Sergei Prokofiev es considerado como uno de los compositores, pianistas y directores de orquesta más importantes del siglo XX provenientes de la Unión Soviética. Para el inicio de la década de 1940 su nombre ya era respetado y admirado no solo a nivel local como ocurriría con algunos contemporáneos, debido a que vivió con permiso del régimen tras el estallido de la revolución en 1917 por varios años en Estados Unidos, París y Alemania, con lo cual su fama se extendió por el mundo.
Con la llegada de la Gran Depresión volvería a Moscú para 1936 bajo la idea que el régimen de Stalin estaba llegando a su fin. En 1938 estrenaría la obra con la cuál conseguiría más éxito en la Unión Soviética debido a la interpretación patriótica altamente estimada para la producción de arte en el contexto socialista para la época que sería Alejandro Nevski para la película homónima de Serguéi Eisenstein que narra la historia de la incursión de los caballeros de la Orden Livona del siglo XIII en el territorio de la República de Nóvgorod y para 1940 estrenaría el que es considerado la mayor obra del ballet ruso: "Romeo y Julieta". Junto a ello mantuvo por estos años una producción enfocada (y obligada de cierta forma) a ahondar sobre los argumentos en sus composiciones relacionados con el heroísmo y valores soviéticos. No obstante Prokofiev sería acusado años después por el Comité Central del Partido Comunista de crear música formalista y antisoviética, con lo cual viviría sus últimos años bajo el desprestigio y la persecución.
Paralelo a su producción, su vida personal más allá de su regreso, también estaba atravesando grandes cambios. Para 1923 se casó con la cantante española Lina Codina con quién tendría dos hijos. Sin embargo, para 1938 iniciaría una relación con su libretista Mira Mendelson con quién terminaría casándose en 1948 tras argumentar que si bien estaba casado con Lina en Alemania, en la Unión Soviética no había sido registrado. Juntos trabajaron en las obras: La historia de un hombre real y Guerra y paz, así y el ballet El cuento de la flor de piedra, como por supuesto en "Compromiso de un monasterio".
El argumento de esta última se inspiró en "La dueña" de Richard Brinsley Sheridan, sobre el que ya se había compuesto una ópera cómica en tres actos para el siglo XVIII por Thomas Linley (padre e hijo). La trama inicia con el personaje de Don Jerónimo, quién pretende que su hija Luisa se case con el vanidoso, rico y feo pescadero Mendoza. Sin embargo, ama en cambio a Antonio, que es pobre, aunque noble de espíritu. Además, don Fernando, hijo de don Jerónimo y propenso a los celos, quiere casarse con Clara d'Almanza, que es virtualmente prisionera de su madrastra. La historia se desembocará en un entramado que atravesará un monasterio como recurso de salvación para la realización de un casamiento, engaños y una lucha irrevocable por el amor.
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La ópera si bien se empezaría a trabajar en 1940, tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el compositor dio prioridad a otras producciones, destacándose la adaptación de Guerra y Paz de la obra de Tolstoi, inspirado tras la invasión alemana a tierras soviéticas. Finalmente sería estrenada el 3 de noviembre de 1946 en Leningrado con la dirección de Borís Jaikin.
Podrá escuchar el próximo domingo a las 9:00 p.m. en Canto y música coral esta ópera interpretada por Nikolai Gassiev, Alexander Gergalov, Anna Netrebko, Larissa Diadkova, Evgeny Akimov, Marianna Tarassova, Sergei Alexanhkin, Coro y Orquesta Kirov de San Petersburgo. Director de coro Valery Borisov bajo la dirección de Valery Gergiev en nuestra señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
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