principales plataformas digitales de música el álbum Quería saber, de Silvio Rodríguez", señaló Ojalá en un comunicado publicado en el blog Zurrón del Aprendiz, del famoso artista.Según Ojalá, antes del lanzamiento, los seguidores de Rodríguez, de 77 años y fundador de la Nueva Trova Cubana, podrán disponer de dos sencillos: Quería saber, el 24 de mayo, y América, siete días después.Es el 22º disco de la extensa carrera de Rodríguez, autor de temas antológicos como La era está pariendo un corazón y Ojalá.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.La única canción del disco "que no es de este siglo" es "Tonada para dos poemas de Rubén Martínez Villena", un destacado escritor y revolucionario cubano que vivió entre 1899 y 1934, cuya música compuso a principios de la década de 1970."Las demás canciones, las actuales, las canté en muchos conciertos de barrio, y creo que son como este joven y maltrecho siglo, al que espero que un buen día le crezcan alas", afirma Rodríguez en el comunicado, refiriéndose a los más de 100 recitales que realizó entre 2010 y 2020 para llevar su música a los barrios más humildes del país.El artista también reflexiona sobre el título del álbum: "Es difícil ponerle nombre a un disco"."Primero iba a ser Canciones del siglo XXI (menos una). Después pensé en Después. Por último, me he decidido por Quería saber. Aunque quizá debería llamarse Quiero saber, porque eso es lo que me mueve", apuntó.Su última producción discográfica data de 2021 cuando presentó Silvio Rodríguez con Diákara, según Zurrón del Aprendiz.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Chabuco (Valledupar, Colombia, 1975), que este sábado actúa en Sevilla (sur de España) acompañado de Rocío Soto y otros artistas invitados, dijo en una entrevista con EFE que para él "todas las colaboraciones con mis amigos músicos son importantísimas. He tenido muchas que me han llenado de sueños y se me han cumplido, pero todavía me faltan muchas por cumplir porque considero que en la música y en el arte en general se trata de compartir, no de dividir".El colombiano señala que la música vallenata, que él fusiona con otros géneros como el jazz, el bolero o el rock, tiene una "gran aceptación" y "a pesar de la discriminación que sufrió durante muchos años, se mantiene vigente"Sobre si un artista debe tener su sello personal o adaptarse a los cambios de gustos musicales, Chabuco responde que los músicos "debemos tener nuestro propio camino. Yo por mi trabajo y experiencia creo en lo que hago, en la música de mis raíces, y creo que si hay que recibir algún reconocimiento es haciendo la música bajo tu convicción".Para Chabuco, "la mezcla entre el folclore campesino, que es de donde yo vengo allí en Guajira, con la música que más me ha gustado, desde que he crecido escuchando a muchos artistas diferentes, hace que mi música tenga una particularidad: el encuentro entre el campo con la música moderna".Chabuco comenzó su recorrido musical a final de la década de 1990 y a mediados de los 2000 publicó su primer álbum como solista, titulado "Morirme de amor".💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí."Antes había menos oportunidades para los artistas que querían mostrar su música, pero ahora, con todas estas cosas de las plataformas digitales, creo que todos tenemos una cabida para mostrar nuestros discos y que no solamente por medio de negocios entre disqueras puedas sacar tu música".Con la discográfica Sony publicó el álbum "Encuentro", en el que colaboró con Alejandro Sanz. Chabuco aconseja a los jóvenes artistas que, al margen de compañías discográficas, "crean en su música y en lo que hacen para que así la música pueda coger su cauce sincero hacia lo que ellos quieren, porque lo demás se va juntando en el camino".Su actual gira, que comenzó en febrero, tiene un formato acústico y, aunque en Colombia tiene su banda, Chabuco dice que "hay momentos en los que tengo que hacer giras acústicas. Me gusta de las dos formas. El piano es un poco más desnudo, más puntual con la gente, pero siempre me gusta tocar con mi banda, que es un cuarteto de músicos maravillosos".El colombiano se siente muy satisfecho de la acogida que está teniendo en España: "Está siendo una gira maravillosa por todo este país que amo, donde la gente me recibe con mucho cariño".No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Este 18 de mayo es el Día Internacional de los Museos y en Bogotá se celebrará con entrada gratuita al Museo Nacional de Colombia y a todos los museos regionales del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes.Tras la declaratoria del Consejo Internacional de Museos (ICOM) en 1977, esta fecha une cada año, a través de una variada agenda cultural y educativa, a la comunidad museística de más de 150 países y territorios. El año pasado participaron más de 37.000 museos alrededor del mundo.En el 2024, el tema central de este encuentro será “Museos por la educación y la investigación”, con el cual se reconoce a estos espacios como centros educativos dinámicos que fomentan la curiosidad, la creatividad y el pensamiento crítico.Es por eso que este 18 de mayo, en el Museo Nacional de Colombia, celebraremos también el trabajo de años del equipo de Acción Educativa y Cultural, encargado de los programas que, más allá de fortalecer y desarrollar conocimientos, generan experiencias y reflexiones sobre las colecciones, el Museo y el patrimonio. Cada una de sus estrategias son didácticas y accesibles para todo público, incluida la población en condición de discapacidad.Desde hace más de 20 años, el Museo Nacional de Colombia cuenta con el Curso de Formación y Voluntariado, un espacio de encuentro ciudadano que promueve la apropiación y reconstrucción de saberes. Este año, este curso contará con una nueva generación.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.En Bogotá, la Casa Museo Quinta de Bolívar, el Museo de la Independencia Casa del Florero, el Museo Santa Clara y el Museo Colonial se unen a la celebración mundial con una programación cultural y educativa que incluye talleres y recorridos.Conozca la programaciónMuseo Nacional de Colombia📍Carrera 7 n.° 28-66Jornada de estampación serigrafía: Conéctate con los museos como lugares donde podemos compartir, aprender, cuestionar y crear. Trae tu prenda o papel para estampar. 2:00 p. m. a 4:00 p. m.Crea tu museo: ¿Alguna vez has pensado cómo sería el museo de tus sueños? ¿Cuáles objetos tendría? ¿Qué historias contaría? Reflexionemos sobre nuestro pasado, presente y futuro. Crea tu propio museo a través de nuestro material didáctico. 11:00 a. m. a 12:30 m.Fragmentos: Espacio de Arte y Memoria📍Carrera 7 n.º 6b-30Exposición Desminar: Una instalación de la artista mexicana Tania Candiani, con curaduría de Gabriela Rangel. Desminar fue creada para este lugar específico y propone un análisis topográfico del contra monumento Fragmentos a partir de un detector de minas con el que se busca traducir, en imagen y sonido, la memoria de violencia que subsiste en cada una de las placas de metal que integran el suelo de este espacio. Martes a domingo / 9:00 a. m. a 5:00 p. m. Entrada libre y gratuita.Casa Museo Quinta de Bolívar📍Calle 21 n.° 4A-30 EsteRecorrido:Un viaje por las historias y anécdotas no sólo de su huésped más memorable, sino de otros personajes y acontecimientos que hacen que la Casa Museo Quinta de Bolívar sea uno de los espacios más destacados para visitar en el centro de Bogotá. 11:00 a. m. y 3:00 p. m.Taller memes, stickers e iconografía: ¿Qué tienen que ver los memes que usamos en redes sociales con las pinturas del siglo XIX? En esta nueva propuesta pedagógica se analizará uno de los fenómenos culturales más interesantes de la era digital: los memes y cómo representan nuestras formas de consumo cultural actual, así como en el siglo XIX las imágenes de los próceres, las batallas y las costumbres cumplieron su función y se consumieron y dieron lugar a una nación. 2:00 p. m. (inscripción aquí).Museo de la Independencia Casa del Florero📍Carrera. 7 #11-28Recorridos: Conoce la historia y la colección de este Museo. ¿Cuándo se dejó de llamar Museo del 20 de Julio? ¿Cuántas piezas y cuáles hacen parte de los procesos de independencia? ¿Qué pasó en Bogotá y en el país en 1810? Preguntas, reflexiones y anécdotas que hacen parte tanto del lugar como de la misma historia reciente del país. 11:00 a. m. y 3:00 p. m.Costurero de independencias- Taller de foto bordado: En este taller se analizarán intervenciones en fotografías históricas del centro de Bogotá y del Museo de la Independencia Casa del Florero. Se compartirán historias sobre el museo, los cambios que ha experimentado Bogotá y el patrimonio cultural que la rodea. 10:00 a. m. (inscripción aquí).¡Imprime tu postal!: Visita nuestra estación de sellos e imprime manualmente tu postal, con distintos motivos de las láminas de la Comisión Corográfica. 9:00 a. m. a 5:00 p. m.Recorrido por el centro histórico de Bogotá: ciencia, educación y revoluciónAlgunos lugares del centro histórico de Bogotá estuvieron ligados al pensamiento revolucionario del proceso de independencia de la Nueva Granada. A propósito del Día Internacional de los Museos, se realizará un recorrido por algunos espacios e instituciones científicas y educativas, como la Casa de la Expedición Botánica, el Colegio Mayor de San Bartolomé y la Universidad del Rosario.Punto de encuentro: iglesia de San Agustín, carrera 7 n.° 6C-25 Bogotá10:00 a. m. ( inscripción aquí: htps://forms.office.com/r/VucmLwfajU)Recorrido por La Candelaria y sus museosSe explorarán lugares tal vez desconocidos para quienes recorren las calles de La Candelaria. Se descubrirán los patios interiores de lugares icónicos de la zona, con los museos de la calle sexta. Áreas educativas del Museo del Oro, Museo de Trajes, Museo Arqueológico Musa y Museo Colonial. 11:00 a. m. (inscripción aquí). Punto de encuentro: Museo del Oro (carrera 6 n.° 15-88).Museo Colonial📍Carrera 6 #9-77Visita-taller: La imagen en la Colonia y el tarot: Este espacio fusiona la historia, el arte y la interpretación. Primero se realizará un recorrido donde se explorarán piezas seleccionadas y se abordará la imagen colonial con algunas claves iconográficas inspiradas en el tarot. En la segunda parte, las talleristas proponen una actividad manual, en la que cada participante creará su propia carta o arcano aplicando la técnica del collage. Materiales incluidos. 2:00 p. m. (inscripciones aquí).No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.