El músico Álvaro Herrera, detenido en Cali, demandará a la Nación

El pasado 28 de mayo, Álvaro Herrera, estudiante de música e intérprete del corno francés de la Universidad del Valle, tuvo una grave confrontación en medio de la jornada de protestas del paro nacional cuando fue agredido por policías y detenido ilegalmente por parte de civiles armados mientras se encontraba en un cacerolazo sinfónico en cercanías a esa institución.

Luego de hacerse pública la acusación en su contra a través de un vídeo difundido por la Policía en la que el músico, con señales de agresión en su cara y cuerpo, parecía confesar su participación en actos vandálicos y que según él hicieron parte de un montaje orquestado por la institución, Herrera emprenderá una demanda penal contra la Nación por secuestro agravado, tortura agravada, lesiones personales agravadas, fraude procesal, concierto para delinquir y desaparición forzada en grado de tentativa.

"Ni perdón ni olvido, porque no se pueden olvidar estos casos de situaciones extrajudiciales en los cuales los policías utilizan para extralimitarse", asegura el músico. Sin embargo, además de los policías, también denunciará a Andrés Escobar, un civil armado que al lado de la policía estaba tomando justicia por cuenta propia, como se observó en los distintos vídeos que se hicieron virales a través de las redes sociales.

"Queremos determinar los móviles políticos que hay detrás de todo esto, el discurso estigmatizante que viene desde el oficialismo y desde la misma Casa de Nariño de pretender darle tratamiento de guerra a la protesta, de criminalizar y de tratar de terroristas a los jóvenes que protestan contra la desigualdad y contra el régimen", asegura Sebastián Caballero, el abogado del músico que radicará la denuncia ante la Procuraduría.

Por el momento y mientras espera la radicación de su denuncia, Álvaro Herrera busca una retractación pública del Comandante de la Policía de Cali, Juan Carlos León, quien a través de vídeos oficiales de esa institución, le acusó y estigmatizó de haber realizado actos vandálicos que no cometió.