Músico de la semana: Giuseppe Verdi

Giuseppe Verdi mostró una promesa musical a la edad de siete años cuando tocaba el órgano para una iglesia local. Por esta época le regalaron un piano viejo, que rápidamente aprendió a tocar con destreza. Se mudó a Busseto en 1823 y comenzó a estudiar al año siguiente con Ferdinando Provesi. A los 15 años se había convertido en asistente de organista de la iglesia y ya había comenzado a componer. A partir de 1832, estudió en privado con Vincenzo Lavigna en Milán.

Regresó a Busseto y se casó con Margherita Barezzi en 1836. Habiendo logrado la publicación de algunas canciones, se mudó a Milán en 1839 y compuso su primera ópera, Oberto. Fue un éxito y poco después comenzó su próxima ópera, Un giorno di regno. Los dos hijos y la esposa de Verdi murieron a causa de una enfermedad durante este proceso, dejándolo bastante conmocionado. Aturdido y deprimido, el compositor siguió luchando por recuperarse con Nabucco. Macbeth, Luisa Miller y otras óperas llegaron en la década de 1840, la mayoría con gran éxito.

Alrededor de 1847, Verdi desarrolló una relación con la soprano Giuseppina Strepponi y los dos vivieron juntos durante muchos años en la granja de Verdi, Sant'Agata, antes de casarse finalmente en 1859. En el período 1851-1853, el compositor escribió tres de sus óperas más populares. Rigoletto e Il trovatore fueron un éxito instantáneo, pero La traviata fue una decepción en su estreno, aunque un año después, con pequeñas revisiones, tuvo una cálida acogida. Después de una extensa excursión a París en 1853, Verdi regresó a Busseto y presentó a Simon Boccanegra Un Ballo in maschera.

En sus últimos años, Verdi trabajó para fundar un hospital y un hogar para músicos jubilados. En 1897 murió su segunda esposa y el compositor vivió posteriormente en el Grand Hotel de Milán. Un año después, se estrenó en París su Quatro pezzi sacri. Este sería el último trabajo del compositor. El 21 de enero de 1901, Giuseppe Verdi sufrió un derrame cerebral y murió seis días después.