Si hablamos de Tecnología, tenemos que mencionar este piano. Con 88 teclas y un sistema hidráulico que controla la proyección sonora de la tapa, el Schimmel Pegasus cuenta con un teclado de 200 cuerdas que resisten una tensión de 176.520 newtons y un ensamblaje de más de 10.000 piezas. Dispone del Schimmel Triplex Scale “CAPE” original, eso quiere decir que el tablero curvo genera un sonido de alta prestación. Este piano puede costar unos $410.000 dólares.

Este es, por lo menos, uno de los pianos más hermosos de la actualidad. También perteneciente a Steinway & Sons, fue diseñado y construido a medida para Guo Qingxiang, un coleccionista de arte chino. El diseño de este instrumento deja ver algunas de las piezas del interior del piano más impresionantes. En diferentes partes tiene pintados pavos reales y otras aves y, según la página de su casa constructora, se usaron 40 capas de madera para su armazón, lo que le da una precisión acústica envidiable. Crear este piano se tomó cerca de tres años y al final, Steinway firmó su nombre usando oro cristalizado en lugar de tinta como en sus otros pianos. Su valor ronda los $1,63 millones de dólares.

Si lo comparamos con el resto de esta selección, este piano podría pasar por uno de escuela. Sin embargo, la historia de este piano y su verdadero valor no radican en su construcción, no se usaron pinturas especiales o cristales con oro, el Model Z de Steinway es importante porque su propietario fue John Lennon. En sus 88 teclas se compuso la canción más icónica de Lennon: Imagine y esto hizo que su valor llegara a los $2.37 millones de dólares. Luego del asesinato del músico inglés, la estrella de pop George Michael compró la pieza y es allí donde ahora él mismo compone su música.

Este piano hace parte de la mítica compañía Steinway & Sons. Es caracterizado por los intensos matices rojos y su postura clásica. La tapa y el atril, el cilindro y el soporte de la tapa tienen un diseño limpio y de un color distinto al rojo que lo hace lucir moderno. El personaje que inspiró esta pieza fue Bono, el cantante principal de la banda irlandesa U2, quien quería una obra especial en dos tonos que sería la pieza central de la Subasta Roja en Nueva York. Con lo recogido en este evento benéfico se apoyó la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria en África. El valor que pagaron por este piano se acerca a los dos millones de dólares.