Explorando en nuestro Archivo HJCK, en el marco del Hay Festival 2008 en Cartagena de Indias encontramos esta conversación con el maestro Germán Castro Caycedo que nos habla acerca de «El hueco», historia que relata el éxodo de los migrantes colombianos a los Estados Unidos con el fin de buscar un "sueño americano" que los llevó a cruzar la frontera.
Yo tenía ocho años. En aquel momento de mi vida, nada me importaba más que el béisbol. Mi equipo era el New York Giants, y seguía las actividades de aquellos hombres de gorra naranja y negra con la devoción de un verdadero creyente. Incluso ahora, al recordar ese equipo que ya no existe, que jugaba en un estadio que ya no existe, soy capaz de recitar los nombres de casi todos los jugadores. Alvin Dark, Whitey Lockman, Don Mueller, Johnny Antonelli, Monte Irvin, Hoyt Wilhelm. Pero ninguno era tan grande, tan perfecto ni tan digno de veneración como Willie Mays, el incandescente Say-Hey Kid.Aquella primavera me llevaron a mi primer partido de liga. Unos amigos de mi padre tenían asientos de tribuna en el Polo Grounds, y una noche de abril fui con mis padres y sus amigos a ver a los Giants contra los Milwaukee Braves. No sé quién ganó, no recuerdo un solo detalle del partido, pero sí recuerdo que, cuando acabó, mis padres y sus amigos se quedaron charlando en sus asientos hasta que todos los espectadores se hubieron marchado. Se nos hizo tan tarde que tuvimos que cruzar el campo y salir por una de las puertas centrales, que era la única que estaba abierta. Y dio la casualidad de que esa salida estaba justo debajo de los vestuarios de los jugadores.En el momento en que nos acercamos a la puerta, atisbé a Willie Mays. No había duda alguna de que era él. Se trataba de Willie Mays en persona, ya sin el uniforme del equipo, vestido con ropa de calle a menos de tres metros de mí. Conseguí que mis piernas me llevaran hacia él, y a continuación, haciendo acopio de todo mi valor, hice que las palabras me salieran de la boca:—Señor Mays —le dije—, ¿podría firmarme un autógrafo?Mays debía de tener unos veinticuatro años, pero fui incapaz de llamarle por su nombre de pila.Su respuesta a mi pregunta fue brusca pero amigable.—Claro, chaval —dijo—. ¿Tienes un lápiz?Recuerdo que estaba tan lleno de vida, hasta tal punto rebosaba juventud y energía, que no dejaba de dar saltitos mientras hablaba.💬Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.Pero yo no llevaba lápiz, de modo que le pedí a mi padre si podía prestarme el suyo. El tampoco llevaba. Ni mi madre. Y resultó que los demás adultos tampoco.El gran Willie Mays seguía allí, mirándome en silencio. Cuando quedó claro que no había nadie en el grupo que llevara nada con lo que escribir, se volvió hacia mí y se encogió de hombros.—Lo siento, chaval —dijo—. Si no tienes lápiz, no puedo firmarte un autógrafo.Y salió del estadio perdiéndose en la noche.No quería llorar, pero las lágrimas empezaron a caerme por las mejillas, y no pude hacer nada para impedirlo. Y lo peor fue que seguí llorando en el coche hasta que llegamos a casa. Sí, estaba abatido, decepcionado, pero también irritado conmigo mismo por no ser capaz de controlar las lágrimas. No era ningún crío. Tenía ocho años, y se suponía que un muchacho de esa edad no debía llorar por algo así. No sólo no tenia el autógrafo de Willie Mays, sino que tampoco tenía nada más. La vida me había puesto a prueba, y yo no había sabido dar la talla.Después de aquella noche, comencé a llevar un lápiz conmigo allí donde iba. Adquirí la costumbre de no salir de casa sin antes asegurarme de que llevaba un lápiz en el bolsillo. No es que planeara hacer nada con él, pero no quería que me cogieran otra vez desprevenido. En una ocasión ya me habían pillado con las manos vacías, y no iba a permitir que eso volviera a pasarme.Cuando menos, los años me han enseñado esto: si llevas un lápiz en el bolsillo, hay bastantes posibilidades de que algún día te sientas tentado a utilizarlo.Como me gusta decirles a mis hijos, así es como me hice escritor.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Paul Auster, nacido el 3 de febrero de 1947 en Newark, Nueva Jersey, fue un autor estadounidense cuyo trabajo significó uno de los paradigmas de la literatura norteamericana contemporánea. A lo largo de su carrera, Auster fue aclamado por su habilidad para explorar temas complejos como la identidad, el azar y la soledad a través de una prosa distintiva y evocadora.💬Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.Uno de los aspectos más destacados de la obra de Paul Auster fue su famosa "Trilogía de Nueva York", compuesta por las novelas "Ciudad de cristal" (1985), "Fantasmas" (1986) y "La habitación cerrada" (1986). Esta trilogía, considerada una obra maestra del género posmodernista, fusionó elementos del thriller, la metaficción y la filosofía existencialista para crear una narrativa absorbente que desafió las convenciones literarias tradicionales.Auster fue conocido por su estilo de escritura conciso y reflexivo, así como por su uso magistral de la estructura narrativa fragmentada y la voz narrativa ambigua. Sus personajes a menudo se encontraban en mundos enigmáticos y laberínticos donde la realidad se entrelazaba con la fantasía, lo que invitaba al lector a reflexionar sobre cuestiones fundamentales de la vida y la experiencia humana.Además de su trilogía más famosa, Auster produjo una amplia gama de obras que abarcaban novelas, ensayos, poesía y memorias. Entre sus obras más destacadas se encontraban "El libro de las ilusiones" (2002), "Brooklyn Follies" (2005), "4 3 2 1" (2017) y "Diario de invierno" (2012). En cada una de estas obras, Auster demostró su maestría para tejer historias complejas y profundamente humanas que resonaban con los lectores a nivel emocional e intelectual.El trabajo de Auster fue destacable por su capacidad para capturar la esencia de la condición humana en todas sus complejidades y contradicciones. Su enfoque introspectivo y su exploración de temas universales como el destino, el azar y la búsqueda de significado consolidaron su lugar como uno de los escritores más influyentes de su generación.Auster falleció el martes 30 de abril a los 77 años después de padecer cáncer de pulmón. A lo largo de su carrera, fue galardonado con numerosos premios y reconocimientos, incluyendo el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2006. No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El martes 30 de abril del 2024 será recordado por el día en el que murió Paul Auster, el renombrado escritor estadounidense conocido por sus obras literarias que cautivaron a lectores de todo el mundo. Auster, de 77 años, partió tras padecer cáncer de pulmón, según lo reportado por el diario The New York Times el martes.Nacido con un don para la narrativa, Auster dejó una huella indeleble en la literatura contemporánea con obras que exploran las complejidades de la existencia humana y la condición moderna. Su famosa "Trilogía de Nueva York", que incluye obras emblemáticas como "Ciudad de cristal", "Fantasmas" y "La habitación cerrada", se ha ganado un lugar destacado en el canon literario.Más allá de su genio creativo, Auster será recordado por su carácter afable y su profundo compromiso con la escritura. Amigo y mentor para muchos, su legado trasciende las páginas de sus libros, dejando una marca perdurable en la comunidad literaria.
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La campaña “Donar un libro es un Hecho de Paz”, liderada por la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (MAPP/OEA), que cumple veinte años de presencia en Colombia y la Cámara Colombiana del Libro, llega a su quinta edición.Esta iniciativa, que desde 2019, ha entregado más de 17.500 libros en los territorios más afectados por el conflicto armado, la criminalidad y la inequidad, y en diferentes centros carcelarios del país, está pensada principalmente en niñas, niños y adolescentes para incentivar la lectura y su capacidad para transformar realidades sociales en pro de la construcción de paz en sus municipios y comunidades.“Este 2024, la MAPP/OEA cumple 20 años de trabajo ininterrumpido en Colombia acompañando a las comunidades y a las instituciones en los territorios, y con su despliegue territorial en más de 100 municipios de 18 departamentos, a través de 14 oficinas regionales permanentes, está a disposición del país para llevar la lectura como un hecho de paz a aquellos lugares que más lo necesitan”, señaló Roberto Menéndez, Jefe de la MAPP/OEA.Hasta ahora esta campaña ha entregado ejemplares en más de 80 iniciativas locales en todas las regiones del país, como escuelas, organizaciones sociales y de líderes, asociaciones de educadores, consejos comunitarios, colectivos juveniles, centros comunales y bibliotecas en zonas rurales y urbanas de departamentos como La Guajira, Antioquia, Arauca, Norte de Santander, Valle del Cauca, Caquetá, Cauca, Córdoba, Guaviare, Meta, Cesar, Putumayo y Nariño, entre otros.También han estado presentes en centros penitenciarios de Jamundí, Valle del Cauca; La Dorada, Caldas; Apartadó, Antioquia; y el Buen Pastor de Bogotá, como parte del programa “Cultura Para La Libertad” de los Ministerios de Justicia y de Cultura, que con apoyo del INPEC y la MAPP/OEA, impulsan una iniciativa de resocialización e integración para personas privadas de la libertad, a partir del fomento a la lectura, la escritura y la educación.“Como representantes del sector editorial colombiano, es fundamental continuar fortaleciendo los vínculos entre los libros y sus lectores, así como articular las distintas iniciativas que se gestan alrededor de la promoción de la lectura en el país. Esta campaña, que ya llega a su quinta edición, evidencia el interés genuino de los y las ciudadanas, para que las palabras lleguen a todos los rincones del país”, afirma Adriana Ángel Forero, directora de la FILBo, espacio en el que también los interesados podrán hacer donaciones de libros."Desde la Misión celebramos la participación de Brasil, país miembro de la Organización de los Estados Americanos, como invitado de honor a la Feria este año. También, agradecemos el apoyo de la Cámara Colombiana del Libro, Servientrega y las embajadas de países socios y amigos de la MAPP/OEA como Suecia, Países Bajos, España, Reino Unido e India; de entidades como el Centro Nacional de Memoria Histórica; y a miles de colombianas y colombianos que se han querido sumar a esta iniciativa a lo largo de sus distintas ediciones”, agregó Menéndez.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.¿Cómo donar libros? Quienes deseen contribuir a esta campaña deben tener en cuenta que los libros donados deben estar en perfecto estado y abordar temáticas como literatura infantil, juvenil y universal; derechos humanos; niñez, convivencia y diálogo; Paz, equidad y reconciliación; y medio ambiente.Durante los días de la FilBo, podrán entregar los libros en los stands de Servientrega en Corferias o en la oficina de la Cámara Colombiana del Libro, en el segundo piso del pabellón 23.También hay espacios distintos a Corferias para hacer las donaciones: pueden acercarse a la Biblioteca Fundadores Colegio Gimnasio Moderno, ubicada en la carrera 9 #74-99 en Bogotá, o revisar uno de los 65 puntos de recepción de libros dispuestos por Servientrega en todo el país aquí.En la edición 2023 de “Donar un Libro es un Hecho de Paz” se recogieron más de 2.800 libros en todo el país. Este año, con el apoyo de Servientrega, la MAPP/OEA y la FILBo se encargarán de entregar los libros recolectados.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.