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Harry Styles, la razón para seguir creyendo en la música

El domingo 27 de noviembre Harry Styles convirtió a Bogotá en su casa tras ocho años de su última visita a Colombia. Aquí la experiencia de presenciar su concierto en el "Love On Tour" 2022.

Harry Styles
En esta imagen publicada el 14 de marzo, Harry Styles actúa en el escenario durante la 63ª edición de los premios GRAMMY en el Centro de Convenciones de Los Ángeles, California, y emitida el 14 de marzo de 2021.
KEVIN WINTER/Getty Images via AFP

Crecí escuchando la voz de Harry Styles, desde niña me apasioné con la música que hizo con One Direction, fui parte de la fiebre adolescente de la banda y marcaron una etapa inolvidable en mi vida. Ahora, ocho años después de su primera visita a Colombia, la emoción seguía intacta, el corazón me latía rapidísimo en medio de miles que sentían lo mismo, movidos por la magia de la música.

Entré al Coliseo Live con mi niña interior en el pecho, la energía de la gente se sentía como si estuviera en casa, sé que ese es el sentido que quiere darle él a sus conciertos, como si todos estuvieramos en casa.

El público se sofocaba por el número de gente y la falta de organización, sentí angustia, me preocupé por quienes estaban en la sección de platino, imagino que fue profundamente agobiante estar ahí. La organización se debió hacer desde un principio, se debió crear un plan para que la gente no se aglomerara de esa manera. Pensé en lo mucho que se habían esforzado para estar en esa localidad y como se pudo convertir en el caos.

Al poco tiempo salió Koffee, quien abrirá todos los shows en América Latina, con una energía increíble inundó el Coliseo a punta de dancehall con toques de reggae, una artista increíble, brillante y completamente poderosa.

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Llegó el momento que esperamos por tantos años, los instrumentos se movieron a cargo de las manos mágicas de la banda, apareció saltando y saludando como ya es costumbre, su luz iluminó todo el espacio y se dedicó a dar uno de los conciertos más conmovedores que he visto en mi vida.

Preocupado por la multitud en la platea, Harry decidió dar un momento para que se organizara y quienes estaban abajo pudieran acomodarse mejor, su gentileza y dulzura para con los demás es simplemente especial, como si fueras solo tú y él conversando.

El concierto siguió su curso y él interpretó las canciones que estábamos esperando, con la energía al tope nos hizo bailar, cantar, saltar y sentirnos como en casa. Un espacio con más de veinte mil personas unidas por el mismo sentido, tomadas de la mano y con lágrimas en los ojos como si fueramos una familia, la que él construyó para nosotros.

En un momento llegué a pensar que estaba completamente sola, detenida en el tiempo y que cantaba a todo pulmón Sign of the times, la primera canción que lanzó de su carrera en solitario, esa melodía que me impregnó los poros y me produjo una paz inigualable, me sentí plena, como si nada malo estuviera pasando, en calma.

La música es el motor del mundo y en el mío está Harry, sentado en un sofá haciendo chistes y tocando acordes de a poco mientras crea melodías divinas, ese mismo que vi frente a mí hace unas horas es quien me salvó de lo profundo, me dio la mano y me dijo que no me preocupara, que todo iba a estar bien.

Me invitó a su casa de nuevo, me trató con amabilidad y me hizo sentir como una niña de nuevo, ahora que han pasado tantos años y en medio de la euforia colectiva le agradecí desde lo profundo de mi corazón por ser quien con la música ha salvado a miles y nos ha regalado otro motivo por el cual seguir vivos.

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